Podemos intenta cerrar la crisis para evitar el descalabro electoral
Pablo Iglesias y el ya exdirigente de la formación escenifican su amistad en las redes sociales
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La salida de Monedero de la dirección de Podemos ha descolocado a los líderes de esta formación. Aunque en sus primeras declaraciones públicas tras conocerse la ruptura se mostraban convencidos de que el hecho no tendrá repercusiones en sus resultados electorales, lo cierto es que parece muy improbable que un cisma así a 24 días de los comicios no deje huellas. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, hacía gala públicamente en Twitter de su amistad con «Juanqui», Juan Carlos Monedero, devolviéndole así las frases de cariño que éste le brindó en una carta abierta en su blog. No obstante, algunas de sus respuestas públicas a los periodistas, desábridas y ásperas, evidenciaban lo molesto que estaba por la situación.
Las redes sociales, tan vinculadas al fenómeno Podemos , realizaban ayer sus propios diagnósticos sobre la situación: «Podemos se desinfla a la misma velocidad que creció», señalaba uno de los tuits más repetidos. Pablo Iglesias utilizó también esta vía para escenificar su cercanía a Monedero: junto al enlace con el blog del político, incluía la frase «orgulloso de ser tu amigo, Juanqui. Gracias, compañero».
«Contigo, Pablo, me lanzo»
El agradecimiento se debía a las calurosas frases de afecto que el ya ex dirigente de Podemos publicaba en su blog «Comiendo tierra», en una entrada dirigida a Pablo Iglesias en la que después de ratificar la firmeza de los principios que movieron la fundación de este partido, se refería a su líder y también amigo en términos muy elogiosos.
Habla Monedero en su artículo de «la grandeza de un tipo auténtico, con coleta, voz trenzada con el timbre de la gente de abajo y, sobre todo, con muchas ideas. Cuando Pablo me dijo: “¿nos lanzamos?”, le contesté: “contigo, Pablo, me lanzo”». Unas palabras que, como confesaba después Iglesias, le habían «emocionado».
Pero la marcha de Monedero también provocó disgusto al líder de Podemos, que respondía con un laconismo cercano a la grosería a la periodista que ayer le preguntaba si creía que el «asunto Monedero» afectaría a las próximas elecciones. «No», dijo Iglesias. «¿Por qué?» contraatacó la informadora. Y él zanjó: «Porque no».
A partir de hoy, explicaba en su blog Monedero, «sin los frenos de los órganos colegiados, sin las penurias de las organizaciones, sin el dogal de las urgencias electorales, sin la ponzoña de los medios», recuperaba su voz, que «sólo me representa a mí mismo».
El resto de formaciones políticas no quisieron ayer hacer «sangre» de los problemas internos en Podemos, que se producen a la vez que comienza a observarse un frenazo de esta formación en las encuestas. No obstante, fuentes del Gobierno de la nación comentaron a ABC que «todavía quedan por ver muchas cosas» en relación con esta formación alternativa.
Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, no quiso valorar lo que calificó como «crisis política» del partido, y eludió también plantearse si la marcha de Monedero les beneficia electoralmente:«No lo veo en esa clave, en absoluto».
Tampoco quiso pronunciarse sobre el asunto Ada Colau, dirigente antidesahucios y cabeza de cartel por el Ayuntamiento de la Ciudad Condal por la formación «Barcelona en Comú»: «son procesos políticos internos», dijo.
Cayo Lara, coordinador de IU, fue igualmente respetuoso: la coalición, tan acostumbrada a los conflictos y las guerras intestinas, «no quiere meter el dedo en la herida ajena», dijo. No se planteó los réditos que pueda traer este cisma en Podemos: «No es nuestro estilo beneficiarnos del mal ajeno», subrayó.
Desde Esquerda Unida en Galicia –que concurre con Podemos a algunas candidaturas–, su coordinadora nacional, Yolanda Díaz, se lamentó de que las voces en la izquierda «a veces son demasiado plurales». En una formación tan heterogénea, es inevitable que surgieran voces divergentes:la de Enric Martínez, portavoz de Podemos Unidos, corriente crítica del partido en Cataluña, interpreta que Juan Carlos Monedero ha dimitido para «convertirse en cabeza de turco» y «cargar con las culpas» de la posible financiación venezolana, y así «proteger» a la formación. Lo ve como «una escenificación» no exenta de cálculo para «salvar parte de los muebles».
Pablo Echenique, candidato de Podemos para Aragón, aseguró que tras la «sorpresa» inicial, continuarán trabajando, convencido de que no les va a pasar factura esta marcha. Y Carlos Chávez, responsable de programa en Castilla-León, destacó que, a diferencia de lo que ocurre en otros partidos, en Podemos «no se ocultan las discusiones ni los disentimientos».