Micorutismo: Andalucía en temporada de setas
Andalucía ofrece a los visitantes un gran número de paraísos en los que perderse practicando el maravilloso arte de recoger setas
Con la llegada del otoño, en el mes de noviembre, tras las primeras lluvias y con el descenso de las temperaturas, los bosques (e incluso los jardines de las casas) experimentan la llegada de unos nuevos inquilinos que han estado esperando todo el año para reaparecer, las setas. Por eso a partir de ahora se puede ver deambulando por determinadas zonas a gente con sacas o cestas llenas de estos deliciosos manjares (tened cuidado y aprended cuáles son venenosos y cuáles comestibles), y Andalucía en particular ofrece a los amantes del micoturismo una serie de parajes y paraísos en los que maravillarse con el entorno y disfrutar de esta actividad.
Andalucía de oeste a este
El Parque Natural de los Alcornocales es un lugar maravilloso de por sí, pero además en temporada de setas se convierte en un paraíso para los micólogos. Aquí nos podemos pasar por Jimena de la Frontera, donde crece entre alcornoques el famoso rebozuelo, muy apreciado por su sabor. Si nos vamos a la provincia vecina, Huelva, podemos pasarnos por El Andévalo , donde la seta estrella es la trufa blanca, y en toda la Sierra de Aracena podemos encontrarnos boletus, galipiernos o parasoles.
En plena Sierra Morena , en la provincia de Córdoba, podemos viajar a cualquiera de las localidades para encontrar bajo los pinares los preciados níscalos. Por su parte, en el Parque Natural de las sierras de Tejada, Almijara y Alhama, a caballo entre Granada y Málaga, se contabilizan más de cuarenta especies, por lo que habrá que ser un experto para identificarlas. También en Málaga estaría bien no olvidar el Parque Natural Sierra de las Nieves.
Sierra de Cazorla, un paraíso micológico
Por supuesto, si uno es un amante de la naturaleza y de la micología, no puede perderse una visita al Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas , un espacio protegido en el que habrá que pedir permisos, pero un auténtico paraíso para los aficionados a recoger setas. Desde los populares níscalos hasta la muy valorada trufa negra, son varias las especies de la zona que quedarán maravillosamente en un plato.
Las setas no sólo son un plato delicioso, sino además una actividad (el recogerlas, no el comerlas) saludable y entretenido, algo que poder disfrutar en soledad, contemplando el paisaje, o en compañía de familia y amigos. El otoño invita a lanzarse de cabeza a los bosques, y de estos, Andalucía tiene un buen montón, y además de increíble belleza.