Las mejores azoteas de la noche de Madrid
Románticas, vanguardistas..., pero siempre con vistas impagables. Terrazas para subir al cielo este verano
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12345678910111213141516The Roof, Plaza de Santa Ana
Existe un viejo dicho popular que dice «De Madrid al cielo y un agujerito para verlo». A pesar de que su origen no está claro, algunos aseguran de que se remonta hasta el Siglo de Oro y a una obra del dramaturgo Luis Quiñones de Benavente.
Sea como fuere, lo cierto es que el cielo de Madrid es uno de los más bonitos de España; y estas las mejores azoteas para disfrutarlo.
The Roof, Plaza de Santa Ana
A dos pasos de la Puerta del Sol o de la Carrera de San Jerónimo, se encuentra la plaza de Santa Ana, custodiada por el Teatro Español y por The Roof, la azotea del Hotel ME.
Este lugar es uno de los referentes de la noche madrileña no solo por sus cócteles, sino también por sus espectaculares vistas de Madrid, su decoración chill out y sus DJ's. Un rincón donde disfrutar con amigos o en pareja de buena gastronomía y un ambiente relajado.
Azotea del Círculo, calle Alcalá
En la séptima planta del icónico edificio del Círculo de Bellas Artes está la Azotea del Círculo, un nuevo espacio gastrocultural a los pies de la diosa Minerva.
Con vistas panorámicas de la Castellana, el Palacio de Correos, la Puerta de Alcalá, Gran Vía y La Cibeles; esta azotea aúna tanto las actividades culturales del Círculo de Bellas Artes como la propuesta gastronómica del chefJavier Muñoz Calero, quien ha convertido la Azotea en un restaurante estacional, que es Tartan Roof en primavera y verano y Tartan Lodge en otoño e invierno.
Terraza de Poniente, Moncloa
Su orientación a la zona Oeste de Madrid ha servido para bautizar a la terraza del Hotel Exe Moncloa como la Terraza de Poniente, una zona de más de 300 metros cuadrados en la que se incluye hasta una pequeña piscina.
De uso exclusivo para los clientes del hotel durante del día, por la noche se abre para que todo aquel que quiera pueda disfrutar de una impresionante puesta de sol con el Parque del Oeste, Ciudad Universitaria, El Pardo, la Sierra de Guadarrama y el inmenso Cuartel General del Ejército del Aire como protagonistas.
Un oasis alejado del asfalto en el que tomar una cerveza con amigos o disfrutar de una cena romántica con algunos de los platos fríos que se preparan en el Mercado de Moncloa, un espacio gastronómico a pie de calle que también depende del Hotel Exe.
El Mirador del Thyssen, Paseo del Prado
La máxima unión del arte y la gastronomía es la propuesta de la terraza El Mirador del Thyssen, un espacio situado en la quinta planta del Palacio de Villahermosa o, lo que es lo mismo, el Museo Thyssen-Bornemisza.
Con unas vistas envidiables sobre el Paseo del Prado, el horario de la terraza es independiente al del museo, por lo que puede estar abierto aunque la pinacoteca ya haya cerrado sus puertas.
La Terraza del Urban, Carrera de San Jerónimo
La temporada del verano es la única en la que se puede acceder a la Terraza del Urban, en pleno centro de Madrid. Con una amplia oferta nocturna, puedes probar sus cócteles y una selección de tapas-degustación, desde las mejores ostras y caviar hasta mini hamburguesas o croquetas de gorgonzola.
Terraza Skynight, Avenida de América
En una de las entradas a Madrid (N-II) nos recibe el Hotel Silken Puerta de América, un espectacular edificio de diseño que posee una de las terrazas más envidiables del cielo madrileño.
Es la Discoteca y Terraza Fuse Skynight, situada en la planta 13 del hotel, una obra del arquitecto Jean Nouvel decorada en rojo y con mesasy sillas circulares en blanco.
Su amplia cristalera se encuentra totalmente abierta, permitiendo a los clientes fumar y contemplar sin intermediarios el skyline de Madrid.
Gaudeamus Café, Lavapiés
Dentro de la Biblioteca del UNED, antigua iglesia de las Escuelas Pías, se encuentra Gaudeamus Café, una fantástica terraza con vistas al castizo barrio de Lavapiés.
Dividida en dos áreas, una para tomar copas y otra para comer y cenar, supone un oasis en la capital en el que tomarse un café entre los tejados madrileños.
Café del Río, Madríd Río
También al otro lado del Manzanares hay terrazas por las que muchos suspirarían. Es el caso del Café del Río, una romántica terraza con sombrillas blancas y mesas de mader.
Con un menú del día muy asequible, no tener hambre no servirá de excusa para subir a esta terraza, ya que casi todos los platos se sirven en medias raciones. Un paraíso con el Palacio de Oriente de telón de fondo.
Hotel Room Mate Oscar, Plaza Vázquez de Mella
A un paso de la Gran Vía, la plaza de Cibeles, a la espalad de la Gran Vía, está el Hotel Room Mate Oscar. En su azotea han creado un pequeño oasis en pleno centro de Madrid. Una octava planta con piscina, camas y mesas para ver el cielo de la capital en un ambiente informal, disfrutando con una copa y buena música.
Ático de las Letras, Gran Vía
En plena Gran Vía se encuentra un homenaje al mundo de la literatura, construido en 1917. Es en su séptima planta donde guarda su mejor secreto, el Ático de las Letras, cuyas vistas del centro de Madrid dejan sin habla.
Durante las cálidas noches de verano, nada como tomarse un mojito en su Air Lounge, decorado con mobiliario de metacrilato y suelo de madera. Además, a cualquier hora se puede picar algo de su carta especial, a base de tostas y ensaladas.
El Viajero, Plaza de la Cebada
El barrio de La Latina es, posiblemente, el más bohemio y vanguardista de la ciudad, un barrio histórico lleno de bares, tascas y tabernas cuyo recorrido es uno de los más emblemáticos de Madrid.
Es en este barrio, en un palacete de tres plantas construído en la Plaza de la Cebada a finales del siglo XIX, donde se sitúa El Viajero, una conocida terraza madrileña cuyo ambiente enamora a todo el que la pisa... Como, según cuentan, les ocurrió a Iker Casillas y Sara Carbonero.
Sus ofertas de ocio van desde el restaurante con terraza a la calle a un bar de copas en el primer piso; pero es en su azotea donde se encuentra su tesoro más codiciado, un bar de tapas con vistas espectaculares sobre el Madrid de los Austrias.
Jardines de Sabatini, Cuesta San Vicente
La fachada del Palacio Real a los Jardines de Sabatini es una de las más fotografiadas de Madrid. Por eso, no es de extrañar que sea la protagonista en esta terraza-solarium.
Durante el periodo estival, está abierta para disfrutar de los atardeceres madrileños del Palacio de Oriente y del Templo de Debod, rodeado de un ambiente chill-out y un original menú de tapas.
Vinci Via 66, Gran Vía
Los tejados de la Gran Vía son una auténtica galería de arte, gracias a las estatuas que lucen la mayoría de los edificios en lo alto. Por eso, la terra del hotel Vincci Vía 66 es un enclave único en el que disfrutar de ellos.
Su decoración está pensada para todos los gustos, desde amplios sillonos y sofás de rafia hasta taburetes altos, para que cada cual disfrute al máximo de una cerveza o una copa mientras se pone el sol.
Mercado de San Antón, Calle de Augusto Figueroa
En la tercera planta del Mercado de San Antón se encuentra una impresionante terraza de casi 400 metros cuadrados desde la que disfrutar la vida del barrio de Chueca.
Con una carta inspirada en la cocina tradicional española, el restaurante cuenta además con una barra de apoyo en la que los cócteles son los protagonistas.
Casino de Madrid, Calle Alcalá
La alta cocina y las buenas vistas se juntan en la azotea del Casino de Madrid, un restaurante con dos estrellas Michelin propiedad del chef Paco Roncero.
Un Madrid histórico se mezcla con una gastronomía vanguardista bajo la atenta mirada de Las Cuádrigas de la antigua sede del Banco de Bilbao.
Terraza Cibeles, Palacio de Correos
Custodiando a la diosa Cibeles se encuentra el Palacio de Correos, sede del Ayuntamiento de Madrid y del Restaurante Palacio de Cibeles, situado en la sexta planta del conocido inmueble y bajo las órdenes de Javier Muñoz, hijo del famoso restaurador toledano Adolfo Muñoz.
Despliega su decoración vanguardista a lo largo de sus dos terrazas, en las que vivir una velada inolvidable, ya sea tomando una copa con amigos o disfrutando de una cena romántica.
La terraza-restaurante solo abre durante el verano, pero supone sin duda un lugar único para tomarse un gintonic con unas vistas privilegiadas de la plaza.