TURISMO

Huelva capital, un descubrimiento para los cinco sentidos

La onubense es una ciudad moderna y cómoda con un pasado milenario que ofrece al visitante interesantes monumentos y una gastronomía única

¿Sabrías reconocer estos lugares emblemáticos de España?

Verano en Huelva: los pueblos mágicos de la provincia

Barrio Reina Victoria, popularmente conocido como el barrio obrero, de Huelva Alberto Díaz

Ángeles Barea

Huelva

Las playas o la Sierra suelen gozar de un mayor protagonismo entre los viajeros, pero Huelva posee numerosos atributos para ser considerada una pequeña perla por descubrir. La capital onubense es una ciudad para pasear, saborear y disfrutar. Un destino ideal para los amantes del ritmo pausado, muy cómoda de manejar y que ofrece importantes atractivos para los sentidos.

De una milenaria historia, los restos arqueológicos del yacimiento del Seminario certifican que se trata de uno de los espacios habitados de forma continuada más antiguos de Europa. Sobre las calles que hoy pisan los onubenses y visitantes caminaron tartésicos, fenicios, romanos, árabes y castellanos. Su ubicación es primera singularidad. Se encuentra en el estuario que forman los ríos Tinto y Odiel en su desembocadura. Esto le confiere a su puerto un carácter estratégico que fue valorado por los navegantes desde la antigüedad. No en vano su museo provincial posee un rico patrimonio de piezas halladas en el fondo marino de su ría. Por esas mismas aguas en su vertiente del Tinto navegaron las carabelas de Colón camino de América.

La Huelva moderna es en gran parte heredera de la revolución industrial. De la ciudad medieval quedan pocos vestigios como consecuencia de el terremoto de Lisboa de 1755, que prácticamente arrasó la ciudad. Anterior a esa época es la iglesia de San Pedro, construida sobre una antigua mezquita de la que conserva alguno de sus muros. Es el corazón urbano de Huelva y linda con los vestigios del castillo de los Medina Sidonia, señores de la villa y que la tuvieron como residencia precisamente por su ubicación.

La ciudad es hija de sus cabezos, bajo los que hay importantes yacimientos arqueológicos todavía en estudio. Las características formaciones geológicas sobre las que se asienta su trazado urbano le da una configuración de ciudad extensa, abierta y con amplios espacios no urbanizados en el interior de su casco histórico. Uno de ellos es un precioso parque urbano de nombre Moret en las faldas del Conquero, el más emblemático de sus cabezos. Desde su cima un mirador sobre el antiguo acueducto romano que los onubenses llama La Fuente Vieja permite disfrutar de un atardecer de ensueño. En su extremo norte se encuentra el Santuario de la Virgen de la Cinta, patrona de la ciudad e imagen muy venerada desde la Edad Media. El lugar bien merece una visita al atardecer.

Pesquera y marinera, Huelva cambió por completo con la revolución industrial. La ciudad se convirtió en el puerto de salida del mineral de la Cuenca de Riotinto a finales del siglo XIX. Significó su gran transformación y la llegada de los artífices de la capital moderna: los ingleses.

Muelle del Tinto Alberto Díaz

De esta época son los grandes iconos de la actualidad. El Muelle de la Rio Tinto Company es la estampa más conocida de la capital, su estructura metálica es única. Conectaba con las minas del norte de la provincia. Hoy está perfectamente integrado en un paseo marítimo de más de dos kilómetros convertido en el bulevar favorito de los onubenses. La zona portuaria se encuentra inmersa en una amplia transformación para convertirla en la fachada de la ciudad. Al final de la antigua zona industrial se encuentra la Punta del Sebo, un coloso de piedra regalo de la escultora y filántropa norteamericana Miss Whitney que preside majestuoso el punto donde Tinto y Odiel se abrazan con el mar. Es el lugar donde las carabelas encararon el camino del océano hacia lo desconocido. Observar al horizonte siguiendo la mirada de Colón todavía sobrecoge.

El legado británico

Si bien la ciudad actual es moderna y apuesta por los servicios, lo hace desde el respeto a su legado británico. Se pueden recorrer sus calles tras los pasos de Mackay, Adam, Macdonald o Sundheim, entre otros. Británicos que llegaron como directivos de las compañías mineras y se quedaron prendados de la tierra. Una gran alameda lleva el nombre de éste último y es un eje clave para entender la evolución. En un extrema se encuentra la Barriada Reina Victoria o Barrio Obrero como se le conoce hoy. Era el lugar de residencia de los directivos de la Rio Tinto y su familia. Permanece inalterado. Las casas de estilo británico permite recorrer sus calles en un ejercicio de inmersión donde el tiempo de detiene. Al final de la alameda se encuentra la Casa Colón que en su día fue el hotel más lujoso de Europa, el primero en gozar de agua caliente y punto clave de la alta sociedad de la época. En sus salones se vivieron momentos históricos como la fundación del Recreativo de Huelva, decano del fútbol español. Se encuentra en un magnífico esta de conservación. Es visitable, de libre acceso y hoy sirve como palacio de congresos y escenario de grandes eventos locales como el festival de cine Iberoamericano, Binómico o festivales de toda índole. Sus salones son espacios expositivos en los que siempre hay interesantes citas.

El viajero que hiciera este camino vería justo entre ambos puntos una plaza arbolada con un monumento en forma de jugador de fútbol. Es el Velódromo, el primer campo de fútbol de España, a su lado está el Recreativo de Tenis. Al igual que su hermano es el decano de la disciplina. Los ingleses legaron patrimonio, infraestructuras, costumbres y los deportes emergentes a finales del siglo XIX. Un coqueto museo en el estadio Nuevo Colombino junto al Paseo de la Ría permite conocer su historia.

Tras la Casa Colón se abre la Gran Vía. Conecta con el centro histórico de la ciudad. En un extremo hay una preciosa imagen de la Virgen del Rocío a tamaño natural y en el otro Colón. La arteria peatonal tiene en sus aceras los grandes edificios públicos onubenses, al final y junto a la estatua del descubridor se abre la Plaza de las Monjas. Todo el centro urbano es peatonal para favorecer el tránsito pausado que marca el ritmo de vida local. Siguiendo el camino hacia el puerto espera la iglesia de la Concepción. A pesar de los daños del terremoto de Lisboa mantiene parte de su estructura medieval original.

El viajero puede seguir en dirección a la ría por los Jardines del Muelle de Levante (el Parque de las Palomas como lo llaman los onubenses) o desviarse ligeramente en el antiguo camino de Gibraleón, donde hace siglos hubo una pequeña ermita a San Roque se levanta hoy la catedral de La Merced, templo del antiguo convento y posterior hospital del mismo nombre. El edificio hospitalario es sede de la Universidad de Huelva.

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