Las veinte playas salvajes más espectaculares de España

Costas poco masificadas en la península y en las islas donde escapar del calor

Vistas de la playa de Cofete, en la isla de Fuerteventura (Canarias) Oliver Hoffmann

Mar Ramírez

Joyas de nuestro litoral casi salvajes o casi vírgenes, poco masificadas en cualquier caso, para disfrutar en cualquier época del año.

1

Playa Bolonia, en Cádiz

Bolonia, Cádiz

Dónde. En la carretera CA-8202 que une Cádiz y Málaga . En verano hay que participar en las visitas nocturnas de Baelo Claudia. En agosto además las ruinas de la bella ciudad romana hay un festival de teatro clásico.

Abrigada por la sierra de la Plata, la salvaje ensenada de Bolonia asoma maravillosa desde una duna activa de más de treinta metros de altura. Su largo arenal merece paseo, así como los restos arqueológicos del conjunto urbano de época romana más completo de la península: las ruinas de Baelo Claudia. En la zona occidental del arenal fue una próspera ciudad basada en la explotación pesquera de atún y sus salazones que, comerciaba con el norte de Africa. Desde la cala del Tesorillo, se levanta la duna de Bolonia. Al remontarla camina hasta la punta del faro Camarinal, donde las vistas hasta Tarifa y Barbate son de impresión.

2

Playa de El Verodal Turismo de Canarias

El Verodal, El Hierro

Dónde. Al oeste de la isla. Hay que ir hasta el pueblo de Sabinosa y luego tomar la carretera HI-500. Antes de llegar al Mirador Lomo Negro I está el desvío por la HI-502 que desciende hasta la playa.

Es roja y volcán en estado puro, porque está enclavada en la punta de El Hierro donde tuvo lugar una de las últimas erupciones volcánicas. Los tonos rojizos de su arena resultan fascinantes para el paseo, no ocurre así con sus aguas. Nada aconsejables para el baño por las fuertes corrientes que experimentan.

3

Vista de la playa de Arrigunaga, Gecho Mitxel Atrio

Arrigunaga, Vizcaya

Dónde. Por la carretera BI-637 y hasta el barrio de Andra Mari en Guecho. Desde la playa mira hacia el molino de Aixerrota, sobre la punta La Galea. Es uno de los pocos molinos de viento del País Vasco que se conservan. Es en una pequeña galería de arte de entrada gratuita.

Es pequeña y con vistas exclusivas a la desembocadura o Abra de la ría bilbaína. Ubicada en Guecho, aúna una impresionante fachada rocosa, la de punta La Galea, con el atrayente paseo por su arena dorada. Las vistas y el oleaje tranquilo la convierten en infinita atracción entre las playas vizcaínas. Cuenta con el certificado ISO que garantiza la calidad de sus aguas para el baño y además ondea bandera azul.

4

Cala del Pebret Las Provincias

El Pebret, Castellón

Dónde. Sigue la pista desde Peñíscola para llegar hasta la cala. Haz una parada en la Torre Badum, uno de los más valiosos vestigios históricos de la sierra. Es del siglo XVI y se utilizó para defender el litoral levantino de los ataques por mar.

La playa del Pebret goza de una de las mejores panorámicas del Mediterráneo y de un gran valor ecológico por la vegetación que cubre sus dunas, una microreserva de flora que se recorre por pasarela de madera. Se halla en la Sierra de Irta, al norte de Castellón, paraje litoral de los más desconocidos del Mediterráneo y uno de los más espectaculares rincones de la costa valenciana. Es un espacio protegido donde, para disfrutar su valiosa naturaleza, lo mejor es recorrerla a pie o en bicicleta a lo largo de sus 17 kilómetros de pistas forestales y sendas.

5

Leira Turismo de Galicia

Leira, La Coruña

Dónde. Por la carretera DP-1909 hasta el desvío a Carballedo y Frionel. Después de estar en Leira, merece la pena acercarse a Caion. En la Punta da Insua está el mejor atardecer entre acantilados.

Es una cita con los mejores atardeceres en la costa gallega, allí donde estuvo el Fin del Mundo. Pequeña y salvaje se abre entre la espuma oceánica en la Costa da Morte. Entre rocas y acantilados se abriga la playa virgen de Leira. Mira abiertamente al mar desde Carballo y brilla gracias a su arena fina y blanquecina. El verdor que la envuelve hace recordar a los paisajes escoceses.

6

Vistas de la playa de Cofete, en la isla de Fuerteventura (Canarias) Oliver Hoffmann

Cofete, Fuerteventura

Dónde. Hasta Morro Jable por la FV-2; después hacia Punta Jandía para desviarse por pista hacia Cofete. En la aldea de Cofete hay un restaurante donde disfrutar del pescado del día con vistas a la solitaria playa.

Con una longitud de 13,7 kilómetros, en el extremo meridional de la isla, dentro del parque natural de Jandía, es el arenal más emblemático de la costa de Barlovento. Al sobrepasar el macizo de Jandía y, desde el mirador Degollada de Agua Oveja, divisar su tono marrón y el entorno salvaje que la rodea resulta fascinante. Un camino estrecho y sobre el acantilado conduce hacia la aldea de Cofete y su pintoresco cementerio en la playa.

7

Faro de Punta del Fangar en el Delta del Ebro Juan Carlos Soler

El Fangar, Tarragona

Dónde. Desde la AP-7 hay que tomar la N-340 y después hasta el Delta por la TV-3401. Camina los 7 km del arenal hasta el faro del Fangar, inconfundible en la distancia con su color blanco y rojo. Disfruta de su fauna autóctona como los charranes, pero respeta las indicaciones del periodo de nidificación, desde abril a mediados de agosto. No te adentres en las dunas: puedes dañar su vegetación única.

Es la estrella dorada de uno de los espacios naturales más bellos de Cataluña. Quien se adentre en ella estará en el corazón del Delta del Ebro y caminará por una península hecha de arena, la que el enfrentamiento natural entre la desembocadura del río Ebro y el oleaje del Mediterráneo ha originado.

8

Cala Turqueta, en Menorca Turismo de Menorca

Turqueta, Menorca

Dónde. Desde Ciutadella por la RC-2 tomando el camino de Sant Joan de Missa y después el de la cala. Dispone de aparcamiento desde donde hay que caminar unos 10 minutos. En sus inmediaciones (1,9 km) está Cala Macarella.

Oculta entre pinos y con aguas turquesas a las que debe su nombre, es una de las calas más vírgenes de la isla de Menorca. No te despistes porque es una de las más frecuentadas de la isla. Si no llegas pronto en la mañana mejor regresa a la tarde para disfrutar de su belleza y el baño en sus aguas de reminiscencias tropicales.

9

Playa de Los Caballos Turismo de Cantabria

Los Caballos, Cantabria

Dónde. No tiene acceso señalizado y se encuentra a 1 km de Cuchía. Se llega por la salida 11 de la A-67. Se accede a pie por un sendero de 700 m que desciende los impresionantes acantilados por escaleras.

Con 420 metros de longitud y 40 metros de ancho es uno de los rincones más salvajes del litoral cántabro . El acantilado que la envuelve añade su extraordinaria belleza paisajística a la que te puedes asomar desde el borde mismo sin descender al arenal aunque es recomendable porque su oleaje moderado es una tentadora invitación al baño desde su dorada orilla.

10

Torre del Loro blackaddah/CC

Torre del río Oro, Huelva

Dónde. Considerada de las mejores playas de Andalucía no tiene muchos accesos. Tras acceder al aparcamiento desde la A-494, en las inmediaciones del camping, hay que caminar un centenar de metros.

Lo que queda de una de las torres vigías que supervisara la costa onubense, en pleno parque nacional de Doñana, en las inmediaciones de Mazagón, es la referencia para llegar a esta playa virgen que también se la conoce popularmente como Torre del Loro. Los restos de la atalaya defensiva del siglo XVIII se ven entre la arena y el oleaje. Fue estratégica para defender los dominios del duque de Medina Sidonia y la única que no estuvo situada en un estuario.

11

Un perro en la playa de Campiecho DAVID SUAREZ FUENTE

El Campiecho, Asturias

Dónde. Por la A-8 y salida 450, en Cadavedo, hacia Campiecho. Desciende por un estrecho camino hasta una cetárea donde hay un pequeño aparcamiento. Baja la pronunciada cuesta por una rampa. Una de las playas más aisladas del Cantábrico.

Entre las playas con más encanto y a la vez salvajes del litoral asturiano, desde la rasa costera de Valdés, asoma la playa de Campiecho con sus cantos rodados y 450 m de extensión. El fuerte oleaje que la baña y la erosión marina han labrado sus caprichosas formas rocosas como un museo de piedra natural al aire libre donde no faltan infinidad de cantos redondeados por el oleaje, los arcos y pináculos. Mejor visitarla con marea baja para disfrutar entre sus formaciones.

12

Playa de La Negra, en La Gomera

La Negra, La Gomera

Dónde. En la costa sur de La Gomera, en el municipio de Alajeró. Hasta La Rajita se puede llegar en transporte público desde Alajeró o bien en coche propio por la CV-17. Para alcanzar la playa de La Negra y sus 200 metros de arena y cantos, se ha de caminar hacia el oeste unos 400 metros.

Hay que llegar hasta el final de un barranco para divisar la tranquila playa de La Rajita, de arena y grava negras, muy solitaria y de 500 m de longitud. Desde allí se camina hasta la playa de La Negra. Un entorno virgen de aguas cristalinas donde además del baño se puede practicar el submarinismo.

13

Playa de Rodas, en las islas Cíes Miguel Muñiz

Rodas, Pontevedra

Dónde. Desde Vigo o Cangas do Morrazo puedes ir en barco de línea regular. Es un Parque Nacional y el número de visitantes está restringido: 2.200 por día. Antes de comprar el billete para Islas Cíes o la Isla de Ons habrá que solicitar un permiso a la Xunta de Galicia. Además, hay que tener un billete de transporte en una naviera autorizada.

La mejor playa del mundo, según el diario británico The Guardian, está enclavada en las islas Cíes dentro del parque nacional marítimo terrestre de la Illas Atlánticas de Galicia. Tienes un kilómetro de longitud para comprobarlo. Al recorrer su blanquísimo arenal, entre sus extremos verás que conecta las islas de Faro y Monteagudo. Después date un baño en sus aguas esmeraldas, sentirás que has entrado en el paraíso.

14

Cala Llebeig Turismo Costa Blanca

Cala Llebeig, Alicante

Dónde. En el camino las cuevas construidas por pescadores, agricultores y contrabandistas frente al litoral. Hay olivos, algarrobos e higueras. Inicio de la senda en el parking de cala Moraig al que se accede desde la CV-737.

A esta cala solo se puede llegar caminando o en barco. Apenas son 2 km, pero es una experiencia natural inolvidable junto a los acantilados entre Benitatxell y Moraira. Desde la carretera que lleva a la playa del Moraig se inicia la senda que en breve ofrece una de las mejores panorámicas de la cala. Lentisco, pinos y esparto acompañan el paso hasta la preciosa cala con tres casas construidas para la vigilancia del litoral y pequeñas casas cueva de pescadores.

15

Acantilados de Punta Mendata Turismo de Deba

Mendata, Guipúzcoa

Dónde. No hay que perderse el paseo por el casco histórico de Deba, donde sobresale la iglesia gótica de Santa María. Y asomarte a la playa desde sus extremos de acantilado: Punta Mendata y Sonda-Beltza. A Deba se llega por la N-634, después por el sendero de fuerte desnivel que baja a la playa.

En la pequeña localidad costera gipuzcoana de Deba se abre esta playa de 500 metros. Varía mucho su aspecto en función de las mareas que cubren sus bolos y rocas durante la pleamar. Te sentirás diminuto en la playa lamida por fuerte oleaje normalmente y rodeada por los imponentes acantilados que la confinan, son como un gigantesco hojaldre. Estás en el corazón del impresionante espectáculo geológico que es el flysch de Zumaia y Deba.

16

La Playa de Sant Pere está dividida en Platja del Riuet, Cortal de la Devesa, Cortal de la Vila, Cal Cristià, Can Sopa, Can Nera, Can Martinet y La Gola Turismo de Costa Brava

Can Martinet, Gerona

Dónde. Por la GIV-6303 pasando junto a la isla fluvial de Caramany por el carrer Afores para llegar a su extremo más septentrional. Aprovecha que estás junto a Sant Martí d’Empuries para visitar las ruinas de su vieja ciudad de herencia griega y romana a pie de playa.

Presume de ser el arenal de mayor valor ecológico del golfo de Roses por hallarse protegido dentro del humedal de los Aiguamolls de l’Empordà. Solitaria playa a 3 km de San Pere Pescador donde desemboca el río Fluviá. El estuario es denominado la gola y es un magnífico punto de observación de los Aiguamolls y la abundancia de aves, más de 300, que visitan el humedal.

17

Cala Dorada La Verdad

Cala Dorada, Murcia

Dónde. Para llegar hay que caminar unos 15 minutos desde el aparcamiento de cala Magre, obteniendo una magnífica vista desde el mirador de Punta Negra que la confina por el sur.

Al pie de la punta de la Espada y con vistas al cabo de Palos, dentro del parque natural de Calblanque, es una pequeña playa de fina arena dorada por lo que es más conocida por este nombre que por el suyo propio: cala de los Déntoles. Es de una gran belleza paisajística y está protegida de los vientos por los farallones rocosos que la confinan en ambos extremos.

18

Playa de Guayedra Turismo de Gran Canaria

Barranco Guayedra, Gran Canaria

Dónde. Hasta Agaete por la GC-200 y desde la localidad de La Aldea se inicia la senda. Se llega a pie, aunque también puede hacerse en vehículo todoterreno. En su zona alta tiene arena mientras que los cantos rodados o callaos son lo habitual cerca de la orilla.

Uno de los atardeceres más inspiradores de la costa grancanaria, con vistas al Teide, espera en esta bonita cala muy próxima al pueblo de Agaete. Toma el nombre del barranco que desemboca en ella y está rodeada de valiosa vegetación y extraordinarios acantilados de gran valor geológico.

19

Playa de la Media Luna Antonio /CC

Media Luna, Almería

Dónde. Se encuentra entre las playas de poniente de San José a las que se accede por la carretera ALP-822, es la siguiente a la de Mónsul.

Su conocida vecina, la playa de Mónsul, hace que la ensenada de la Media Luna pase desapercibida con sus 185 m de longitud y las formaciones rocosas que la confinan en ambos extremos del arco de arena. Es una playa virgen de arena oscura y muy tranquila que la sitúa entre las mejores de Cabo de Gata. En verano suele estar más concurrida pero no pierde su ambiente tranquilo.

20

Es Xarcu, en Ibiza Restaurante Es Xarcu

Es Xarco, Ibiza

Dónde. A 9 km de la localidad de San Josep a donde se llega por la PM-803. El último tramo, desde Porroig, se hace por camino de tierra. Sus cantos rodados y grava no la hacen muy cómoda.

Una escondida cala de estrecha anchura utilizada por pescadores de la costa sur ibicenca es de los rincones más auténticos de la isla. Contribuye su varadero y las casetas usadas por los pescadores. También la hace puramente mediterránea y atractiva el chiringuito donde se ofrecen las capturas frescas que traen los barcos cada jornada. Es ideal para la práctica del buceo.

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