El alcalde de Madrid como el ojo oculto que todo lo ve. La metáfora del Gran Hermano con la que una asociación vecinal empapela las calles en una campaña contra la videovigilancia coincide con el estreno de la obra de Orwell en Madrid. Pero esto no es ficción. 48 cámaras serán testigos permanentes de la vida en Lavapiés, donde muchos ponen su confianza en los visores. Y donde otros piensan que el enjambre de cámaras aniquilará la intimidad en defensa del estado y se preguntan, ¿quién vigilará a los vigilantes?.El ayuntamiento asegura que lucha por la seguridad en una zona castigada por la delincuencia...