La conmovedora historia de la bisabuela que ha esquiado hasta los 102 años

Esta mujer que ven en la fotografía empezó a esquiar en la década de los 30 del siglo XX. Hace una eternidad. Su nombre: Hilda Jamieson. Su edad: 102 años. Era una de las esquiadoras más veteranas del mundo de la que tengamos noticias. Hasta este invierno, cuando ha decidido colgar las tablas debido a una enferdad ocular que le ha dejado casi ciega.

Hilda, Gigi para la familia, aprendió a esquiar en las tablas de madera en las montañas de Sidlow, al norte de Dundee (Escocia) . Y ya nunca olvidó esa sensación. Caminaban por el bosque hasta los puertos de montaña , por su puesto sin remontes de ningún tipo. Una hora larga de ascenso para dos minutos de bajada a gran velocidad balanceándose sobre unas tablas enormes. Y luego, a subir de nuevo, con una fe inquebrantable.

Con el ejemplo de Hilda, su esposo, David, ya fallecido, creó en su momento el Glenshee Ski Centre , que hoy cuenta con 27 remontes, 36 pistas y es considerada como una de las mejores estaciones de deportes de invierno en el Reino Unido.

Esta mujer tan avanzada a su época compartió su amor por la nieve con sus hijos y nietos. Sus tres hijas han esquiado en la selección escocesa y en la de Gran Bretaña . Una de ellas, Helen, llegó a competir en los Juegos Olímpicos de Grenoble 1968. Las generaciones posteriores también han competido a gran nivel.

Jamieson es abuela de 10 nietos y bisabuela de 20 , de los cuales más de media docena han ganado campeonatos nacionales y representado a Escocia.

En los últimos años, las pistas favoritas de Hilda eran las de Méribel , en los Alpes franceses, donde solía acudir con su su hija y su nieto. «Me encanta tanto, pero lo he disfrutado mucho tiempo», ha explicado sencillamente Jamieson en los medios británicos.