¿La escuela ha terminado? La respuesta es Isla Mágica y Agua Mágica
El parque de atracciones de Sevilla abrió en abril, pero la temporada fuerte empieza ahora que han terminado las clases de los niños
El verano es una época maravillosa, donde parece que todo parece adquirir un ritmo más pausado, llegan el calor y las vacaciones, y dar una vuelta por las calles de Sevilla al anochecer es un verdadero placer. Todo sería un paraíso si no fuera por un detalle, y es el dolor de cabeza en que se convierte para los padres el no saber qué hacer con sus hijos, que una vez terminado el colegio disponen de “demasiado” tiempo libre. Pues para todos los sevillanos y gente de provincias cercanas la respuesta es Isla Mágica.
Todo tipo de atracciones
Como todos los años, el parque temático de atracciones Isla Mágica abre cuando llega el buen tiempo (lleva abierto desde abril), pero es ahora cuando sus calles se llenan. Y es que ir a pasar un día con los peques a Isla Mágica es todo un placer, y no solo para ellos, también para los padres.
El parque está lleno de atracciones para todas las edades, desde los más pequeños a los más temerarios. Si el Jaguar es demasiado para ti, prueba la Rueda Primavera de la zona infantil. La Anaconda, el Galeón, o el Iguazú, se unen a todas las actividades y pasacalles que podemos disfrutar en el recinto, dándonos un día completo de diversión de principio a fin.
Y un parque acuático
Pero además Isla Mágica se adaptó a los calores propios de Andalucía creando un parque acuático que crece año tras año con nuevas atracciones. Aquí podrás venir directamente con tu bañador para disfrutar de todas las atracciones acuáticas, como los toboganes de agua, el Río Lento, o su propia playa artificial donde pegarte un chapuzón y sentir las olas como si estuvieras en la playa, incluso con sus tumbonas y sus sombrillas, lugar ideal para relajarse mientras los peques disfrutan.
Así que no lo pienses más. Si tienes un rato libre y tus chicos no dejan de berrear buscando un poco de atención, lo mejor es que lo dejes todo y te unas al enemigo, cojas lo imprescindible, y te vayas a pasar el día a Isla Mágica. No sólo te lo agradecerán tus hijos, también el niño que llevas dentro.