Perro Viejo, uno de los restaurantes de moda
Sevilla está sabiendo crecer a nivel gastronómico, y a la comida tradicional se le van sumando restaurantes como el Perro Viejo, que fusiona tradición y creatividad en un entorno con un diseño impecable
Seguramente cuando un turista viene a Sevilla, lo primero que se le viene a la cabeza cuando piensa en gastronomía es el jamón, las aceitunas, el cocido, o el pescaíto frito. Pero Sevilla es mucho más, y como capital de Andalucía se ha convertido en la abanderada de la nueva cocina andaluza. No consiste en romper con la tradición y usar la cocina desestructurada o la cocina molecular. Simplemente se trata de una relectura de la gastronomía más tradicional para adaptarla a un diseño más actual y a unos paladares más internacionales. Y en Perro Viejo han dado en el clavo.
Un local donde predomina el diseño
Lo primero que llama la atención cuando se entra en Perro Viejo es el diseño del local. La estética del local y el diseño de cada rincón se ha cuidado al detalle, y se organiza a través de diferentes espacios en sus varias plantas. La entrada tipo patio nos recibe con un olivo que ya nos sorprende, y la sorpresa no hace más que aumentar al ver la cocina de concepto abierto que podemos contemplar mientras los chefs despliegan todo su buen hacer.
Una carta a la carta
Si gusta el ambiente, más le gustará al comensal la carta. Una mezcla de cocina tradicional, cocina moderna, y cocina internacional, que hará que cualquiera se vuelva loco a la hora de elegir uno o dos platos. ¿La solución? Algo que hacemos mucho aquí en Sevilla, la tierra de la tapa: pedir al centro. Desde las croquetas de jamón o las papas bravas hasta el ceviche de salmón o el tataki de atún, hay un mundo de diferencia, pero todo está en la misma carta. Especial importancia cobran en el menú los arroces y las carnes a la brasa, uno de los aromas más inconfundibles del lugar.
Otra de las cosas buenas de Perro Viejo es que se ubica en pleno centro de Sevilla, por lo que cualquier visitante a la ciudad podrá encontrarlo sin ninguna dificultad. Perro Viejo pertenece al mismo grupo que ya tiene varios restaurantes de renombre en el centro o la Alameda, como el Bar Antojo, el Nikkei Bar o la Niña Bonita, todos ellos basados en conceptos similares, como el darle una vuelta a los platos tradicionales, la influencia internacional, y sobre todo uno de los detalles que más gusta a los comensales: los camareros son tan amables, que te dan ganas de llevártelos a casa.