Arias Cañete estudió mil folios durante más de sesenta horas para su examen ante Bruselas
El designado comisario de Energía y Cambio Climático se sometió a una intensa preparación para afrontar la comparecencia de tres horas ante el Parlamento Europeo
Minutos después de haber finalizado su «hearing» ante el Parlamento Europeo , Miguel Arias Cañete recibió una llamada en su teléfono móvil de un amigo que le preguntó qué tal le había salido. Su respuesta fue: «Estoy vivo».
Tras tres horas de comparecencia, en las que tuvo que responder en tres idiomas a cuarenta y cinco preguntas, estaba satisfecho y consciente de que había superado con nota esta dura prueba. No solo él, sino sus colaboradores, técnicos de la Comisión Europea y hasta una eurodiputada socialdemócrata que, nada más terminar, le felicitó asegurándole que había sido una «de las mejores comparecencias» a la que había asistido. «El sentir generalizado es que demostró un conocimiento profundo de los temas y una visión europea de las dos políticas», señalan en la Comisión Europea.
Hasta superar esta dura prueba , el exministro había realizado una exhaustiva preparación. Por su mano han pasado más de mil folios, tres tomos de 250 páginas, con toda la documentación técnica de las dos carteras. Más de seis horas al día de estudio. «Se lo ha tomado con más interés que la oposición de Abogado del Estado, porque tenía menos tiempo», aseguran sus colaboradores.
Antes de que Juncker le confirmara el 8 de septiembre que la cartera designada era la de Energía , Arias Cañete ya había iniciado su preparación. En agosto se encerró en su casa de Jerez y comenzó a estudiar temas relacionados con las políticas europeas.
Conocida su cartera, recibió por parte de los directores generales de Energía y Medio Ambiente los denominados «brieffings books» (documentación técnica de estas dos áreas). La segunda semana de septiembre la dedicó a reunirse en Estrasburgo con los miembros de las comisiones de Energía y Medio Ambiente. Posteriormente, y durante diez días, preparó la dinámica de la comparecencia en una doble vertiente: la parte técnica y la comunicación. Dedicó cinco tardes a reunirse con las direcciones generales: dos con Clima, dos con Energía y otra con las dos juntas. La Comisión puso a su disposición un experto en comunicación, con el que ensayó con tomas de televisión cómo comunicar en dos minutos (tiempo de las respuestas) mensajes claros y concisos. Muchas de estas pruebas las realizó aquejado de un fuerte resfriado, lo que fue objeto de más de una broma.
Apoyo de su mujer
Durante toda la preparación se ha rodeado de un «minigabinete»: dos mujeres y un hombre, con el apoyo de sus dos asistentes en el Parlamento. A ellos se unieron dos coordinadores alemanes del Partido Popular Europeo.
El día de la comparecencia pasó el día en el hotel con su mujer, Micaela Domecq, su gran apoyo durante todos estos días, que estuvo con él las tres horas de la comparecencia. Con ella salió a tomar un helado a media mañana, ya que prácticamente ni comió ni bebió, porque durante la audición no podía levantarse. Durmió una hora de siesta, se duchó y se fue al Parlamento. Tras finalizar la audición se fue a cenar con su mujer y sus colaboradores a casa de unos amigos. Entonces ya pudo relajarse y comer con tranquilidad.
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