48 horas

Nueva York: todo lo último, todo lo imprescindible

Direcciones clave y rutas detalladas para exprimir una escapada a Nueva York

Nueva York: todo lo último, todo lo imprescindible

maría g. picatoste

Día 1. Los orígenes y el futuro de Manhattan

En la punta sur de Manhattan se pueden encontrar tanto las raíces de la actual Nueva York, como alguno de los iconos más modernos de la ciudad.

9.30 h. Plaza de South Ferry. Llegamos en metro a la parada de South Ferry. En las cercanías de su salida diversas placas conmemorativas explican los orígenes de la ciudad. En ellas conocemos curiosidades como que los primeros neoyorkinos fueron los indígenas algonquines y que los primeros colonos llegaron desde Holanda.

10.00 h. Battery Park y Castle Clinton. Caminamos hacia el norte hasta Battery Park. En sus orígenes, Battery era una región en la costa suroeste de Manhattan cuya finalidad era la protección de la incipiente ciudad. El parque actual fue creado en el siglo XIX. En su interior aún se puede visitar el Castle Clinton, un fuerte de forma circular que fue el primer centro de inmigración de Estados Unidos.

10.30 h. Estatua de la Libertad y la Isla de Ellis. En Battery Park cogeremos un ferry que nos acercará a la Isla de la Libertad, donde descansa la Estatua de la Libertad. Este regalo de Francia a Estados Unidos se completó en 1886 y su finalidad era dar la bienvenida a los inmigrantes que llegaban a Estados Unidos en busca de una oportunidad.

El ferry también hace parada en la Isla de Ellis. Este centro de inmigración, que durante sus años de actividad procesó a 12 millones de inmigrantes, aloja hoy el Museo de la Inmigración.

Actualmente ambas islas se encuentran cerradas por los desperfectos causados por el huracán Sandy. La Isla de la Libertad reabrirá sus puertas el 4 de julio de 2013 .

12.30 h. Museo Nacional de los Indios Americanos. Frente a la punta noreste de Battery Park se encuentra la sede neoyorkina del Museo Nacional de los Indios Americanos , un centro que pertenece a la reputada Institución Smithsonian. En su interior podremos contemplar cerca de 250.000 objetos que muestran cerca de 12.000 años de cultura indígena.

13.00 h. Almuerzo en Fraunces Tavern. Esta taberna , ubicada en el 54 de la calle Pearl, ocupa un lugar central en la Historia revolucionaria de Nueva York. Fue en su interior donde el general George Washington, quien era cliente habitual del local, renunció a su cargo como comandante en jefe del Ejército Continental en diciembre de 1783, con motivo del fin de la Guerra de la Independencia. Tras comer podremos visitar el museo Fraunces Tavern, adjunto al bar. Su colección alberga decenas de documentos, artefactos y pinturas relacionadas con los periodos colonia, revolucionario y del nacimiento del federalismo en Estados Unidos.

14.30 h. La zona financiera. Nuestro paseo por la zona financiera comienza en la plaza de Bowling Green. En su interior podemos pasear por el parque Bowling Green, el primer parque público de Nueva York. Unos metros al norte se encuentra «Charging Bull», la escultura en la que Arturo di Modica plasmó la pujanza económica de Wall Street. La obra fue trasladada a esta plaza después de que di Monico y 30 amigos la colocaran frente a Wall Street una noche de 1989.

Continuando hacia el norte nos toparemos con Trinity Church, una iglesia cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XVII, cuando Nueva York era aún territorio británico. El edificio actual, el tercero que ha existido, fue terminado en 1846, construido después de que el original quedase reducido a escombros durante un incendio y de que el segundo fuera severamente dañado durante unas fuertes nevadas en 1838.

Trinity Church se encuentra frente al comienzo de la calle Wall Street, centro neurálgico de las finanzas de Nueva York y Estados Unidos. En esta estrecha y corta vía -su longitud total no supera los 8 bloques- se encuentra la sede de la Bolsa de Nueva York, creada en 1817 para dar resguardo a aquellos comerciantes que negociaban e intercambiaban acciones en las aceras de Wall Street.

Aunque esta calle es inevitablemente reconocida por sus lazos con las finanzas, en su seno también podemos encontrar el Federal Hall, un monumento nacional construido en el mismo espacio donde un día estuvo el ayuntamiento de Nueva York y el primer Capitolio de EE.UU. Aquí fue donde George Washingon fue investido primer presidente de EE.UU. y donde se presentó la Carta de Derechos de este país. Actualmente el centro es un museo en el que se puede explorar parte de la Historia neoyorkina de aquellos años.

15.30 h. Visita al museo y monumento nacional del 11 de septiembre. El 11 de septiembre es una de las fechas más trágicas de la Historia reciente de Estados Unidos. Aquel día Al Qaida secuestró cuatro aviones y estrelló dos contra las Torres Gemelas y uno contra el Pentágono. En la zona cero, el área que un día ocuparon las Torres Gemelas, se puede visitar ahora el museo y monumento nacional al 11 de septiembre. Inaugurado durante la conmemoración del décimo aniversario de la catástrofe, el centro está compuesto por dos fuentes construidas en el hueco donde un día estuvieron los cimientos de cada una de las torres y un museo en el que contemplar centenares de objetos que tratan de ser un testimonio de los ataques y servir de homenaje a sus víctimas.

Un detalle a tener en cuenta es que es necesario comprar entradas con antelación para garantizarse el acceso el mismo día. Las entradas se pueden reservar aquí .

17.00 h. Paseo por Tribeca. Tribeca, acrónimo del triángulo bajo Canal Street, es uno de los barrios más pujantes y modernos de toda la ciudad. También es uno de los más caros y elitistas. En sus calles tienen su residencia estrellas como Beyoncé y Jay Z o Gwyneth Paltrow y Chris Martin. Las vistas del río Hudson y la costa de Nueva Jersey desde el Hudson River Park suponen un agradable y relajante paseo que se puede extender por las calles del barrio, caracterizadas por sus edificios de apariencia industrial. En cualquier punto del paseo es recomendable elevar la vista y buscar el 1 WTC, el nuevo edificio más alto de la ciudad. Una parada obligatoria en Tribeca es la Mysterious Bookshop, una librería -con alma de museo- dedicada en su totalidad a los libros de misterio.

19.00 h. Cena en el Tribeca Grill. Parte de la responsabilidad de que Tribeca se haya labrado tan buena reputación internacional es de Robert DeNiro. Después de que los ataques terroristas del 11 de septiembre dejaran a Nueva York deprimida y con una crisis de identidad, DeNiro y la también actriz Jane Rosenthal lanzaron el Festival de Cine de Tribeca, un certamen de cine independiente que consiguió revitalizar la vida cultural del sur de Manhattan. Al lado de la sede permanente del festival, DeNiro abrió el Tribeca Grill, una fantástica opción tanto para cenar, como para empaparse del ambiente vibrante del barrio. A pesar de la amplitud del restaurante, es recomendable reservar con antelación .

Día 2. Cultura, compras y buena cocina en la Quinta Avenida

Hay mucho jugo que sacarle a la Quinta Avenida. En la vía más icónica de la ciudad -con permiso de Broadway- se puede encontrar una gran oferta de ocio, de restaurantes y, por supuesto, de tiendas.

09.30 h. Desayuno en el Hotel Plaza. Para comenzar el día con energía hay pocas opciones mejores que hacerlo en el hotel Plaza, uno de los más representativos e históricos de Nueva York. El menú del Palm Court, o el salón de las palmeras, ofrece una gran variedad de zumos y platos típicos del desayuno estadounidense como el oatmeal, un preparado a base de harina de avena y frutos secos. Recomendamos reservar con antelación.

10.15 h. Paseo por Central Park. Central Park es el parque público más visitado de Estados Unidos. Accederemos a este jardín urbano, parte del registro estadounidense de lugares históricos, a través de su esquina sureste. En esta sección del parque podemos visitar su pequeño zoo, el primero de la ciudad; o simplemente pasear por los alrededores de El Estanque o caminar hasta el embarcadero Loeb, donde los más pequeños acuden con sus barcos teledirigidos.

11.30 h. Visita a FAO Schwarz. Esta tienda de juguetes , la más antigua de Estados Unidos, es una visita obligatoria tanto para los más pequeños, como para los mayores de la casa. En su interior podremos ver peluches de cientos de animales diferentes, algunos a tamaño real; además de su popular piano gigante. Tocar este instrumento no requiere ninguna formación musical. Para arrancarle unas notas y mucha diversión solo hace falta quitarse los zapatos y saltar sobre sus teclas, tal y como hizo Tom Hanks en la película «Big».

12.00 h. La milla del lujo. En el cruce con la calle 57 comienza un tramo de la Quinta Avenida caracterizado por la presencia de las mejores firmas internacionales. En esa confluencia de calles se encuentran los grandes almacenes Bergdorf Goodman , conocidos por sus elegantes y cuidados escaparates y por concentrar en una única superficie las marcas más chic; las tiendas insignia de Louis Vuitton y Prada en la ciudad, y la cinematográfica Tiffany’s de «Desayuno con diamantes».

Si continuamos paseando en dirección sur encontraremos otras joyerías como Charles Winston, Cartier, Bulgari o DeBeers; y tiendas como Gucci, Armani, Bottega Veneta o Fendi.

13.00 h. El MoMA. El Museo de Arte Moderno de Nueva York ( MoMA ) es una visita ideal, ya que su versátil colección ofrece diferentes estilos de visita. Durante nuestra breve parada no podemos perdernos la cuarta planta, donde el museo exhibe su colección de pintura y escultura de corrientes modernas como cubismo, dadaísmo y surrealismo. Entre las obras que podremos contemplar se encuentran la «Noche estrellada», de Van Gogh, o «La persistencia de la memoria», de Salvador Dalí.

15.00 h. Almuerzo en Brasserie Ruhlman. Ubicado en el 45 de Rockefeller Plaza, este restaurante de inspiración Art Decó infunde en platos típicos de la cocina estadounidense la calidad y el saber hacer de la gastronomía tradicional francesa. Una interesante opción de su amplio menú es el roll de gambas y langosta, un sándwich típico de la costa este de Estados Unidos. Recomendamos reservar con antelación.

16.00 h. Paseo por el Rockefeller Center y vistas desde el Top of the Rock. Tras reponer fuerzas continuaremos la ruta por el Rockefeller Center. Como nuestro plan es subir al mirador del Top of the Rock, nuestra primera parada serán las taquillas. Allí adquiriremos las entradas para comenzar la visita al mirador. Como cada entrada tiene asignada una hora de acceso y suele haber un intervalo de 30 minutos, aprovecharemos ese tiempo para conocer la plaza central del Rockefeller Center y sus alrededores. Actualmente, esta área está ocupada por las esculturas de piedra de Ugo Rondinone, unas figuras de cerca de 5 metros de altura que forman parte de la exposición Human Nature. Si tenemos tiempo, cruzaremos la calle hasta la Catedral de San Patricio, uno de los templos católicos más importantes de Estados Unidos. Si no fuera posible, siempre podremos acceder a ella tras descender del Top of the Rock.

De los 19 edificios que conforman el Rockefeller Center, el Top of the Rock se refiere al GE Building, también conocido como 30 Rock . Su azotea ofrece unas fantásticas vistas panorámicas de la ciudad, especialmente de Central Park y los barrios que lo circundan en el norte, y del Empire State Building y los rascacielos de la zona financiera en el sur.

19.00 h. De compras. Tras nuestro paseo por las alturas continuaremos caminando por la Quinta Avenida en dirección sur. En este tramo de la concurrida avenida tendremos oportunidad de ir de compras, dado que aquí se concentran algunas de las marcas más conocidas y asequibles de Estados Unidos. Algunas paradas interesantes son Urban Outfitters, American Apparel, Anthropologie, Banana Republic, Club Monaco, Cole Haan, Fossil o J. Crew. Para los aficionados al baloncesto recomendamos visitar la tienda de la NBA, ubicada en la Quinta Avenida entre las calles 47 y 48.

20.30 h. Cena con vistas. Para concluir el día cogeremos un taxi hasta el 230 Fifth , un bar y restaurante ubicado en el 230 de la Quinta Avenida. Allí cenaremos en su terraza o «rooftop», desde donde tendremos una inmejorable vista del Empire State Building. En su menú, caracterizado por la fusión de las cocinas oriental y americana, destacan las mini hamburguesas o sliders asiáticas, los rollitos de primavera vegetarianos y los calamares fritos con salsa de chile dulce. Para completar la experiencia pediremos uno de los cócteles de la casa como el Cosmopolitan de lichi. Recomendamos reservar con antelación.

Nueva York: todo lo último, todo lo imprescindible

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación