La obra de Iberdrola sigue su curso en el astillero de Puerto Real. Los trabajos de construcción de la estructura que albergará una subestación eléctrica para un parque eólico-marino comenzaron el pasado diciembre. Navantia dio ayer un paso de gigante al iniciar el montaje de los módulos 'Top Side' de la subestación eléctrica que está construyendo para del parque eólico marino Wikinger, en Alemania. Se trata de un «hito importante» del programa, que se realiza en el plazo previsto, y que podría ser comparable a la puesta de quilla en la construcción naval. El encargo debe estar concluido en el primer trimestre del próximo año.
Según detalla Navantia en un comunicado, ha salido de los talleres de pintura del astillero de Puerto Real el primer bloque de acero con el que se inicia el proceso de montaje final de los módulos 'Top-Side', lugar donde se dispondrán todos los equipos e instalaciones de la subestación. Se trata de la parte alta que va fuera del agua.
Los módulos tienen unas dimensiones totales de 62x21x17 metros, con un peso de 5.500 toneladas. El cumplimiento en plazo de este hito intermedio es fundamental para la culminación con éxito de este primer contrato de eólica marina en la Bahía de Cádiz.
Con este acuerdo, Navantia logra una posición de ventaja en un sector emergente, que puede abrir las puertas a otros contratos de similares características. El contrato se firmó hace tan solo seis meses, en concreto el pasado 18 de diciembre de 2014 y comprende, además de los módulos citados, la fabricación de la estructura soporte (Jacket) de los mismos de 2.400 toneladas y el conexionado final en aguas alemanas del mar Báltico.
El contrato supone para la Bahía de Cádiz unas 650.000 horas de trabajo, lo que implica una media de unos 600 y 700 empleos en la zona durante los próximos meses. Navantia Bahía de Cádiz tiene involucradas en este momento aproximadamente entre industria auxiliar y personal propio a 900 personas.
Un nuevo mercado
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, aprovechó el pasado junio una visita a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, para confirmar que la compañía había adjudicado a Navantia la construcción de la estructura metálica necesaria para ubicar la subestación eléctrica del parque eólico marino que promueve en el Mar Báltico. Se da la circunstancia de que este contrato es el que ha devuelto la actividad a la factoría puertorrealeña después de tres años de sequía de construcción naval.
La adjudicación abre, a su vez, la puerta a nuevas oportunidades de negocio para participar en los parques eólicos marinos que Iberdrola desarrollará en Reino Unido y otros países de Europa. Por su parte, el astillero gallego de Fene construye los 29 jackets -estructuras sobre las que van enclavados los aerogeneradores en alta mar- y, además, los 116 pilotes que soportarán las plataformas.
El emplazamiento de este parque, que cubre un área de unos 34 kilómetros cuadrados, contará con 70 aerogeneradores de 5 megavatios y una subestación marina. Los 350 megavatios (MW) de este parque producirán suficiente energía como para cubrir las necesidades eléctricas de más de 350.000 hogares alemanes y evitarán la emisión a la atmósfera de casi 600.000 toneladas de CO2 al año.