Diez excelentes restaurantes a menos de 150 km de Madrid

Una guía imprescindible elaborada por el crítico gastronómico de ABC para organizar una escapada gastronómica

Molino de Alcuneza, en Sigüenza
Carlos Maribona

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Dónde comemos este fin de semana, o el próximo puente. Ese interrogante suele surgir en cada excursión (en este caso, con Madrid como punto de partida). Y eso suponiendo que la escapada no sea estrictamente gastronómica, que también hay muchos aficionaos a esa actividad. En cualquier caso, elegir bien es fundamental. Le hemos pedido a nuestro crítico gastronómico, Carlos Maribona, una lista de restaurantes imprescindibles a menos de 150 km de la capital, a una distancia razonable para ir y volver en el día. Este es el resultado.

Más opciones, en nuestra Guía de Restaurantes de Madrid

1

El equipo de Iván Cerdeño, en el Cigarral del Ángel, con Toledo al fondo Restaurante Iván Cerdeño

Iván Cerdeño

Iván Cerdeño es probablemente el cocinero joven español con mayor proyección en estos momentos. En enero se trasladó a un cigarral, el del Ángel, una gran finca que perteneció a la poetisa Fina Calderón con excelentes vistas de Toledo . Cambio de ubicación pero no de cocina. La misma cocina brillante que le ha hecho destacar en los últimos años. Cocina de proximidad, aprovechando las huertas del Tajo y los recursos que le proporciona ese entorno, pero siempre sin cerrarse en banda a lo de fuera, que emplea sin complejos cuando es necesario. Elaboraciones de mucho nivel técnico, de gran elegancia, y con mucho sabor. Escabeches, sopas de ajo, atascaburras, mojete, gachas, ensalada de perdiz roja, morteruelo... El recetario popular actualizado y llevado con acierto a la alta cocina.

Dónde. Cigarral del Ángel. Carretera de la Puebla, s/n. Toledo. www.ivancerdeno.com

2

Restaurante El Almacén, con vistas a la muralla de Ávila El Almacén

El Almacén

Más de veinte años llevan ya la cocinera Isidora Beotas y su marido, Julio Delgado , que dirige la sala, al frente del mejor restaurante de la capital abulense. Una referencia gastronómica en la que además de comer muy bien se disfrutan unas excelentes vistas de la muralla de la ciudad ya que está enclavado fuera del recinto, en la salida hacia Salamanca. Platos de cocina actual, sin excesos, que alternan con otros que responden a la tradición abulense como las judías de Navalonguilla guisadas o el chuletón de avileño. En todos los casos se imponen el sabor y la calidad de los productos que se emplean. Buenos postres. Cuenta además con una completísima bodega. Y siempre, amabilidad a raudales.

Dónde. Carretera de Salamanca, 6. Ávila. www.restauranteelalmacen.com

3

Óscar Hernández, en Maracaibo Maracaibo

Maracaibo

Conocido también como Casa Silvano , ya que así se llamaba su fundador, Silvano Hernández, que hace cuarenta años abrió un restaurante de cocina muy tradicional, fundamentalmente asados. Su hijo, Óscar Hernández , al hacerse cargo del negocio mantuvo esos platos populares segovianos pero a muchos de ellos les dio un toque más actual. Así que ahora lo mismo se pueden comer allí unos buenos judiones de La Granja o un cochinillo al horno que una hamburguesa de lechazo, un carpaccio de secreto de ibérico o careta de cochinillo al vacío con salsa de zanahoria y trufa. Incluso tiene dos versiones de la sopa castellana, la tradicional y la moderna. Muy buena bodega. Y una atractiva barra para quien prefiera dedicarse al tapeo.

Dónde. Ezequiel González, 25. Segovia. www.restaurantemaracaibo.com

4

Hotel Valdepalacios

Tierra

No es fácil mantener un hotel de lujo y un restaurante gastronómico de alto nivel en medio del campo, a pocos kilómetros de Oropesa y a 150 de Madrid. Pero los propietarios de Valdepalacios lo han logrado, y de manera brillante. Pocos hoteles con el encanto de este, situado en el término municipal de Torrico (Toledo) , en una finca de 600 hectáreas poblada de encinares en la que abundan los gamos y los ciervos. Desde su apertura hace una década apostaron también de manera decidida por la gastronomía. Un restaurante gourmand que cuenta con una estrella Michelin. Al frente de la cocina, el vallisoletano Jesús Hernández mantiene la línea de cocina que ha seguido Tierra desde sus comienzos a pesar de los cambios de cocinero que ha ido registrando. Platos de corte clásico con guiños actuales y marcados por el entorno. Bien resueltos técnicamente, con puntos acertados, mucho sabor y el producto como principal protagonista.

Dónde. Hotel Valdepalacios. Torrico (Toledo). www.tierra-valdepalacios.com

5

Restaurante Palio

Palio

Jesús Ángel Gómez-Monedero se formó como cocinero en diversos restaurantes, pero principalmente en El Bohío, de Illescas. Y eso se refleja en su cocina, abierta a todas las influencias pero claramente centrada en la tradición castellano-manchega, y muy especialmente en los platos de caza. Todo razonablemente puesto al día: migas manchegas con puntas de calamar; asadillo en ensalada con patatas y huevos; pisto manchego con huevos pochados; arroz con conejo y alcachofas... Uno de sus principales atractivos son los panes caseros, un aspecto que no se cuida habitualmente y que aquí son de gran calidad, elaborados artesanalmente con harinas biológicas molidas en piedra. La sala la dirige con eficacia Isaac, hermano de Jesús Ángel. Comedor acogedor y precios muy razonables.

Dónde. Mayor, 12. Ocaña (Toledo). www.paliorestaurante.es

6

Sala de El Doncel El Doncel

El Doncel

Los hermanos Pérez, Enrique en la cocina y Eduardo en la sala, han logrado poner el caduco restaurante familiar a la altura de una ciudad monumental como Sigüenza . Con una estrella Michelin es este uno de los comedores más atractivos de Castilla-La Mancha. Un espacio moderno y acogedor. Y en la carta, pocos platos fijos y muchas recomendaciones en función del mercado. Trabajan mucho el producto de la zona e incluso tienen proveedores directos de trufas, de corzos o de huevos de corral. Productos que el cocinero trata con respeto y buena técnica, obteniendo interesantes resultados. Entre sus mejores elaboraciones, el carpaccio de corzo con sorbete de tomillo, la peculiar versión del popular torrezno, o los raviolis con setas de cardo. Bodega muy completa, especialmente en vinos castellano-manchegos.

Dónde. Paseo de la Alameda, 1. Sigüenza (Guadalajara). www.eldoncel.com.

7

Mesón de Doña Filo @mesondonafilo

El Mesón de Doña Filo

Julio Reoyo es uno de los mejores especialistas madrileños en la cocina de la casquería (imprescindibles las jornadas que organiza cada año) y de los guisos. En este restaurante que abrió hace más de quince años junto a Inma, su mujer, que atiende la sala, demuestra su gran técnica, el dominio del producto y su interés por potenciar al máximo los sabores de los platos. Abre sólo los fines de semana y no tiene carta . Únicamente dos menús degustación que permiten probar sus elaboraciones, siempre ceñidas a la temporada y con un moderado punto de creatividad. Cuando más luce es con la cocina otoñal e invernal, la de la caza y los platos de cuchara, aunque se come estupendamente en cualquier época del año. Imprescindibles los callos que prepara.

Dónde. San Juan, 3. Colmenar de Arroyo (Madrid). 91 865 14 71.

8

Asador Siboney Facebook/Asador Siboney

Siboney

Arévalo es un pueblo que ha levantado un monumento al cochinillo. Esta localidad abulense está considerada la capital del tostón, por ello la oferta de asadores es abrumadora. No hay seguramente un lugar en España con tantos establecimientos dedicados a los asados por habitante. Uno de los más destacados es el asador Siboney, dónde sólo se utilizan cochinillos de Arévalo, asados a la manera tradicional en un horno a la vista. Jugosos, tan tiernos que se deshacen, sin un ápice de grasa y con la piel bien crujiente. Se sirven en un comedor de abigarrada decoración, todo un museo de valiosas antigüedades. Como buen asador castellano cobran también protagonismo los lechazos. Siempre acompañados por una buena ensalada. El resto de la carta es igual de sencillo. Cocina castellana y buen producto. Salteado de mollejas y setas, reconfortante sopa castellana, riñoncitos de lechal, revuelto de morcilla… Y de postre, un sobresaliente ponche segoviano.

Dónde. Figones, 4. Arévalo (Ávila). 920 30 15 23.

9

Un rincón de Charolés

Charolés

Lleva más de cuarenta años como referencia gastronómica en la Sierra de Madrid. Manuel Mínguez abrió Charolés en 1977 y desde entonces es el restaurante imprescindible para quienes buscan buena cocina tradicional en San Lorenzo del Escorial. En pleno centro del pueblo, a un paso del Monasterio, sus comedores interiores, sin luz natural, se mantienen inmutables, lo mismo que el servicio de sala y todos los detalles. No pasa el tiempo por esta casa en la que desde sus inicios se sirven estupendas carnes de la zona y varios días a la semana un cocido que es uno de los mejores de toda la Comunidad madrileña, incluida la capital. Y eso que los precios no son especialmente baratos si tenemos en cuenta la situación del restaurante. La de Charolés es una cocina absolutamente tradicional, que se refleja en una carta bien equilibrada, con platos sabrosos y contundentes de esos que gustan a todo el mundo, y que se completa a diario con recomendaciones en función del mercado.

Dónde. Floridablanca, 24. San Lorenzo del Escorial (Madrid). www.charolesrestaurante.com

10

El Molino de Alcuneza

El Molino de Alcuneza

A escasos cinco kilómetros de Sigüenza, El Molino de Alcuneza es un hotel con mucho encanto enclavado en un antiguo molino de harina y miembro de Relais&Chateaux. Desde hace un par de años abrieron al público su restaurante, reservado hasta entonces a los clientes del hotel. Y lo han hecho tan bien que han recibido una estrella Michelin. Al frente están Blanca y Samuel Moreno, hijos de los propietarios. La primera ejerce como jefa de sala y sumiller, mientras que su hermano se ocupa de la cocina tras un periplo formativo que le llevó, entre otros sitios, a La Broche de Sergi Arola y a un stage en El Celler de Can Roca. Pero tal vez la parte más importante de ese tiempo de aprendizaje fue el período en el que se especializó en panadería. Samuel tenía muy claro que al estar el hotel y restaurante familiar en un molino harinero era muy importante apostar por este apartado. Le gusta trabajar con el producto del entorno, desde verduras de su propio huerto o las truchas de las piscifactorías hasta los embutidos artesanales de la vecina Sigüenza o el cordero local. Y para los postres, miel de la Alcarria. Carretera de Alboreca, 0,500.

Dónde. Alcuneza (Gudalajara). www.molinodealcuneza.com

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