Un restaurante nudista no apto para gordos
El establecimiento, que abrirá sus puertas este mes en Tokio, tendrá una báscula a la entrada para que los camareros pesen a los clientes
Reservándose el derecho de admisión hasta unos extremos que entran de lleno en lo discriminatorio, el primer restaurante nudista de Japón vetará la entrada a quien sufra sobrepeso. Antes de su apertura en Tokio, que tendrá lugar a finales de julio, así lo anuncia en su página web el restaurante The Amrita, que significa inmortalidad en sánscrito y tiene otros establecimientos con una puerta igual de rigurosa en Londres y Melbourne.
«Si estás más de 15 kilos por encima del peso medio para tu altura, te pedimos que te abstengas de hacer una reserva» , advierte el local en su portal de internet. Para asegurarse del cumplimiento de esta norma, el restaurante tendrá una báscula a la entrada y los camareros podrán pesar a los clientes que consideren oportuno. Si superan su peso ideal, no sólo se les impedirá el acceso, sino que además habrán perdido el precio del menú, que hay que pagar por adelantado con tarjeta de crédito y no es moco de pavo. Con una carta que tiene precios entre los 14.000 y 28.000 yenes (123 y 246 euros), y que llega a los 80.000 yenes (705 euros) si incluye un espectáculo masculino de danza, la comida será servida por musculosos camareros en tanga.
Los comensales deberán dejar su ropa y sus móviles en una taquilla y cubrir únicamente sus partes pudendas con unas diminutas prendas de papel a lo Adán y Eva. Abanderando esta filosofía naturista, The Amrita ofrecerá platos vegetarianos y también no vegetarianos, pero los clientes no podrán hablar entre ellos ni tocarse para –se supone – disfrutar con toda su intensidad esta experiencia gastronómica al desnudo.
Dentro de las estrictas normas del local, solo se permitirá la entrada a clientes que tengan entre 20 y 60 años . Además de vetar los michelines para que a los comensales no se les atraganten sus delicias culinarias con tanta grasa, los responsables del restaurante también proscriben los flácidos pellejos de los mayores. Junto a los gordos, los tatuados tampoco serán bienvenidos en The Amrita, pero esto se debe a que en Japón se asocian dichos dibujos sobre el cuerpo a la yakuza, la mafia nipona. Como muchos de sus gánsteres tienen la piel llena de tatuajes, numerosos locales públicos también les niegan la entrada, sobre todo las populares saunas con aguas termales.
Durante los últimos años, en diversas capitales del mundo se han puesto de moda estos restaurantes nudistas, que llevan a su máxima expresión el ideario naturista de su cocina: somos lo que comemos.
Sin dar demasiadas razones que justifiquen este despelote, muchos sostienen que, para saborear al máximo los alimentos, hay que liberarse de ataduras como las prendas que vestimos cada día. Cierto o no, se trata de un nuevo aliciente para distinguirse en el reñido mundo de la restauración y, de paso, darle un buena subida a la lista de precios, que amenazan con dejar a sus comensales más en cueros de lo que ya exige la etiqueta.