La grandeza de un vino aragonés que cuesta 70 euros
El crítico de ABC prueba Blecua, de la D.O. Somontano
Envueltos los aromas por notas de fruta negra, y quisiera escribir ciruela. Por notas de cacao, y quisiera, al lado, escribir un punto torrefacto. Vestidos los sentidos, de hecho, desde que un sorbo de este vino se desliza por la boca y me llena de esa ciruela negra envuelta por olores de campo, por esos paseos que dejan huella entre caminos de tierra y zarzas llenas de frutas salvajes, rojas y negras. Sensaciones, colores, aromas. Bendiciones. Lo complejo de un vino no proviene de que está compuesto por elementos diversos, que por supuesto. Lo complejo, que se despacha desde las bodegas con notas de cata que parecen elaboradas en serie, es transmitir la belleza. Y la grandeza de ciertos vinos. La grandeza, en este caso, de Blecua. Moras, arándanos y ciruelas que se precian, felices ellas, de una convivencia aderezada con un punto de esencia balsámica y otro de cacao, vestido el conjunto con mimo, silencio y paciencia. Esto es Blecua. Y al fin obtenida la delicadeza, no de la delgadez y sí de la fruta gruesa, la elegancia queda presa para siempre dentro de la botella. Esto, señoras y señores, es Blecua. Sensaciones y bendiciones. Lo complejo que es transmitir la belleza.
Noticias relacionadas