Toledo
La celebración de la Semana Santa de Toledo, declarada de Interés Turístico Internacional, se caracteriza por ser un rito en el que se conjugan tres elementos importantes: el litúrgico, el procesional y los lugares donde se guarda el Cuerpo de Cristo, desde la tarde del Jueves a la del Viernes Santo.
A la Semana Santa de Toledo acuden todos los años miles de personas, atraídos por el trazado del Casco Histórico por el que transcurren estas procesiones. Estos desfiles van acompañados por tenues luces de las farolas que portan los cofrades y los cantos que, en ocasiones, interpretan durante el rito y que interrumpen el silencio de la celebración.
Son días de emoción profunda. Será por las imágenes, los cristos agónicos, las vírgenes que reviven la fe y piedad cristiana y la explosión de color de los cofrades y hermanos que desfilan por el recinto amurallado de Toledo y que no dejan de sorprender a quienes la contemplan.
La Semana Santa se vive en diferentes emplazamientos de Toledo. Los conventos, las iglesias, las parroquias y los monumentos se visten para acoger las ceremonias y los diferentes ritos que componen una celebración única, inolvidable.
Para el visitante que llegue hasta la Ciudad Imperial lo más recomendable es planificar el recorrido a partir de la página web www.semanasantatoledo.com, que contiene todo el programa de los actos litúrgicos y que permite buscar el mejor sitio para contemplar los pasos. Recomendable es acercarse hasta los Cobertizos, un rincón perfecto para ver la salida de las imágenes desde el Santo Domingo el Real y su paso por los cobertizos de Santa Clara.
No olvide recorrer las iglesias parroquiales, los conventos y los monumentos, decorados con preciosos sagrarios donde se deposita el Santísimo Sacramento. La tradición marca que no se puede dejar la ciudad sin visitar siete monumentos.
Y en este programa religioso es recomendable contemplar la procesión del Jueves Santo. Y en la madrugada del Viernes, Toledo vive una noche profundamente penitencial, cuando las calles son un solemne escenarios para recibir al Señor. En este itinerario religioso destaca la tradicional procesión del Silencio (la del Santísimo Cristo de la Expiración).
Y el sábado Santo, durante la Vigilia Pascual, en la Catedral de Toledo tiene lugar la bendición de los corderos pascuales que el cabildo catedralicio regala a los Seises, grupo de niños que se encarga de los cánticos.
Para finalizar, el Domingo de Resurrección, en la Catedral, el arzobispo preside la misa de Pascua, con la que concluyen los actos religiosos.