TURISMO GRANADA
Calahonda, paraíso del descanso y del buceo en Granada
La playa de este pequeño municipio granadino es uno de los mejores lugares para disfrutar de un clima cálido y descubrir las maravillas submarinas de la Costa Tropical
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Calahonda es una pequeña joya en la provincia de Granada . Junto a la grandeza patrimonial de su capital, con la Alhambra a la cabeza, Sierra Nevada o la Alpujarra , la Costa Tropical es uno de los enclaves imperdibles para quienes la visitan. Si uno quisiera perderse por las decenas de pueblos entre Motril, Almuñécar o Salobreña , este sería sin duda una parada obligada. Incluso en invierno.
Las razones por las que Calahonda , a fin de cuentas un pequeño municipio costero y perteneciente hasta hace no tanto al Ayuntamiento de Motril, sea una de las opciones preferidas a la hora de elegir son diversas. Por encima de todo, claro, su playa homónima.
Casi 1,5 kilómetros de longitud y una anchura que supera los 40 metros, ideales para dar largos paseos ya sea al amanecer o al atardecer . Sus aguas, cristalinas, con el azul de la Costa Tropical y la arena gruesa y limpia que la caracteriza. Pero, por encima de todo, una actividad: el buceo.
Buceo en Calahonda
Las aguas transparentes de Calahonda esconden un sinfín de fauna y flora en los intensos azules turquesas de los que presumen. Toda una amplia biodiversidad marina que merece la pena conocer, eso sí, siempre de la mano de profesionales del buceo. Y en eso Calahonda no falla. Su playa está perfectamente equipada.
Se puede decir que, en el fondo, es una zona de grandes contrastes . Allí conviven zonas urbanizadas con servicios turísticos de primera categoría con otras vírgenes con abundante vegetación.
En lo que respecta al buceo en sí, existen varias empresas a las que acudir, con todos los niveles disponibles. Entre las opciones para descubrir estos fondos marinos se encuentra, por ejemplo, Buceo Calahonda , con más de una década de experiencia, y que ofrece unas de las mejores inmersiones en la zona.
En cuanto a lo que se esconde bajo la superficie, el perfil rocoso de la zona permite que se desarrolle una rica población de coral naranja. Las increíbles vistas componen desde una multitud de especies de esponjas o caballitos de mar , así como una gran variedad de langostas y tordos de gran tamaño.
Los peces, por otra parte, como el mero o el falso abadejo y otras de menor porte, pero muy vistosas, como los blénidos y los lábridos, componen asimismo la estampa. Hay que tener en cuenta, a propósito de esto último, que las actividades de pesca son otro de los grandes atractivos de Calahonda, sobre todo por la profundidad de sus aguas.
Todo, además, con un a gradable clima de tipo mediterráneo . Una temperatura anual media de alrededor de 16 grados centígrados que hace que incluso en los fríos meses de invierno la temperatura puede llegar a ser aceptable, llegando como máximo a los siete grados , un contraste importante en comparación con el interior de la provincia. La media en verano, claro, puede superar los 30 grados.
Castillos y faros sobre el agua
Calahonda puede asimismo presumir de tener varios lugares de interés patrimonial en su visita a la localidad. El Farillo de Calahonda , por ejemplo, cuyos primeros restos datan del siglo XVI, da buena prueba de ello. Esta torre vigía servía en su momento para asegurar la enorme ensenada de los ataques piratas y favorecer el comercio mercantil de la zona.
Pero existen varias edificaciones como esta. La cercana torre del Zambullón , una atalaya del mismo siglo, pertenecía también a esta configuración defensiva de la localidad. El culmen de este en la zona, sin embargo, no es otro que el castillo de Carchuna .
Este fue construido hacia el año 1783 por orden del rey Carlos III como fortificación de tipo defensivo también frente a las incursiones de piratas. Un edificio de forma cuadrada con patio de armas central y revellín delantero, en definitiva, una obra ejemplar de la ingeniería militar del siglo XVIII . Gracias a su construcción, de hecho, pudieron formarse plenamente las localidades aledañas.
El fortín, por desgracia, no es visitable por dentro , pero sí se puede admirar su exterior. A cambio, podemos disfrutar de la playa de Carchuna, a escasos kilómetros de Calahonda, y de las más tranquilas de la provincia.
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