Caballos desnutridos, prácticamente en los huesos, colgando por cadenas y agonizando. Son las fotos tomadas por el SEPROMA hace tan sólo cuatro meses en el interior de una finca de Cádiz. Hoy nos hemos adentrado en la finca de la mano de Susan, su propietaria, condenada en su país a no tener animales por maltratarlos. Asegura que debió ser el mal estado de la paja y el agua lo que hizo que sus animales enfermasen y murieran de forma masiva 16 caballos. Algunos equinos que ni se sostenían en pie hoy están recuperados, sin embargo las medidas sanitarias no son las adecuadas. Los animales están sucios...