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Así es el impresionante museo del Bardo
Este museo de Túnez acoge una de las mejores y más deslumbrantes colecciones de mosaicos romanos del mundo
El Museo del Bardo de Túnez, donde un grupo de terroristas se ha atrincherado con varios rehenes este miércoles, alberga una de las mejores colecciones de mosaicos romanos del mundo, verdaderamente excepcionales. Muchos de ellos pertenecen al periodo comprendido entre los siglos II y VI d.C. Entre las obras maestras, «El triunfo de Neptuno», de 13 por 8 metros, del siglo II, el mayor mosaico vertical del mundo.
En las tres plantas del edificio, se reparten 34 salas con obras procedentes en muchos casos de las excavaciones arqueológicas de Cartago, Útica, Hadrumetum o Dougga.
El visitante que entra por primera vez en el Museo queda apabullado por el número de mosaicos que cubren de forma un tanto caótica, ya que salvo excepciones no están ordenados por lugar de procedencia, los suelos y paredes de salas, pasillos, escaleras y dependencias administrativas de este Museo situado a cuatro kilómetros de la capital. Esta zona era lugar residencial desde el siglo XIII de los sultanes hafsidas, y reconstruido más tarde como palacio del bey. El mismo edificio fue adaptado para el museo.
Instalado en un palacio de la época del Imperio Otomano, el museo acoge a centenares de miles de visitantes cada año, y registró su mayor número en 2005, con 600.000 personas. En 2011, año de la revolución, sólo lo visitaron 100.000.
En 2012 se ampliaron sus instalaciones. Se duplicó el espacio expositivo y la colección. La construcción de un nuevo ala de 10.000 m2 permite desde entonces mostrar nuevos objetos de las culturas romana, púnica e islámica encontrados en yacimientos tunecinos. La modernización del Museo permite ahora a los visitantes acceder a estancias del palacio del siglo XV antes cerradas al público. Entre las novedades que ofrece el museo se encuentran dos salas nuevas especializadas en piezas púnicas e islámicas, además de un nuevo espacio expositivo creado a partir de la restauración de algunas partes del palacio.
El Museo del Bardo se creó por decreto beylical del 7 de noviembre de 1882. Un segundo decreto, fechado el 25 de marzo de 1885, destinó el antiguo harem del Bardo, construido por M'Hamed Bey y por su sucesor M'Hamed Es-Sadok (1859-1882), a Museo. Hasta 1879 fueron las residencias de beyes (título de los monarcas de Túnez), hasta que se vieron obligados a restringir su estilo de vida y pasaron a ocupar un edificio mucho más pequeño.
La inauguración oficial del museo tuvo lugar el 7 de mayo de 1888 con el nombre de Museo Alaoui, tomado del soberano reinante Ali Bey (1882-1902).
Esta descripción de un viajero en TripAdvisor puede resumir lo que allí vemos: Increíbles los mosaicos que tiene, impresiomantes... Cualquier buen adjetivo es poco. Sin embargo, poco didáctico y destartalado... Es como si no le dieran importancia a lo que contiene».
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