ARQUEOLOGÍA
Acinipo, el desconocido encanto de la enigmática e interesante Ronda La Vieja
En plena serranía, a unos 20 kilómetros de Ronda, se encuentra esta antigua ciudad romana que lo tiene todo para enamorar al visitante
La antigua ciudad romana de Acinipo ha pasado desapercibida en demasiadas ocasiones. Seguramente la razón de este desconocimiento generalizado sea que se encuentra actualmente en un enclave apartado, que no se encuentra en el centro de ninguna ruta transitada y que alrededor existen muchos lugares de un tremendo interés turístico que son los que acaparan normalmente los focos. Este yacimiento arqueológico se sitúa entre lugares tan visitados como el parque natural de la sierra de Grazalema o localidades tan interesantes como Setenil de las Bodegas o la propia Ronda. Todo ello ha provocado que este envuelto en una especie de halo de misterio, que lo convierte en el lugar perfecto para los amantes de la historia y para aquellos que huyen de las multitudes.
El encanto de Ronda la Vieja
Acinipo, o también conocida como Ronda la Vieja se encuentra en el término municipal de Málaga, a unos 20 kilómetros de Ronda, en un enclave espectacular, de difícil acceso y sobre una elevación que alcanza los 999 metros sobre el nivel de mar . Al margen del interés de los restos arqueológicos que se pueden visitar en el yacimiento, únicamente por las vistas que el visitante puede contemplar desde este punto, ya merece la pena subir a este enclave y es que desde aquí se pueden ver diferentes zonas de las provincia de Sevilla, Cádiz y Málaga.
El lugar tiene un espíritu y un aroma especial. Es el carácter de esas ubicaciones que han sido pobladas por humanos de diferentes civilizaciones a lo largo de la historia. Es un lugar en el que se ha estudiado la presencia de pobladores desde el Neólito , habiéndose encontrado muestras que pertenecen a la Edad del Cobre y a la Edad del Bronce. Y es que estamos en un lugar en el que se han encontrado cabañas circulares prehistóricas que sirvieron como domicilio a los primeros pobladores.
Sin lugar a dudas Acinipo encuentró su mayor esplendor de la mano de la civilización romana, convirtiéndose en un lugar importante desde el punto de vista estratégico y comercial. Los investigadores estiman que vivió su edad de oro desde finales del siglo I d.C., momento en el que se datan las construcciones más importantes que han podido estudiarse.
La ciudad de Acinipo aparece en diferentes textos de historiadores como Ptolomeo o Plinio el Viejo, siendo una ciudad que llegó a acuñar moneda propia , lo que nos da medida de la importancia que llegó a adquirir. Sus ruinas han suscitado desde hace tiempo el interés de especialistas y humanistas como es el caso de Fariña del Corral o Lorenzo de Padilla.
Los buenos tiempos de Acinipo poco a poco fueron encontrando su final, entrando en una progresiva decadencia desde el siglo III, hasta perder finalmente su importancia a lo largo del siglo IV, dejando paso al periodo de esplendor de la vecina ciudad de Arunda, la actual Ronda. Este mágico enclave se convirtió en sólo una sombra de lo que un día llegó a ser, hasta ir quedando paulatinamente abandonado en torno al siglo VII .
La primera sensación que el visitante encuentra al vislumbrar el teatro de Acinipo es de auténtica incredulidad. Resulta difícil creer que en un lugar tan apartado, de tan difícil acceso y tan poco conocido exista un teatro romano conservado en unas magníficas condiciones. Sólo por ver este teatro ya merece la pena la visita a Acinipo, ya que la experiencia de viajar con la imaginación a los tiempos en los que este teatro estaba lleno de artistas y público es inigualable. Los ingenieros y arquitectos romanos sabían perfectamente lo que hacía y ubicaron este teatro en un lugar maravilloso, con unas vistas del entorno y una luz únicas.
Es el elemento que mejor está conservado de todo el yacimiento, y se construyó aprovechando de manera natural la pendiente del terreno para instalar el graderío, que está excavado de manera directa sobre la roca . La escena del propio teatro se levantó con los materiales que resultaron de la construcción de la parte del graderío y se mantiene casi todo su alzado. Los especialistas han determinado que tenía dos vomitorios en sus laterales por los que accedía el público y un muro perimetral que no ha llegado a nuestros días.
Observar como se pone poco a poco el sol y sus rayos van iluminando por sectores diferentes partes de este teatro -uno de los mejor conservados de toda la Hispania romana-, es una experiencia que hará que el visitante no olvide nunca su paseo por Acinipo .
Los amantes de la historia y de la arqueología pueden seguir su visita al yacimiento en las termas, que están fechadas en el siglo I a.C., y que se encuentran en la parte baja de la ciudad, siendo objeto de diferentes excavaciones a lo largo de los últimos años. Se conservan el caldarium, tepidarium, columnas y conducciones de agua. Unas termas en las que también es posible encontrar algunos restos de la antigua palestra , el lugar que los romanos destinaban a la realización de diferentes ejercicios gimnásticos. Dentro del yacimiento arqueológico también quedan algunos restos de una domus o vivienda señorial romana.
La entrada a este yacimiento, que depende de la Junta de Andalucía, es completamente gratuita
La propia situación geográfica de Acinipo servía en sí misma como defensa ante los posibles ataques de ejércitos enemigos, pero la ciudad también contaba con una muralla en todo su perímetro , de la que han llegado algunos restos hasta nuestros días, aunque no ha sido posible determinar la altura que pudo llegar a alcanzar.
Paseando por las actuales ruinas de Acinipo es posible sentir la importancia que llegó a adquirir este lugar para los romanos, que se encontraba muy bien comunicado con el valle del Guadalquivir y el litoral gaditano, por lo que se convirtió en un lugar vital desde el punto de vista comercial. Una ubicación de privilegio que sigue teniendo en la actualidad, ya que se sitúa en una zona ideal para los amantes del turismo rural, que pueden combinar su visita a Acinipo con muchos atractivos que existen en la zona.
Ronda la Vieja es un lugar para viajar en el tiempo y también para pararlo. Un enclave para recorrerlo sin prisa, preferentemente a primeras horas de la mañana o cuando el sol poco a poco se va escondiendo entre las cimas del entorno y aparecen bellísimos colores . Un lugar cuyo calendario y horarios de apertura se puede consultar en su página de Facebook y cuya entrada es gratuita. Una visita que los amantes de la historia no pueden dejar pasar y que los enamorará para siempre.
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