Ocho restaurantes donde comer muy bien en Córdoba
El crítico de ABC selecciona sus direcciones favoritas para elegir con garantías en una de las capitales de las escapadas de fin de semana
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Casa El Pisto
Hasta hace pocos años la oferta gastronómica de Córdoba no estaba a la altura de su riqueza monumental. Una ciudad Patrimonio de la Humanidad en la que, sin embargo, los visitantes tenían muy pocas alternativas para comer bien. Siempre quedaba el refugio de las tabernas , perfectas para el tapeo. Barras con un amplísimo surtido de tapas y raciones, entre las que destacan las más tradicionales de la ciudad como los flamenquines, el rabo de toro, el salmorejo , o las berenjenas fritas. Pero junto a ellas, en los últimos tiempos, los restaurantes han elevado considerablemente su nivel. Poniéndose al día algunos tradicionales y apareciendo otros nuevos que hacen que ahora la capital cordobesa sea un lugar atractivo a la hora de disfrutar también de la gastronomía.
Casa El Pisto
Entre los más clásicos encontramos la Taberna San Miguel , situada en la céntrica plaza del mismo nombre y conocida también como Casa El Pisto. Es una de las tabernas más antiguas de la ciudad, con más de 130 años. Además de su barra, siempre abarrotada, cuenta con algunos espacios interiores con mesitas de madera donde sentarse a comer de manera más tranquila. Tapas y raciones muy clásicas, entre las que hay que destacar el salmorejo y el rabo de toro, que están entre los mejores de Córdoba.
Taberna San Miguel El Pisto. Plaza de San Miguel, 1.
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Mesón Juan Peña
Otro establecimiento muy popular en la ciudad es el Mesón Juan Peña, taberna muy tradicional en su ambiente en la que sobresale el salmorejo de tomate. Además, berenjenas fritas, flamenquines, sangre encebollada con tomate o rabo de toro.
Mesón Juan Peña. Avenida Doctor Fleming, 1.
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Los Berengueles
También es una taberna, pero más moderna, Los Berengueles. Preciosos sus zócalos de azulejos que sirven de escenario para un buen tapeo tradicional o para comer en el restaurante de la planta superior. Además de los platos populares cordobeses tienen una oferta de pescados poco habitual en la ciudad.
Los Berengueles. Conde de Torres Cabrera, 7.
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Bodegas Campos
Uno de los restaurantes de referencia en la ciudad es Bodegas Campos, un enorme local con barra de tapeo en la entrada y diversos comedores decorados al estilo andaluz. Para empezar, buen salmorejo, paté de perdiz, la ensalada molinera de bacalao y naranja, o berenjenas fritas. Y luego, carnes de la sierra cordobesa y rabo de toro, este también en un arroz con verduritas.
Bodegas Campos. Lineros, 32.
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El Churrasco
Otro establecimiento bien conocido, con una larga trayectoria, es El Churrasco, en plena Judería. La familia Carrillo ofrece uno de los mejores salmorejos de la ciudad, que conviene tomar junto a las berenjenas bien fritas y crujientes que son otra de las especialidades de la casa. En temporada, el gazpacho rojo, de tomate, y el blanco, de piñones. Y si los tienen, hay que pedir los riñones de cordero a la plancha.
El churrasco. Romero, 16.
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Pic Nic
Mucho menos turístico, frecuentado sobre todo por público local, Pic-Nic es un buen restaurante de cocina de mercado abierto hace ya treinta años. Muy centrado en el producto de calidad, en elaboraciones sencillas y siempre ceñido a la temporada. Desde unas setas o unas habitas hasta distintos cortes de carne y buenos pescados.
Picnic. Avenida Ronda de los Tejares, 16.
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Choco
En una línea más moderna, Choco, establecimiento con estrella Michelin. Situado en un barrio alejado del centro, el cocinero Kisko García realiza una cocina muy técnica y refinada, con platos que se basan en un buen producto, bien tratado, con una marcada raíz cordobesa.
Choco. Compositor Serrano Lucena, 14.
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Noor
Lo último, abierto este mismo año, es Noor. La apuesta del chef cordobés Paco Morales, que tras un largo periplo por restaurantes con estrellas regresa a su ciudad natal con un ambicioso proyecto que recupera la cocina andalusí, la que practicaban los árabes en el reino de Al Andalus entre los siglos VIII y XIV. Tras meses de intenso trabajo buceando en libros y manuscritos de la época, recuperando productos y recetas, ofrece platos muy delicados, llenos de aromas y sabores especiados. Morales ha reinterpretado esa cocina y la adapta a los tiempos actuales sin prostituirla, con la dificultad añadida de no emplear más que productos que se conocían en la época.
Noor. Pablo Ruiz Picasso, 6.