Verano en El Rocío: un paraíso de paz para tus vacaciones en Huelva

Durante cinco días se convierte en la capital mariana del mundo, con la mayor romería del planeta y un millón de personas por sus calles de arenas… pero cuando los romeros se marchan El Rocío se transforma en un paraíso de paz para quienes acuden a él buscando el retiro. El tiempo se detiene. La aldea es un lugar ideal para pasar unas vacaciones en familia o desconectar durante unos días en verano. Hay un Rocío diferente esperando.

Para los almonteños es habitual desplazarse durante el estío hasta sus casas para aprovechar el mejor clima y también el ritmo sosegado que todo lo impregna. También son cada vez más los propietarios de otras provincias o aquellos que acuden buscando la bondad de su naturaleza en una segunda residencia. El censo reconoce una población permanente de unos 1.600 vecinos, pero en verano son cada vez más quienes aprovechan todo lo que El Rocío ofrece. Su oferta inmobiliaria es amplísima, con casas que se alquilan por quincenas, semanas, meses o por días en todas las plataformas de alojamiento. El Rocío tiene además un abanico diverso de alternativas para pernoctar. Desde hoteles de lujo con todas las comodidades a establecimientos rurales con encanto o incluso habitaciones. También para los amantes del camping o las caravanas hay espacios reservados. Todo ello unido a la gastronomía única de la provincia de Huelva donde destacan desde las inigualables coquinas cogidas en las mismas playas de Doñana a la ternera mostrenca propia del ganado local que pasta que en los alrededores. Unas gambas y un jamón de primera con vistas a las marismas y que se detenga el tiempo.

Ocupa un lugar privilegiado. Se encuentra en la misma orilla de las marismas, ofreciendo a los visitantes atardeceres inigualables y las vistas de su fauna. Sus casas limitan con el Parque Nacional de Doñana, el mayor humedal de Europa y una de las grandes reservas de la naturaleza del continente. En tiempos de berrea es todo un espectáculo ver y escuchar a los ciervos en celo a escasos metros de sus casas, el cantar de los pájaros es una sinfonía y para los más afortunados queda la oportunidad de observar un lince, el mayor felino salvaje de la península Ibérica.

El Rocío se encuentra en un espacio único. Es un punto perfecto desde el que disfrutar de una playa como Matalascañas en la que es posible experimentar la sensación de estar un litoral virgen a escasos 22 kilómetros y también toda la vida y el ocio de un núcleo costero lleno de alternativas para la diversión. Los visitantes que eligen E l Rocío para su descanso veraniego cuentan con un núcleo urbano que tienen todos los servicios necesarios. La oferta de ocio es amplia. Los que buscan tranquilidad no necesitan más. Aquellos que buscan un turismo activo tienen rutas a caballo, amplios caminos para senderismo o rutas en bicicleta. Desde la aldea se realizan visitas al interior de Doñana. Y por supuesto el Santuario, donde la Virgen del Rocío bendice a quienes la visitan.