El PP propone regular las funciones «de Estado» de los expresidentes del Gobierno
Maillo dice que no está «solucionado» el papel de Aznar, González y Zapatero
Fuentes populares creen que deberían renunciar a su sueldo si optan por participar en la política partidista
La regulación del papel de los expresidentes del Gobierno es una de las asignaturas pendientes en España, donde sí hay un estatuto que les dota de medios materiales e incluso de un sueldo vitalicio, pero no una ley que les otorgue una función de Estado o institucional. El debate en esta ocasión lo ha reavivado el Partido Popular, después del último encontronazo de José María Aznar con el Gobierno de Rajoy, y tras renunciar a la presidencia de honor de su formación política. El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maillo , constató ayer que el papel de los expresidentes no está «solucionado» y debe «repensarse mejor entre todos».
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Los «jarrones chinos», como los llamó Felipe González , siguen sin encontrar su sitio en la política española. A veces se resisten a quedar olvidados en un rincón, y optan por intervenir en la política de partido y en los debates del día a día, lo que a menudo acaba descolocando, e incomodando, a los actuales responsables de las principales formaciones políticas. El último ejemplo lo dio Aznar, cuando lanzó una dura crítica al Ejecutivo de Rajoy por su actual discurso en Cataluña.
El papel de Felipe González
En declaraciones a la Cadena Ser, y preguntado por el papel que ha tenido Aznar en los últimos tiempos, Maillo explicó que lo que sucede es que España, como democracia joven, no tiene «muy solucionado» el papel de los expresidentes del Gobierno y hay aspectos que deben «repensarse». Se refirió al PSOE, que «pasea» a José Luis Rodríguez Zapatero, después de tenerlo «oculto». También apuntó que Felipe González tuvo hace muy poco una «intervención muy decisiva», en los movimientos que terminaron con la salida de Pedro Sánchez.
El debate está abierto. Fuentes parlamentarias recuerdan que en Estados Unidos, y en países europeos de nuestro entorno, los expresidente tienen un papel de representación institucional reglamentado , y lo mismo pueden acudir a misiones de paz que ser representantes del Estado en el exterior o cualquier otra función en esa línea.
«Aquí tenemos escondidos a los expresidentes del Gobierno . No se está aprovechando su bagaje ni su experiencia política, y tampoco el peso que tienen como políticos de Estado. Están claramente desaprovechados», comentan fuentes parlamentarias del PP. En España, el estatuto de los expresidentes está regulado en el Real Decreto 405/1992, de 24 de abril, que modifica el anterior de 1983. En realidad, se trata de un estatuto que regula sus medios materiales, económicos y el tratamiento que reciben, pero poco más.
En el Partido Popular comparten la necesidad de regular la función «política e institucional» que deberían tener los exjefes del Ejecutivo. «Al estar desaprovechados en ese papel, y un tanto olvidados, se dedican más a intervenir en las cuestiones internas de los partidos», comentan las fuentes consultadas.
La regulación que defienden va mucho más allá que la de permitir formar parte del Consejo de Estado de forma vitalicia, como ocurre ahora. Se trataría de darles un protagonismo de Estado, ya sea en el exterior o en determinados actos dentro de España.
Iberoamérica o Estados Unidos
Por ejemplo, si Felipe González tiene una muy buena relación con numerosos países de Iberoamérica , como es el caso, «pues podría regularse esa función de representación como expresidente». «También podría aprovecharse la relación de José María Aznar con Estados Unidos , o el perfil de José Luis Rodríguez Zapatero en determinados asuntos», explican en el PP. Las fuentes consultadas van más allá y argumentan que si los expresidentes cobran un sueldo vitalicio como tales, deberían renunciar a la política de partido. Y si no lo hacen entonces tendrían que decir «no» a la pensión.
«Los que fueron presidentes pretenden influir en la gestión del Gobierno al que ya no pertenecen, pero que siguen pensando que es heredero de sus políticas. Por eso es necesario regular su figura de Estado, porque así se evitaría que distorsionaran el debate político de los partidos», concluyen dentro del PP, donde se asegura que el PSOE ve bien esta idea.