Los andaluces están acostumbrados a convivir con el tópico (despectivo, negativo). Los gaditanos, aún más. La Janda, interior o litoral, es el corazón de Cádiz, el centro. Resulta fácil entender que resume, concentra y multiplica todos sus clichés, todos los lugares comunes y los rasgos convertidos en generalidades. En los ocho municipios de la comarca se resumen todas las etiquetas de la política provincial.
Si Cádiz siempre se consideró granero de votos socialistas, en esta comarca están las dos localidades (Benalup y, sobre todo, Alcalá) de la que han salido una veintena de históricos dirigentes provinciales. Si se asocia Cádiz a la dependencia del sector turístico, La Janda incluye Conil y Vejer, dos de las mayores potencias de playa que existen en toda la provincia. Si se habla de mercado laboral tercermundista, de marginalidad, servidumbre militar y exposición al narcotráfico o dependencia de la pesca, está Barbate. Si se habla de ayuntamientos que no pueden pagar las nóminas a sus trabajadores, aparecen tanto el barbateño como el de Alcalá.
Si se quiere ilustrar la obligación de emigrar, sirve cualquiera de los ocho (menos Vejer y Conil, convertidos en imán para el sector servicios). Si alguien quiere recuperar el fantasma de la sociedad rural subsidiada, encontrará ejemplos en seis de las ocho localidades. Si se trata de dar con alcaldes imputados, aquí están. Si alguien quiere encontrar la incapacidad para trabajar en común de administraciones de distinto signo (Junta y Gobierno, por ejemplo) también dará con pruebas en esta tierra bendita y maldita, privilegiada y abandonada, con muchos recursos y escaso aprovechamiento.
En suma, La Janda es un laboratorio de la provincia, una especie de concentrado de Cádiz, con lo mejor de sus encantos y la mayor parte de sus miserias. Tanto políticas como las económicas y sociales. La jornada electoral del próximo domingo es una nueva ocasión para revisarlas en ocho municipios distintos. Alcalá de los Gazules, Barbate, Benalup, Conil, Medina Sidonia, Paterna de la Rivera, San José del Valle y Vejer. La omnipotencia socialista es historia. Las elecciones de 2011 marcaron un asombroso ascenso del PP en un territorio que habitualmente le fue hostil. Cuatro años después, aparece la fragmentación del voto, aunque los nuevos sellos (las variantes de Ciudadanos, Podemos o Ganemos) tienen mucha menos fuerza que en los ámbitos urbanos.
Aún así, complicarán aún más un voto que ya resultó diverso hace cuatro años. Ya fueron frecuentes y necesarias las alianzas, contra natura en algún. A partir del próximo lunes, podrían ser aún más. Los vecinos, de La Janda también, quieren que sus representantes negocien y se entiendan.
Alcalá de los Gazules
El reino perdido del PSOE
Hace cuatro años fue escenario de una de las mayores sorpresas electorales en la provincia. La patria chica de históricos dirigentes, el germen del 'clan de Alcalá', la tierra de los Pizarro, los Perales, gobernada por un alcalde del PP (Julio Toscano). Eso sí, fue necesario que a sus cuatro concejales se sumaran tres de Izquierda Unida. Las diferencias políticas abismales pesaron menos que las ganas de desbancar al PSOE, que se quedó plantado con seis ediles. El reto del candidato socialista, Javier Pizarro (de los Pizarro de toda la vida) es recuperar el bastón de mando. Sólo necesitará obtener una veitena más de votos que su predecesor socialista. Parece que lo tiene hecho. Los impagos de nóminas en el Ayuntamiento y la inmovilidad en el pueblo juegan a su favor. Zulema Sánchez (IU) y Susana Ruiz (PP) son sus oponentes este domingo.
Barbate
Nueve voluntarios para el laberinto
Probablemente sea el ayuntamiento más complejo de la provincia. Con un nivel de desempleo insoportable, con 30 años de impagos a la Seguridad Social, con gran parte de su término municipal ocupado por usos militares o parque natural, con una dependencia absoluta de la pesca o la sombra del narcotráfico para ejercer de ave de rapiña entre tantas dificultades. Sus trabajadores municipales no cobran dos nóminas seguidas desde la década pasada y ninguno de esos problemas tiene visos de remitir. Con ese horrendo panorama sorprende que haya nueve aspirantes a la Alcaldía, nueve voluntarios para asumir una responsabilidad asfixiante. Para colmo, cuatro de ellos son reincidentes de 2011 (Rafael Quirós con el PSOE, José Manuel Martínez Malia con el PP, Miguel Molina con el PA y Jesús Marín con Barbateños Unidos). A esas formaciones se unen Izquierda Unida, Gente de Zahara (que propugna la disgregación de la célebre pedanía), Somos Barbate e Iniciativa Barbate. El PSOE tiene el difícil reto de conservar los 11 concejales que dan la mayoría absoluta. Parece un logro complejo tras un mandato irrespirable en el que el propio alcalde llegó a manifestarse contra administraciones dirigidas por su partido.
Benalup
Imposible pero menos
Es el municipio más joven de la provincia de Cádiz (sólo existe desde 1991, cuando se disgregó de Medina Sidonia) y desde entonces no había conocido más que a un alcalde, el socialista Francisco González Cabaña, artífice de aquella independencia administrativa, expresidente de Diputación y exmandamás del PSOE provincial. En la cita electoral de 2011 su imperio empezó a desmoronarse. Por primera vez, no ganó por goleada. Lo hizo por la mínima. Siete concejales contra seis del PP. 2.245 votos para los socialista contra 1.776 de los populares. Algo estaba cambiando. Cabaña, además, dejó la Alcaldía en manos de su segunda, Amalia Romero, para ser diputado en Madrid. Ahora, ella repite como candidata y el PP sigue al acecho (con el veterinario Vicente Peña como número uno de la lista). Izquierda Unida, sobre todo, y Partido Andalucista, aspiran a poner un pie en el Ayuntamiento. Si obtuvieran un solo edil, podría ser llave de gobierno.
Vejer
El milagro empañado
Ningún otro municipio de la provincia ha brillado más y mejor en los últimos años. Su esplendor estético, turístico, comercial, gastronómico se ha convertido en un símbolo, en un ejemplo y en una especie de fenómeno a imitar. Parece haber logrado que vecinos, empresarios y ayuntamiento vayan a una. Pero como la felicidad nunca es perfecta, el alcalde José Ortiz (PP), y su predecesor en el cargo, Antonio Jesús Verdú (PSOE) eran imputados hace apenas un mes por el presunto desvío de subvenciones públicas que habrían dedicado al pago de gastos para los que no estaban aprobados.
El propio regidor ha protagonizado una batalla contra la Junta para reclamar que entrara en funcionamiento el nuevo (y abandonado antes de inaugurarse) Centro Hospitalario de Alta Resolución (Chare). Llegó a encerrarse en el inmueble vacío para llamar la atención de la Junta de Andalucía. Estas luchas y el incuestionable esplendor del pueblo pueden suponer un notable apoyo para el PP en las elecciones de este próximo domingo.
Paterna
La reserva inaccesible
Fue, prácticamente, la única alegría que tuvo el PSOE en 2011, con una mayoría absoluta (siete concejales) que le daba una estabilidad casi desconocida en el res to de la comarca. Para el próximo domingo, con el IU y PP desgastados por distintos acontecimientos políticos regionales o nacionales, todavía resulta más previsible que la ventaja socialista sea aún mayor.
San José del Valle
La sorpresa olvidada
Es el pariente pobre y desconocido de la comarca. Tan es así que más de la mitad de los habitantes de la provincia ni siquiera la incluyen en La Janda y consideran que está en la Sierra (de hecho, marca el límite sur de la comarca serrana). En 2011 obtuvo el PP una sorprendente victoria con mayoría absoluta (seis de los once concejales totales) y todas las previsiones apuntan a que el próximo domingo será difícil repetir la situación. La división del voto y el desgaste de la marca popular, a nivel estatal, parecen jugar en contra de la continuidad.