Portugal

El Algarve: una cataplana a dos horas de Sevilla

Para entender la cultura de lo que representa el pescado y el marisco en El Algarve, lo mejor es visitar un mercado de abastos como el de Olhão

Cataplana de pescado y marisco para dos R. Maestre

Romualdo Maestre

Paella y cataplana tienen en común que las dos son a la vez continente y contenido. Definen el plato y también el utensilio donde se elaboran. La primera tiene como base el arroz, que absorbe como una esponja los sabores. En la segunda, esta función la cumple la patata y es siempre a base de marisco y pescado. A dos horas de Sevilla, añádase o réstese tiempo en función de la presión del pie sobre el acelerador, se encuentran las mejores cataplanas portuguesas de El Algarve a lo largo de los pueblos que bañan su costa. En cualquiera de ellos siempre encontrará un restaurante con una parrilla de carbón en el exterior para el pollo o el róbalo y la cataplana.

Para entender la cultura del pescado y lo que representa en esta bellísima región, es muy recomendable visitar una plaza de abastos. Olhão tiene una industria conservera y el puerto de pescadores más importante. Su mercado, que data de 1916, es un espectáculo para los sentidos. Peces aguja, centollas del tamaño de una pantalla de ordenador, magníficos espinazos de atún, anguilas, mojamas de huevas de choco ... conviven con la misma naturalidad que sardinas o boquerones.

Floristería del mercado de Olhao con vistas al mar R. Maestre

Sólo ver los puestos en el exterior con el mar como telón de fondo, ya merece la pena el paseo. Es la miel pura de abeja, las castañas secas junto a los higos, el olor de la fruta recién cogida del árbol o la verdura cortada, esos aromas que perdimos cuando abandonamos la infancia y ahora hasta una cebolla viuda viene envuelta en varias capas de plástico en el supermercado. Por seguridad con el Covid habrá que guardar una pequeña cola, ya que el aforo está limitado a 75 personas. Si prefiere, dé una vuelta por los alrededores para contemplar marisquerías o esa floristería con vistas al mar, probablemente una de las más bonitas del mundo.

Sin cilantro ni perejil

A escasos 20 minutos de Olhão en coche se encuentra Fuseta, pueblo muy turístico por sus magníficas playas de arena blanca y aguas cristalinas, a las que sólo se llega en barca porque se encuentran en una lengua de mar e islas.

Playa de Fuseta en la desmbocadura de la ría Formosa R Maestre

En la primera rotonda grande está el restaurante Crispim . Si tiene pensado degustar una cataplana de marisco avise con cierto tiempo y calcule que una para dos satisface al doble de comensales. Sencillamente espectacular, sin perejil ni cilantro que enmascaren la corvina o el rape, nada más abrirla se despiertan los jugos gástricos. La cataplana, que dicen es e volución del tayín árabe cuando la dominación musulmana, siempre se sirve cerrada. Para acompañarla, mejor una jarrita de vino blanco fresco, porque la cerveza bien fría se estila poco en Portugal.

A la hora del café, lo más recomendable —apenas cinco minutos andando—, es el precioso molino de mareas restaurado con un exquisito gusto y que también es alojamiento hotelero. Allí podrá deleitarse con una colonia de flamencos a los que conviene no acercarse mucho por su carácter huidizo. O el lago de color rosa formado por la cristalización de la sal en sus esteros. Mucho más cerca que el famoso de Senegal.

Imagen del estero con sal que torna a rosa por los rayos del sol R Maestre
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