La tensión que viven los vecinos del barrio de Loreto desde que el pasado día 13 les cortasen el suministro de agua va a más y ayer mismo estuvo a punto de desbordarse en una asamblea en la que se vivieron momentos muy violentos. Sin llegar a las manos, sí que hubo varias trifulcas, fundamentalmente entre miembros de la Asociación de Vecinos Campo de la Aviación y algunos de los cabecillas de la plataforma de afectados que están organizando los actos de protesta desde hace varios días.
El presidente de la Asociación de Vecinos, José Aragón, no estuvo ayer en la reunión que se celebró a mediodía en la plaza de Loreto, pero sí se acercaron varios de los directivos. Allí tuvieron que escuchar el ataque directo contra su gestión, la acusación de estar al servicio del Ayuntamiento de Cádiz e incluso peticiones de dimisión. «Ahora mismo quien representa al barrio de Loreto somos nosotros, los vecinos. Los que no quieran seguir representándonos en la junta directiva que presenten la dimisión», dijo altavoz en mano una de las portavoces de la plataforma de afectados, María Antonia Pacheco, a la que contestaron los vítores de las alrededor de trescientas personas allí reunidas.
Como es lógico, a continuación tomó la palabra el secretario de la Asociación de Vecinos aludida, Manuel de Alba, para intentar explicar las acciones y decisiones del colectivo en los últimos días. Empezó diciendo que todo lo que se podía reclamar y hacer por parte de las administraciones ya se está haciendo, por lo que solo les queda pedir que vuelva el agua. Y ahí se acabó su discurso, porque no le dejaron continuar. Entre abucheos tuvo que bajar del banco convertido en improvisado atril y, de camino, trató de llevarse el altavoz que los convocantes de la asamblea habían sacado, «sin que lo supieran los miembros de la Asociación de Vecinos», de la propia sede. Ahí se produjo una trifulca que a punto estuvo de acabar en algo más serio. No fue la primera, también antes se enfrentaron algunas mujeres a las que pudieron los nervios.
Y es que mientras que la asociación vecinal defiende que hay que actuar con paciencia y dejar que trabajen los técnicos, la plataforma de afectados sigue apostando por acciones más contundentes. Un ejemplo de ellas son los cortes de tráfico que volvieron a llevar a cabo tanto por la mañana como por la tarde.
Pero las sospechas de politización no van solo en un sentido. Varios miembros de la junta directiva de la Asociación Campo de la Aviación se mostraban ayer convencidos de que detrás de la actitud beligerante de la plataforma están varios miembros del movimiento 15M y del partido de Pablo Iglesias, Podemos. «Son los ultras de Loreto», llegan a afirmar.
Desde la directiva se explica una teoría con tintes conspiratorios, y es que creen que lo que están intentando los activistas es «presionarnos para que nos vayamos y tener aquí una vía de acceso para que el 15M y Podemos puedan empezar desde Loreto su estrategia política».
Más que palabras
Lo cierto es que hay una guerra abierta, de momento dialéctica. Incluso en un caso se habría traspasado esa barrera según cuenta el secretario de la Asociación de Vecinos, que dice que el pasado jueves, cuando se disponía a colocar un cartel informativo en el barrio, tuvo un encontronazo con un miembro de la plataforma de afectados que empezó a recriminarle una serie de cuestiones. Asegura que fue entonces cuando un familiar de esta persona, «me dijo que era su hijo, me zarandeó y llegó a cogerme por el cuello». De momento no se ha planteado denunciarlo a la policía.
Son episodios extremadamente desagradables en un conflicto que ha terminado por desunir a los vecinos. Eso sí, los miembros de la asociación de vecinos sostienen que los que componen la plataforma son muy ruidosos, pero no demasiados. «Suelen reunirse cien o doscientos, pero hay una gran mayoría de vecinos, 10.000 personas, que entienden lo que estamos haciendo y nos apoyan», dicen.
Y detrás de todo esto, siempre surge el nombre de un líder carismático: Rosa Guzmán. Esta vecina del Patio de la Fuente ha tomado desde el primer momento la bandera de la lucha, primero de su plaza y luego del conjunto del barrio, que la sigue con total confianza. Ha sido la interlocutora con las administraciones y los técnicos de Aguas de Cádiz, manifestando siempre su total independencia y asegurando que ella no pertenece a más colectivo que el de su casa.
Pero ayer también ella se sintió insultada. Algunos vecinos la acusaron de tratar de dinamitar la directiva de la Asociación de Vecinos Campo de la Aviación, de la que ella misma fue presidenta durante varios años, para volver al cargo. Los propios miembros de la directiva la señalan en este sentido. Optó por quitarse de en medio, pero los vecinos no la dejaron. Asegura que no tiene ninguna pretensión más allá que recuperar el agua, y que agradece el apoyo de todos los colectivos que están acercándose a ellos, pero advierte que «si me entero de que algún colectivo quiere utilizar nuestro problema con otros fines, no lo voy a permitir». Quizá con el regreso del agua anoche a su sector, podrá al fin acabar con lo que han sido no días, sino semanas de pesadilla que empezaron allá por el 29 de septiembre.