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Lo que debes saber si quieres ir al Algarve

El sur de Portugal es uno de los destinos de moda en Europa. En estos diez paisajes descubrirás la razón

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Las mejores playas de Portugal

Playa Ponta da Piedade -
javier jayme - abcviajar - Actualizado: Guardado en: Viajar

Algarve deriva de al-gharb, término árabe que significa la tierra más allá. Paisajística y climáticamente, la región más meridional de Portugal es, en efecto, muy diferente del resto del país. Con temperaturas siempre benignas y 300 días de sol al año, sus playas, de múltiples formas y tamaños, tranquilas o con olas, solitarias o palmariamente populares, son el orgullo del sur lusitano y uno de sus grandes distintivos, apreciado y deseado hoy por viajeros de toda Europa. De hecho, según los usuarios de TripAdvisor -la mayor web de viajes del mundo-, la de Falésia, paradisíaco arenal blanco a la vanguardia de sus acantilados rojizos, y la de Ponta da Piedade, cuyos farallones anunciaban a los navíos portugueses su vuelta al hogar patrio cuando Enrique El Navegante, allá por 1420, comenzó a enviarlos a forzar lo desconocido en las costas de África, están entre las 25 mejores del Viejo Continente.

Ambas playas incorporan la esencia algarvía en dos paisajes bien distintos de singular belleza. Falésia (puesto 18 de la lista), en sus 3 km de longitud, ofrece generosos espacios abiertos para un ocio relajado y contemplativo; Ponta da Piedade esconde entre sus protuberancias rocosas oscuras cuevas marinas, propias de la región, que permiten a los viajeros fantasear durante los recorridos en barco por la costa. Los enamorados del mar, de las anchas barras arenosas, las aguas cristalinas y los paisajes litorales abruptos encontrarán en cualquiera de ellas su edén soñado.

A estas preferencias de los usuarios de TripAdvisor hay que añadir las elegidas por los propios viajeros como las mejores de Portugal. En este caso, las playas de Algarve copan el top 10 de la lista, destacando de nuevo Falesia en el número 1, seguida por Ponta da Piedade (3), Olhos de Agua (4), Praia da Rocha (5), Doña Ana, en Lagos (6), Praia da Luz, en Burgau, (9) y Odeceixe, en Aljezur (10).

A pie y sobre dos ruedas

Cicloturismo en el Algarve- Helio Ramos
javier jayme - abcviajar - Actualizado: Guardado en: Viajar

Contrariamente a quienes piensan que el Algarve es poco más que sol e inmensas playas, golf y gastronomía, la región se abre cada vez más a los amantes de la naturaleza. El senderismo y el ciclismo, recientes modos de conocer este destino, se benefician de la recuperación de carreteras secundarias y caminos rurales abandonados. Se trata de itinerarios alternativos al asfalto para un turismo activo y sostenible en un Algarve íntimo y profundo, desconocido para muchos.

La Vía Algarviana, 240 km zigzagueantes por tres sierras y parques naturales, busca ser parte de los recorridos transeuropeos y convertirse en una de sus Grandes Rutas (GR13). Consiste en la unión pedestre del trayecto que va desde Alcoutim, en la zona interior limítrofe con Huelva, hasta el Cabo de San Vicente, en la costa atlántica. Cruza municipios tan atractivos como Castro Marim, Tavira, Loulé, Silves, Monchique, Lagos y Vila do Bispo. Regularmente, los senderistas la pueden completar en 14 días. Las caminatas, que varían entre 14 y 30 km diarios, se pueden combinar con paseos en burro, observación diurna de aves y nocturna de estrellas. También, si se tercia, con la recolección de mariscos.

En sus 214 km, la Ecovía del Litoral, diseñada ex profeso para los ciclistas, atraviesa doce concejos, desde el Cabo de San Vicente hasta Vila Real de San Antonio, en la frontera con Huelva. Forma parte de la cicloruta europea Eurovelo1, que ciñe la costa atlántica desde Noruega hasta el suroeste de la península Ibérica. La Ecovía nos descubre parajes imponentes como la cala de Boca do Río, los acantilados de la playa de Rocha o el parque natural de Ría Formosa, con sus 60 km de longitud y una amplísima variedad de aves migratorias. También pueblos encantadores: Ferragudo, Olhao con sus azoteas cubistas, Faro, la capital algarvía, o Tavira, la Venecia del Algarve.

Castro Marim y sus Días Medievales

Días medievales en Castro Marim-
javier jayme - abcviajar - Actualizado: Guardado en: Viajar

A sólo 57 kilómetros de Huelva, Castro Marim constituye un excelente punto de encuentro con el sur de Portugal, su paisaje y su historia. Coronando una colina, el Castillo Viejo; sobre otra, el baluarte de San Sebastián. Entre ambos, las casas enlucidas mostrando, en su sencillez, la típica arquitectura algarvía: blancas fachadas, coloridas cornisas, azoteas y chimeneas enrejadas. Alrededor, el pardo oscuro de la campiña animado por los azules del Guadiana y del horizonte marino. Sus antiquísimas salinas, bordeándola por el lado del río, hacen, desde lejos, las veces de radiantes -cuando no cegadores- espejos.

El Castillo Viejo, declarado Monumento Nacional, constituye el edificio más característico de esta pintoresca localidad. Se trata de una construcción medieval del siglo XIII, de posible origen musulmán, levantada en un vasto altozano que domina la desembocadura del Guadiana. De planta cuadrada, con torreones circulares en las esquinas, posee dos puertas. La principal exhibe un curioso relieve en forma de llave con siglas características de los masones. Precisamente en el recinto que delimitan sus murallas, durante el último fin de semana de agosto, tiene lugar una celebración impar, que en 2015 cumplirá su mayoría de edad: los Días Medievales.

Serán, en efecto, 18 años los que Castro Marín lleva sacando brillo a armaduras, lanzas, escudos y yelmos para entretener a sus visitantes con este original espectáculo de despedida del verano. Cuatro días en los que su castillo retornará al Medievo acogiendo a reyes, reinas, caballeros y damas, bufones y juglares; toda una corte entregada a desfiles, torneos a caballo, teatro callejero, conciertos, muestras de artesanía, exhibiciones, curiosidades y un sinfín de actividades tematizadas, de día y de noche. Si el Algarve cuenta con alguna fiesta estival que se haya ganado fama de imprescindible, ésa es la de los Días Medievales. Y en este 2015, del 27 al 30 de agosto, su animación y buen ambiente estarán servidos nuevamente en Castro Marim.

Un gran destino de golf en Europa

Quinta do Lago, en el Algarve-
javier jayme - abcviajar - Actualizado: Guardado en: Viajar

Ya lo consiguió en 2012 y en 2013. Y, por tercera vez, lo ha vuelto a lograr en la última edición: el Algarve ha obtenido el premio Best Value Golf Destination 2015. O lo que es lo mismo: el de mejor destino de golf de Europa por su relación calidad-precio, otorgado por los lectores de Today’s Golfer, la prestigiosa revista británica, cabecera de referencia en el sector.

No es de extrañar que 300.000 jugadores de golf acudan cada año al Algarve buscando los recorridos de sus 41 campos, adaptados a los distintos niveles del juego y firmados, en bastantes casos, por eminentes figuras de este deporte. La región superó el pasado año el millón de vueltas, posicionándose de nuevo por delante de otros destinos de primer orden de toda Europa. Según Kevin Brown, editor de viajes de Today's Golfer, el Algarve es «un merecido ganador de los Best Value Golf Destination, tal y como refleja el abrumador número de personas que votó por esta región. Conquistar este premio tres veces en cuatro años es un gran récord. Algarve debería estar orgulloso de ello».

Y éste no es el único galardón que ha recaído en el país vecino. Quinta do Lago ha obtenido el de Mejor Resort de Golf en Portugal, una recompensa a su decisión de renovar profundamente sus instalaciones. Por su parte, su campo Quinta do Lago Sur ha recibido el título de Mejor Campo de Golf de Portugal. El resort algarvío se posiciona así entre los principales complejos de este deporte a nivel mundial.

Observar las estrellas

Praia Amado Aljezur- turismo del algarve
javier jayme - abcviajar - Actualizado: Guardado en: Viajar

La observación de estrellas posee un componente de magia, romanticismo e irrealidad que enamora a grandes y pequeños. Con un promedio anual de 300 noches de cielos despejados, el Algarve constituye una de las regiones punteras en Europa para entregarse a semejante actividad. El cómo hacerlo, a gusto del viajero: desde la visualización a ojo limpio, sentado bajo la bóveda estrellada, hasta la de los paseos nocturnos a pie o las excursiones en barco, pasando por la más precisa a través de un telescopio.

Lugares para embelesarse con las galaxias no faltan. El más célebre es, sin duda, el cabo de San Vicente, límite occidental de Europa. Contemplar, desde sus acantilados, cómo el sol se hunde en el Atlántico es una de las experiencias que ningún viajero tiene empacho en recomendar. Tras el ocaso, darse un atracón de estrellas a lo largo de la costa Vicentina es todo un lujo. A destacar dos rincones idóneos: Ponta da Piedade, en Lagos, y Algar Seco, precioso paraje rocoso en las rompientes de Lagoa. Para quienes prefieren la tierra adentro, tres recomendaciones: el cerro de San Miguel, cota máxima de la sierra Monte Figo, entre Olhão y São Brás de Alportel; el mirador sobre el valle de Asseca, cerca de Tavira; y el Pico Foiá (902 m), techo del Algarve en la sierra de Monchique, con unas increíbles panorámicas y vértice privilegiado para la observación cósmica, alejado de las luces urbanas.

Para una indagación más detallada o profesionalizada, qué mejor que acudir a un Observatorio Astronómico. A lo largo de la región hay varios que organizan sesiones y visitas para todos los gustos y niveles. El de Tavira proporciona equipos, información y facilidades para desvelar los secretos del cosmos. Y en Faro, el Centro de Ciencia Viva de Algarve, en reuniones abiertas al público, enseña a identificar constelaciones y galaxias, encontrar nebulosas, ver la luna o incluso observar Júpiter.

Un arrecife artificial único en el mundo

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La costa meridional lusitana, a través del proyecto Ocean Revival, es ya un arquetipo mundial para los buceadores. Se trata de un arrecife artificial compuesto por una flota de cuatro buques de la Marina portuguesa hundidos, a pocos metros unos de los otros, a tres millas de Portimão. Los pecios son los del patrullero Oceânico Zambeze (292 toneladas y 44 metros de eslora); la corveta Oliveira e Carmo (1430 T/ 85 m); el navío hidrográfico Almeida Carvalho (1320 T/ 64 m) y la fragata Comandante Hermenegildo Capelo (2.700 T/ 102 m).

Estas cuatro embarcaciones se erigen hoy en la gran experiencia privativa que el Algarve brinda al buceo. Previamente fueron desmanteladas de todo material peligroso para los submarinistas o nocivo para el ambiente y la proliferación de la vida marina. La zona de su hundimiento, cuidadosamente escogida, reúne unas condiciones excelentes para realizar inmersiones de cualquier nivel de dificultad y viables todo el año, particularmente en primavera y otoño: aguas calmas y seguras con temperaturas entre 14º y 22º, buenos accesos e infraestructuras adecuadas. El hospital de Portimão cuenta con una cámara hiperbárica que permite inhalar oxígeno puro en una presión mayor que la atmosférica, garantizando, en situaciones de emergencia, una rápida y efectiva respuesta.

Dicha experiencia subacuática no desdeña la observación de corales, esponjas, anémonas y babosas marinas sobre los que nadan doradas y lubinas, pargos, besugos, morenas, salmonetes, pulpos, sepias y caballitos de mar, por citar las especies más habituales. Y también puede complementarse en el museo de Portimão, donde se muestra una amplia exposición con equipamientos, diseños, fotos y grabaciones de la flota sumergida, la cronología de su carrera y varios documentos sobre su contexto histórico. Por último, cabe destacar la proximidad de otros puntos de interés: naufragios del siglo XVIII o de la I y II Guerra Mundial, amén de arrecifes naturales u otras rutas submarinas.

Surf en el fin del mundo

Playa Arrifana, un sueño para los surfistas-
javier jayme - abcviajar - Actualizado: Guardado en: Viajar

La costa Vicentina, que busca el Norte desde el extremo suroeste de Algarve, penetrando en el Alentejo, es una de las zonas más escudriñadas por los surfistas de Europa entera. Playas apartadas del turismo, aguas limpias y bravas de temperatura agradable todo el año y cielos despejados son la mejor invitación para romper las olas de sol a sol en uno de los litorales más conspicuos del Viejo Continente.

Hablando de sol, obligado es hacerlo del lugar donde su ocaso provoca inexplicables hechizos de los que todo el mundo habla: el cabo de San Vicente, cuyos sobrecogedores paisajes eran tenidos entre las gentes del Medievo por los del fin del mundo. La playa de Beliche, encerrada entre este cabo y la punta de Sagres, parece excavada en los acantilados de colores cálidos. Ubicada en plena Reserva de la Biodiversidad, acoge numerosas plantas endémicas (con la prohibición terminante de cogerlas), así como unas aguas ideales para practicar el surf.

Subiendo de latitud, el concejo de Aljezur concentra algunas de las playas más salvajes y más alejadas del turismo convencional. La de Arrifana, concretamente, ocupa el top one entre los surfistas. Surge de una bonita ensenada en forma de concha, al custodio de escarpas en tonos negros, como la Pedra da Agulha, un enorme peñasco en el mar que se ha convertido en el símbolo de la costa suroccidental. En cuanto a la de Carrapateira, se aúpa al puesto 31 en la lista que la CNN elabora con los 50 mejores lugares del planeta para practicar este deporte, destacando por su gran acantilado, una izquierda fantástica, un ambiente sereno casi todo el año y olas de hasta tres metros con marea alta. Ya en el extremo norte de la región, en Odeceixe, cuya playa, mitad fluvial, mitad marítima, marca la frontera entre el Algarve y el Alentejo, hay varias calas dosificadas entre los abruptos acantilados, con buenos accesos, donde surfistas y bodyboarders encuentran su personal nirvana.

Vilamoura

Marina Vilamoura-
javier jayme - abcviajar - Actualizado: Guardado en: Viajar

Con su ambiente incomparable, Vilamoura es uno de los destinos más buscados de Europa. La sofisticación y el glamour se dan la mano en hoteles de lujo, boutiques de renombre y restaurantes gourmet, en su casino internacional y en una amplia gama de actividades de ocio, entretenimiento y deportes tales como el tenis, los bolos, montar a caballo o jugar al golf en sus 5 campos de 18 hoyos. Sus playas –la homónima y la de Rocha Baixinha, 3 km totales de arenas doradas y aguas transparentes-, ambas con bandera azul, son frecuentadas por artistas, deportistas y gentes de alcurnia.

Con todo, el mayor punto de atracción es su puerto deportivo, que cuenta con 825 puntos de amarre y una zona comercial dotada de restaurantes, bares, terrazas asomadas sobre el agua y tiendas donde se pueden adquirir desde productos de marcas internacionales a piezas de la artesanía local. A lo largo de sus 40 años, esta marina, la más pionera y grande de Portugal, ha sabido adaptar su infraestructura para dar respuesta a las necesidades que han ido surgiendo en este sector.

Precisamente por ello acaba de recibir de la TYHA (The Yacht Harbour Association) el premio de Mejor Marina Internacional 2015, resultado de la votación de los propietarios de embarcaciones que durante el pasado año visitaron las clasificadas en la categoría de 5 anclas, el nivel máximo de excelencia y calidad, que Vilamoura mantiene desde hace un lustro. Tal galardón, el más importante de los que hace entrega la TYHA, se suma a una nutrida lista de laureles. Entre 2011 y 2014 consiguió, de modo consecutivo, el título de Mejor Marina de Portugal, entregado en los premios Publituris Portugal Trade Awards. Cuenta, asimismo, con los certificados medioambientales y de calidad ISO 14001 y 9001, además de exhibir la prestigiosa Bandera Azul.

Un lujo de hotel

Hotel Vita Parc-
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Vila Vita Parc Resort & Spa se halla a cinco minutos de Amendoeira, Faldo y O’Connor, tres de los campos de golf más acreditados de Algarve. Encaramada sobre un acantilado, con vistas privilegiadas e ilimitadas sobre las aguas del Atlántico, aquí de un azul lustroso, esta propiedad particular, miembro de The Leading Hotels of the World, es el complejo de cinco estrellas más elegante de Portugal y se sitúa en la línea de los resorts vacacionales más preeminentes del mundo. Consta de cuatro edificios separados, cada uno con carácter propio dentro de su común arquitectura de inspiración árabe. A su alrededor, 54 acres de jardines crean un entorno de lánguida exuberancia subtropical que engloba también a su playa privada de arenas blancas y recoletas. Paisaje íntimo, serenidad, lujo, refinamiento, exquisita decoración en habitaciones y suites con terrazas panorámicas, seis bares, ocho restaurantes –uno con dos estrellas Michelin-, una bodega ampliamente surtida y un yate de 22 metros para uso exclusivo de sus huéspedes hacen del Vila Vita Parc un destino turístico de impecables credenciales en su género.

Y en la distancia todavía añade otras: las de Herdade dos Grous (Finca de las Grullas), explotación agropecuaria de su propiedad que se halla a poco más de una hora en coche hacia el interior, en pleno Alentejo. Esta hacienda incorpora el actual espíritu pionero del creciente negocio vinícola como ninguna otra en Portugal. Sus 592 hectáreas –que incluyen las 240 de su lago artificial- nos ofrecen el bucólico sosiego de una naturaleza cuidada con exquisitez, espléndida en su fronda y resueltamente colorida en sus jardines. Los viñedos y olivares, la bodega y la granja se visitan a pie, a caballo o en tractor y también pueden otearse desde las alturas en un globo de aire caliente.

Las rutas de los vinos

Quinta del Francés, en Odeluca-
javier jayme - abcviajar - Actualizado: Guardado en: Viajar

El sur de Portugal cuenta con un atractivo para disfrutar con los cinco sentidos: los vinos del Algarve. La situación óptima de esta región, con influencias mediterránea y atlántica, y las características del terreno, dan origen a caldos de calidad en los que las uvas Siria, Moscatel, Arinto, Negra Mole, Trincadeira, Aragonez y Castelão imponen sus sabores y aromas específicos.

Existen actualmente cuatro rutas del vino: la Gil Eanes, la del río Arade, la del Pasado Árabe y la de los Acantilados. Todas ellas conjugan la tradición vinícola, el patrimonio cultural y la riqueza natural del Algarve, asentados los dos primeros sobre el legado que dejaron fenicios, griegos y celtas a su paso por estas tierras. Sumariamente, la primera arranca en Lagos, donde nació Gil Eanes -primer navegante lusitano que superó el Cabo Bojador, en el Sáhara Occidental- y termina en el faro de la Ponta da Piedade. Si en su recorrido podemos saborear los vinos de la quinta Monte Casteleja y vagar por la playa de Camilo (una de las 10 «maravillosamente únicas» del mundo, según TripAdvisor), en la ruta del Arade nos aguardan los tintos tradicionales de la quinta del Francés, en Odeluca, así como las Caldas de Monchique y sus «aguas sagradas» -que de tales las tildaban los romanos, en virtud de sus cualidades terapéuticas-, antes de llegar a Portimao, la parada final junto a su impresionante marina, donde fondean embarcaciones de hasta 50 m de eslora.

En la tercera ruta, que comienza en la villa de Ferragudo, en Lagoa, el pasado árabe aflora en el castillo de Silves, el mayor del Algarve y el más bello ejemplo de arquitectura militar islámica en Portugal. No debe faltar en las visitas del viajero, al igual que un paseo por la quinta Mata-Mouros, también en Silves, en cuya bodega se hacen catas de vinos. Y la cuarta y última de las rutas, la de los Acantilados, nos conduce hacia los de las playas de Albufeira, distintivos del litoral algarvío, hacia los farrobitos, dulces propios de dicha villa, y hacia los excelentes caldos y las magníficas vistas sobre el Atlántico de la Bodega del Cantor.

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