Viajar

Cinco monumentos de Málaga para visitar con niños

Las vacaciones de Navidad son una época perfecta para organizar planes culturales con los más pequeños de la casa

Teatro Romano de Málaga a los pies de la Alcazaba ABC

Pablo Marinetto

Ahora que se acercan las vacaciones de Navidad para los escolares conviene tener planes en el calendario más allá de acudir a los centros de las ciudades para ver el alumbrado, visitar belenes o esperar con ganas en casa la llegada de los Reyes Magos. Las actividades culturales son una buena opción para entretener a los más pequeños y pasar tiempo en familia.

En ABC hemos preparado una lista con cinco monumentos para visitar con niños y aprender de historia, arquitectura y arte sin salir de la provincia de Málaga .

Catedral de Málaga

La Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación sobresale en el skyline de la ciudad.

Ese es su nombre oficial, aunque entre los malagueños prefieren referirse a ella como ‘La Manquita’ , pues una de sus principales señas de identidad es que una de sus torres está inacabada.

El monumento tuvo como arquitecto a Diego de Siloé y su construcción se prolongó más de 250 años. Se trata de uno de los edificios más altos de Andalucía y desde sus cubiertas -transitables desde 2015- ofrece unas vistas privilegiadas de Málaga y su bahía.

Su principal peculiaridad es que las tres naves tienen la misma altura y en su interior guarda obras de extraordinario valor como el coro, una joya de la carpintería barroca realizada por el escultor Pedro de Mena.

Cueva de Nerja

Esta época es también una ocasión perfecta para visitar lugares que durante el verano suelen estar abarrotados de turistas. Uno de ellos es la impresionante Cueva de Nerja. Este capricho de la naturaleza -de casi 5 kilómetros de largo, fue descubierto por cinco jóvenes en 1959 y es quizá el principal atractivo de esta localidad malagueña. La de los Fantasmas, el Belén o la imponente sala del Cataclismo , con la columna más grande del mundo -incluida en el libro Guinness de los Records-, no dejan indiferentes. Como tampoco las pinturas rupestres que acoge en su interior o las formaciones de estalactitas y estalagmitas que tapizan la cueva. Un paraíso subterráneo que cautiva todos los sentidos.

Castillo de Gibralfaro

En torno a este monte los fenicios fundaron la ciudad de Malaka en el siglo VIII a. C. La ocupación musulmana dejó para la posteridad en su cumbre otro de los iconos de la capital: el Castillo de Gibralfaro, construido en el siglo XIV y considerada durante un tiempo la fortaleza más inexpugnable de la Península Ibérica.

En la Reconquista sufrió el asedio de los Reyes Católicos durante el verano de 1487 y Fernando el Católico lo convirtió en su residencia temporal tras la victoria. Además, designó el castillo como elemento del escudo de armas de la ciudad.

Es uno de los monumentos más visitados de la ciudad y se puede llegar hasta él a pie desde el centro histórico o en transporte público . Desde el interior del recinto o alguno de los miradores públicos que hay por la zona las vistas son espectaculares.

Acinipo

Acinipo, o también conocida como Ronda la Vieja se encuentra a unos 20 kilómetros de Ronda, en un enclave espectacular, de difícil acceso y sobre una elevación que alcanza los 999 metros sobre el nivel de mar . Los niños disfrutarán contemplando los espectaculares restos arqueológicos su Teatro, uno de los mejor conservados de la Hispania romana , así como de las vistas que este enclave de la Serranía de Ronda ofrece de las provincia de Sevilla, Cádiz y Málaga.

Teatro Romano de Málaga

El Teatro Romano de Málaga es uno de los símbolos vivos de la Hispania Romana en la ciudad y dispone de un centro de interpretación ubicado en el que por medio de las nuevas tecnologías se puede conocer la vida y las costumbres de la época.

Descubierto en el año 1951 , estuvo durante muchos años semioculto por el edificio de la llamada Casa de la Cultura, construida entre 1940 y 1942 y retocada en la década de los 60. Durante las obras se descubrieron los primeros indicios del Teatro, que sería puesto en valor años más tarde consolidándose como uno de los elementos más destacados de la ruta monumental de la capital .

Desde la misma calle Alcazabilla se tiene una visión casi total de la edificación, construida en tiempos de Augusto , en el siglo I d.C. y en uso hasta el siglo III. Algunos de sus sillares, columnas y piedras fueron utilizados para la construcción de la Alcazaba, que se eleva sobre el Teatro dejando una estampa fidedigna del paso de las diferentes civilizaciones por la ciudad.

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