Viste a Sevilla con un nuevo color
Considerada como una de las ciudades más bonitas de España, descúbrela bajo una perspectiva diferente
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123Descubre un rincón con magia, la plaza de Santa Marta
Para los que buscan el factor sorpresa, no puedes perderte un lugar especial, la plaza de Santa Marta, en el Barrio de Santa cruz, está contigua a la Giralda. El intenso olor de azahar, envuelto en naranjos; regala un momento con chispa para los sentidos dónde estar contigo, dejarte querer en pareja compariendo confidencias o simplemente para abstraerte de la velocidad de los alrededores, merece la pena. Te llenará de energía para ir a tu próximo destino o irte a pasear por la mítica Calle Betis, ver el anochecer tomando un picoteo junto al río; esos detalles que hacen que su valor y sus colores aumenten. Un regalo para tí y los sentidos.
Olor a azahar y sabor a alta cocina
Perderte por las calles estrellas del barrio de Santa Cruz o pasear por la Plaza de España cuando cae el sol es un clásico de apuesta segura pero no todo es cultura, su gastronomía es inimitable mezclando arte, sabor y tradición; restaurantes como Tribeca, Río Grande, Abades Triana, Barbiana o el Abantal con una estrella Michelín, la enriquecen por partida doble. El Restaurante Abantal ofrece una apuesta basada en la tradicional andaluza y mezclada con el respeto al producto de altísima calidad le hará no querer salir de la linde andaluza.
Los mejores churros con chocolate, una merienda distinta
Porque empaparte de tradición es enriquecerte. No puedes irse de Sevilla sin desayunar un buen mollete de jamón ibérico o endulzarte con una merienda con chocolate con churros y revivir sabores de infancia, en el Bar El Comercio; ha ido pasando de padres a hijos, generación tras generación, envolviéndolo de mayor encanto. Actualmente el señor Francisco será el encargado de atenderle con la mayor hospitalidad y antención que existe, porque su filosofía lo dice todo: «Le esperamos, con el cariño y la atención que usted merece, a compartir nuestra parada en el tiempo y pasar a formar parte de él».
Las pequeñas cosas, los momentos más simples son el mayor regalo que ponermos hacernos. Dar valor a los recuerdos.