Las mejores piscinas naturales de España para despedirse del verano

Despedir el verano con una breve escapada a uno de estos destinos te permitirá coger fuerzas para encarar la vuelta al cole con otros ánimos.

Si lo que buscas es una instantánea perfecta para tu Instagram, no debes perderte el Charco Azul de Chulilla , un precioso lago de color azul turquesa creado en el siglo XII por los árabes para regar las huertas colindantes. Este increíble remanso de paz está situado en el Parque Natural de Los Calderones, junto al pueblo de Chulilla . Para llegar hasta aquí podrás realizar una ruta circular –de unos 3,8 kilómetros– que te permitirá admirar el atractivo paisaje de la zona que incluye algarrobos centenarios, un verde bosque de ribera, pino y matorral. Además de darte un baño en esta poza, no debes perderte la ruta de los puentes colgantes. Esta zona es también muy apreciada por aquellos que practican escalada por sus espectaculares barrancos.

Para verdadero espectáculo de la naturaleza las Chorreras del Cabriel, un magnífico paraje formado por el río del mismo nombre a su paso por los municipios de Enguídanos y Villora . Declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco desde 2019 , esta zona de saltos, cascadas y pozas de aguas turquesas que no necesitan filtros ofrece rutas de senderismo, deportes acuáticos y turismo de naturaleza, especialmente observación de aves.

Aquellos más preparados pueden optar por realizar una ruta circular de 13,5 kilómetros por este paraje de la Serranía de Cuenca. Se tarda unas cuatro horas y las vistas que ofrece no tienen precio.

Consideradas uno de los atractivos turísticos más importantes de Pontevedra, las Pozas de Mougás son un conjunto de charcos naturales con aguas cristalinas y limpias en las que pasar un día en familia de lo más agradable. Están situadas en la falda oeste de la Serra da Groba, entre valles y cuencas fluviales . La más conocida de todas por los turistas es la Poza Grande , en la que el agua desciende por una bella cascada, pero no es la única opción.

Es aconsejable ir temprano para coger sitio, ya que suele haber bastante gente. Muy cerca de aquí hay un área recreativa con mesas y fuentes en la que organizar un picnic y disfrutar de una buena empanada gallega.

La Vera cuenta con un buen puñado de pueblos de cuento, rutas senderistas que quitan el hipo y pozas naturales cuyas frías aguas activan a cualquiera. Hasta Guijo de Santa Bárbara hay que ir para descubrir El Trabuquete, un charco situado en plena montaña, a unos 4 kilómetros del pueblo, en el que darse un chapuzón mientras se disfruta de un entorno inigualable.

Es importante llevar buen calzado y bien de protección, ya que por el camino apenas hay sombra y en los días de verano el sol pega duro. Aquellos que quieran continuar la ruta montaña arriba pueden llegar hasta la Ermita-Refugio de Nuestra Señora de las Nieves.

Para los que prefieran salir de la península, visitar una isla y descubrir paisajes de postal es El Hierro. La más pequeña de las Canarias esconde una de las piscinas naturales más bonitas del país, El Charco Azul . Situada en El Golfo , un pueblo ubicado en un valle escarpado, esta zona de baño resguardada bajo un imponente arco basáltico es fruto de las múltiples formas que dejó la lava. El color turquesa de sus aguas y el romper de las olas crea un ambiente único en el relajarse por completo y perder la noción del tiempo.

Es de fácil acceso, incluye un solárium de madera y áreas ideales para que los más atrevidos puedan lanzarse al agua sin peligro.