En los papeles de Thierry ya aparecían las instalaciones de la televisión pública vasca como objetivo de ETA. Poco amiga de la verdad y de quienes la cuentan, ETA tiene a los medios de comunicación en el punto de mira. En junio, atentó contra la rotativa del diario El Correo. No hubo heridos, pero sí graves daños materiales. Las sedes de los medios han sufrido decenas de ataques de ETA y sus grupos afines, algunos frustrados. En 2003, en el mismo edificio atacado hoy, ocupado entonces solo por Antena 3, la ertzainta desactivó un coche bomba cargado con 30 kilos de explosivo. Y en 2001 la desarticulación...