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La Albufera de Adra, un tesoro natural en la provincia de Almería

Esta reserva natural está incluida entre los 2.000 humedales más importantes del mundo, lugar de paso de las rutas migratorias de aves entre Europa y África

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Vista aérea de la Albufera de Adra. ABC

R. Pérez

Dos lagunas conforman la Albufera de Adra, un humedal costero cercano a la población, que constituye una fuente permanente de alimento y vida para la fauna residente en la zona y lugar de paso obligado en las rutas migratorias para las aves, entre los continentes europeo y africano. Sorprende su ubicación, en un entorno rodeado de invernaderos de cultivos intensivos, formando dos islas de aguas en ese mar de plástico.

Con el paso del tiempo ha visto reducido su tamaño, pero este espacio está incluido entre los 2.000 humedales más importantes del mundo , con presencia de unas 600 especies de flora y fauna identificadas. Fue declarada Reserva Natural en julio de 1989 y cuenta con una superficie total de 131 hectáreas en el municipio de Adra.

La Reserva Natural Albufera de Adra cuenta con un observatorio ornitológico que acoge a grupos organizados para visitas con fines didácticos y científicos . Este tipo de lagunas son hábitats muy frágiles y escasos, que sirven de refugio a multitud de plantas y animales, muchos de ellos rarísimos a escala mundial.

Un grupo de patos en el humedal de la Albufera de Adra. ABC

Aquí podemos encontrar la ranita meriodional, el galápago leproso, el fartet, el pejerrey y hasta 140 especies distintas de aves . Las Albuferas de Adra son un complejo húmedo imprescindible para diversas especies tanto de peces como de aves que habitan en ellas por sus condiciones ambientales, excepcionales en la árida Almería.

El agua de estas lagunas son una mezcla entre los aportes subterráneos de agua dulce y agua de mar, lo que es determinante para la existencia de una singular vegetación de ribera , donde se localizan especies como tarays, carrizos y enea. Son muchos los turistas que se desplazan hasta Adra para conocer la gran singularidad de esta albufera que convive desde hace años con los cultivos intensivos bajo plástico.

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