MotoGP | GP Cataluña
Lorenzo: «Estoy bastante lejos de donde quería, de momento»
El piloto acepta la dificultad de la Ducati, pero no se arrepiente del reto y sigue trabajando; hoy sale desde la segunda plaza de la parrilla

Sonríe, se despide de los periodistas y se levanta. Su ritmo en cualquier gran premio es frenético. Jorge Lorenzo (Palma de Mallorca, 1986) es cinco veces campeón del mundo, tres de ellas en MotoGP, y son muchos los que quieren robarle diez minutos de su tiempo para que cuente su experiencia, sus debilidades ahora que no está ni cerca de luchar por otro título, sus esperanzas en que todo irá mejor, su autoexigencia para hallar soluciones a sus desvelos. Justo antes de atender a ABC se levanta. Rompe la cadena de entrevistas a contrarreloj que tiene convocadas para este Gran Premio de Cataluña y se levanta. El profesional, aunque sin dejar de serlo del todo, deja paso al hijo, que se abraza a su padre, Chicho Lorenzo, con el que comparte unas sonrisas, unas bromas, un momento como cuando uno era maestro y el otro, un sueño de campeón. Ya lo es, tres veces en la máxima categoría, pero en su primero en la marca italiana, Lorenzo asume otra realidad incómoda, enredado en una Ducati que todavía no le permite ser el campeón que quiere y que lo obliga seguir pensando demasiado, olvidando su instinto. Despeja con profesionalidad que la marca no le presiona, a pesar de que la moto ya ha ganado (en Mugello, con Dovizioso) y a pesar de que los resultados no llegan. «De momento», advierte, con una calma relativa porque sabe que el triunfo volverá a estar al final del trabajo y el esfuerzo. Hoy, para empezar, saldrá segundo en parrilla .
¿Cómo está?
Bien, motivado y con ganas de empezar en este circuito
Hace poco más de un año decidió cambiar Yamaha por Ducati. ¿Está en el punto que quería?
No, no estoy para nada en el punto que quería. Porque quiero ganar con Ducati. Estoy bastante lejos de conseguirlo, de momento. No es una situación mala porque, al final, las últimas carreras hemos terminado a unos 14 segundos, es medio segundo o seis décimas por vuelta, no es una gran distancia, pero evidentemente quiero hacerlo mucho mejor.
¿Se inculcó demasiada responsabilidad de hacerlo bien desde el primer momento?
No, pero sí hubo demasiadas expectativa. Se fijaron metas demasiado altas para la realidad que tenía en ese momento el equipo.
¿Qué ha aprendido?
Por mi parte estoy tranquilo, porque siempre dije que iba a ser difícil y que necesitaba tiempo para adaptarme. Pero en la presentación del equipo se dio demasiada expectativa. Son opiniones. Tengo que respetar las expectativas que tienen los demás. No puedes aprender mucho de esa situación, porque es lo que dicen los demás. Lo que puedo aprender qué es lo que tengo que hacer para ir más rápido.
Podio en Jerez, lideró las primeras vueltas en Mugello. ¿Son avisos?
Estamos dando pequeñas muestras, destellos de lo que se puede hacer. En Jerez acabamos lejos del ganador, pero en el podio. En Mugello dominé el grupo, pero no me duró mucho.
¿Por qué?
Hubo algo en la combinación entre Ducati, Jorge Lorenzo y neumáticos que no cuajó. Lo vi en los test hace un mes, lo comprobé en la carrera. Parecía que habíamos encontrado el camino y al final se demostró que en ese circuito esa combinación de tres factores no funcionaba. En cambio aquí, creo que esa combinación puede funcionar mucho mejor en Montmeló.
La victoria de Andrea Dovizioso en Mugello, con su misma moto, ¿le impone más responsabilidad, más presión o le da esperanza?
La victoria quiere decir que esta moto tienes que pilotarla de una determinada manera de momento. Hasta que no se cambie bastante la filosofía o el chasis o ciertas partes de la moto. Hasta ese momento la tienes que pilotar de una manera particular, a la que Divizioso ya está más acostumbrado. Ganó con contundencia. Pero no me ponen más presión. Y depende porque este campeonato está un poco loco. Si alguna de las tres partes falla (neumáticos, moto o piloto), con tanta igualdad que hemos hablado, que parece una carrera de Moto3, pasas de estar primero a estar el doce o el trece. Le pasó a Dani Pedrosa. Ganó en Jerez y pasó a ser doce cuando se cayó en Mugello. O Maverick Viñales y Valentino Rossi estaban el sexto y el octavo en Jerez, y la siguiente dominaron con mano de hierro.
¿Le ha sorprendido la irrupción de Johann Zarco, de los nuevos?
Se habla solo de Zarco y se desmerece lo que está haciendo Jonas Folger, está yendo muy rápido también. Sí que Zarco lo ha demostrado más en carrera. La combinación de un piloto rapidísimo, con las ideas claras y una moto muy completa está haciendo que ya esté consiguiendo podios en tres o cuatro carreras en su debut.
¿Cómo lo vive esto?
Hace que los pilotos estén más nerviosos porque saben que cualquier fallo o cualquier momento en el que sepan las que cosas no van muy bien, en vez de perder dos posiciones pierdes diez. Es incómodo porque sabes que tus posibilidades de luchar por el campeonato se pueden desvanecer. A la que te despistes o que no acabes de encontrar el punto a los neumáticos o a la moto o a ti mismo.
De sí mismo, ¿en qué se ve mejor?
Son etapas. La etapa de Yamaha fue muy cómoda, relativamente cómoda desde que llegué al equipo en 2008, en 250, porque conseguí tres pole position nada más debutar. Y aquí todo es más incómodo. Tengo que rascarme más la cabeza, mirar más la manera de qué tengo que hacer para encontrar soluciones para ser competitivo. Trabajar más, no me queda otra.
¿Le llena más este reto?
Es como cuando llevas en tu país muchos años y decides conocer mundo. Al principio es difícil hasta que consigues hacer nuevos amigos y hasta que conoces los sitios y te haces con ello, te familiarizas con todo un poco. Luego es todo más fácil, tú lo haces mejor, y eres mejor en definitiva.
En este proceso, ¿ha pensado alguna vez en «Y si me hubiera quedado en Yamaha»?
Para nada. Hice lo que tenía que hacer en ese momento, con 30 años, después de haber ganado tres mundiales no tenía nada que seguir demostrando con una moto que había conseguido tantas victorias y tantos títulos y buenos resultados. Hubiese seguido haciendo algo… no me malinterpretes, algo muy bonito porque seguir ganando carreras y mundiales o luchando por ellos en MotoGP es algo que muy poca gente puede hacer. Pero hacerlo con Ducati es mas especial y más difícil. Esa dificultad es lo que me atrajo, el crecimiento como deportista y como persona. Conocer gente nueva, diferentes maneras de trabajar, de afrontar los problemas, tú también te haces más completo.
¿Ha sentido que vuelve a sentirse inexperto, como si empezara en el Mundial después de quince años?
Salvando las diferencias porque todos los pilotos de MotoGP estamos a un nivel altísimo y vamos muy rápido, pero al principio sí te sientes un poco más torpe, haces cosas que no has hecho antes. Pero en la vida no puedes ser bueno en todo, pero sí puedes aprender y mejorar en todo. Si volviera a Jerez lo haría mejor, o a Qatar.
¿En qué?
Creo que soy un piloto que ha aprendido a aprovechar más el potencial de la moto para frenar más tarde o parar la moto en menos tiempo.
Y fuera de la moto, ¿qué le ha aportado esta situación incómoda?
La capacidad de adaptación por no hacer ningún cambio importante en tu vida se ve más atrofiada que alguien que está continuamente probando nuevas motos, culturas, diferentes maneras de trabajar; cambiar de equipo o de montura. Evoluciona más esa parte de ti mismo.
¿Estaba en su carácter buscar este nuevo desafío?
A pesar de no haber cambiado de equipo desde 2008, sí he hecho muchos cambios en mi vida personal y profesional aparte del equipo. Eso no lo tenía atrofiado porque siempre he tenido que adaptarme a nuevos profesionales y formas de ver el trabajo y casi siempre a mejor. Pero, técnicamente, adaptarme a una moto, no lo he tenido que hacer demasiado. Porque siempre ha habido pequeños cambios entre la moto del año pasado y del siguiente. Siempre la misma base, casi la misma moto prácticamente. En ese ámbito decidí empezar a trabajar en que esa parte de mí esté más viva, no esté tan atrofiada.
¿Se visualiza como campeón de rojo? ¿Es bueno o crea expectativas negativas como está sufriendo?
Creo que si tanto la parte Ducati como mi parte tenemos paciencia suficiente, no sé cuánto tardaremos, pero lo conseguiremos, sinceramente. La cuestión es si ambas partes tendrán la misma paciencia en aguantar en esos momentos difíciles hasta que se consiga algo importante.
Las Honda también están sufriendo, ¿consuela que no todo sea perfecto tampoco fuera?
No pienso en los demás ni para consolarme ni para animarme. Simplemente observo desde fuera lo que no me incumbe y trato de aprender de ellos. Es un Mundial muy loco donde todo puede pasar y pasas de liderar un entrenamiento o una carrera a pasar a la siguiente a ser el quince. Es muy bueno para el espectador porque siempre pasan cosas, no es como Fórmula 1 que ves a los mismo siempre delante, pero para el piloto te hace siempre estar atento y despierto.
Noticias relacionadas