La muerte de Josep G. G., el joven bombero de Barcelona de 28 años, electrocutado en un transformador eléctrico no señalizado cuando acudía al rescate del niño de 12 años Juanjo Parrilla Roca, no cierra el drama por unos hechos ahora sujetos a investigación.El niño permanece ingresado en el Hospital de la Vall d'Hebron en estado muy grave y, lamentablemente, cuando se recupere, sufrirá secuelas para toda la vida. Como consecuencia de las graves heridas sufridas al electrocutarse en el transformador del solar del distrito de Sant Martí (lo que le provocó quemaduras en un 36 por ciento de su cuerpo),...