Cómo es el nuevo invento playero: tablas de surf con motor eléctrico
La tabla de surf con motor eléctrico se inventó en Australia en 2016, pero este verano ya ha llegado a varias playas españolas
Ya puedes probarlas en el puerto de Barcelona, en Cadaqués y Llafranc, en la Costa Brava , o en nuestras islas (Adeje, Tenerife Sur) y Alcudia (Mallorca) e incluso en el interior de la península ibérica en el embalse de Valdecañas (Cáceres). Las nuevas tablas de surf con motor eléctrico han llegado a España para quedarse porque permiten disfrutar del mar o de un pantano de una manera única y divertida, casi casi volando sobre las aguas, como si se tratara de una alfombra mágica . Algunas compañías españolas, como Surffic, ya venden este producto o lo alquilan para penetrar en un mercado que aunque está repleto de actividades acuáticas cada vez más audaces, deja hueco a las ideas más revolucionarias. Es este caso porque para alquilar las tablas de surf voladoras (durante 30 o 60 minutos) basta con recibir unas clases previas de aprendizaje adaptadas de los monitores al nivel de cada persona y tener más de ocho años de edad.
Las tablas de surf con motor eléctrico ya se producen en España. Y parece que atraen cada vez más a los amantes de nuevas aventuras en el mar. Primero, porque mantiene la emoción que proporciona cualquier tabla de surf, y después porque asegura la misma estabilidad de un paddle surf a pesar de que supera claramente la velocidad de un jetsurf al desplazarse por encima del agua. Tanto es así que puede alcanzar más de 50 kilómetros por hora y proporcionar una autonomía de navegación que oscila entre una hora y 90 minutos.
El eFoil (o tabla de surf voladora) depende de un hidroplano sumergido que levanta la tabla completamente fuera del agua cuando se desplaza a alta velocidad de manera que, desde fuera para el que lo observa, el surfista parece que va volando sobre el agua debido al impulso del motor eléctrico que incorpora. La tabla se controla con un mando a distancia que se conecta por Bluetooth y cuenta con una batería que le da una autonomía de al menos una hora. Pese a estar motorizada, esta tabla de surf es totalmente silenciosa para desplazarse por ríos, lagos o mares, gracias a su propulsión eléctrica, no contamina el medio ambiente y ni siquiera necesita del viento a favor para los desplazamientos.
La tabla de surf eléctrica fue ideada por el australiano David Trewern en 2016 después de haberse dedicado a la práctica de otras modalidades acuáticas como el surf, el windsurf o el kitesurf. Sus diseños fueron premiados en Australia, Alemania y Estados Unidos y ahora vive en la bahía de Byron, situada en la costa este de Australia, ideando otros prototipos futuros.