Vacaciones y restricciones en Portugal: qué se puede hacer y qué no
De la necesidad de un test negativo en restaurantes y hoteles los fines de semana al toque de queda en 90 municipios
Se puede viajar a Portugal desde España
Este verano aún hay muchos españoles que no se quieren aventurar a viajar lejos por el contexto sanitario actual. Por eso, cruzar a Portugal es un plan en alza: quedarse cerca por si acaso. De hecho, el último indicador oficial proporcionado por la Asociación de Hosteleros Portugueses retrata que 61.000 ciudadanos españoles pernoctaron en el mes de mayo al menos una noche en tierras lusitanas, mientras que a continuación se sitúan los británicos con 60.000.
Desde el pasado 1 de mayo, las fronteras terrestres entre ambos países han recobrado la libertad que tanto echaban en falta las zonas limítrofes y, en la actualidad, no existe ninguna condición previa para saltar de uno a otro lado, es decir, no se exige PCR ni ningún otro documento sanitario. Sí la piden, en cambio, por vía aérea… o, en su defecto, el certificado de vacunación.
No en todo el territorio luso, pero 90 municipios (incluidos Lisboa, Oporto, Faro, Braga, Cascais, Albufeira y otros de los más importantes) han vuelto a instaurar el toque de queda a partir de las 23.00 horas.
Los bares y discotecas permanecen cerrados , mientras que los restaurantes están autorizados a abrir sus puertas hasta las 22.30 horas. Se puede entrar al interior para comer o cenar, pero debe mostrar usted el certificado de vacunación o un test negativo, aunque únicamente los fines de semana. Lo que no requiere la presentación de estos papeles es sentarse en una terraza.
Eso sí, el test en hoteles y restaurantes solo se pide desde las 19.00 horas de cada viernes y durante el fin de semana. Una circunstancia polémica y que resulta difícil de entender porque el virus no distingue entre días laborables y de ocio.
Al mismo tiempo, se ha puesto fin a la prohibición de entrar y salir del área metropolitana de Lisboa , que estuvo vigente durante tres fines de semana.
Únicamente los menores de 12 años quedan exentos de cumplir estas normas, así que conviene pasar la frontera estando bien informado. Por si acaso a alguien se le ocurre contravenir alguna de estas medidas, el Gobierno luso ha establecido una tabla de multas, que van de 1.000 a 10.000 euros para los propietarios de locales y de 100 a 500 euros para los ciudadanos de a pie.
Es la respuesta oficial a la expansión del coronavirus en un 75% a lo largo de todo el territorio portugués desde que predomina la variante delta de la infección.
Se puede ir libremente a los supermercados y superficies comerciales en Lisboa, Oporto y el Algarve, pero teniendo en cuenta que solo hasta las 21.00 horas (19.00 los sábados y domingos).
En cuanto a las playas , continúan siendo ese aliciente infalible de Portugal. Las franjas de Cascais, Caparica y Matosinhos son las más frecuentadas en las cercanías de Lisboa y Oporto. Sin embargo, se halla diseminada por el litoral de Aveiro, el Alentejo y el Algarve una buena ristra de arenales, como Meco, Zambujeira do Mar o Benagil con mayor amplitud. Claro que la mejor playa del país está localizada en el archipiélago de Madeira : se trata de Porto Santo, que presume de sus nueve kilómetros de extensión con aspecto caribeño.
Los c onciertos se han retomado con cuentagotas y, en este momento, se celebran únicamente aquellos que pertenecen a ciclos al aire libre, fundamentalmente de jazz o de fado.
Dado que las casas de fado son restaurantes, es posible reservar mesa para cenar y sucumbir al embrujo de cantantes como Rodrigo Costa Félix o Tânia Oleiro en lugares tan emblemáticos como Parreirinha de Alfama o Mesa de Frades , que precisamente se ubican en las proximidades del Museo del Fado, auténtico motor para que el género portugués por excelencia no deje de carburar.
Por su parte, los museos y salas de exposiciones se mantienen como una de las actividades más seguras. Son lugares que se encuentran abiertos y ya no exigen cita previa, basta mantener la distancia social y no olvidar la mascarilla.
Quien se acerque este verano a Portugal y se sienta atraído por esta oferta cultural ha de saber que la estrella absoluta es Ai Weiwei , el disidente chino que se ha mudado a vivir en el Alentejo y que es protagonista por partida doble.
Así, la Cordoaria Nacional (en el barrio lisboeta de Belém) alberga la retrospectiva más completa jamás realizada sobre su impactante obra hasta finales de noviembre y, a partir del viernes 23 de julio, se ve completada por otra muestra igualmente atractiva: la que aprovecha los grandes espacios del Museo Serralves de Oporto para colocar en exhibición sus más icónicas piezas de gran formato.
En caso de que usted prefiera contemplar ejemplos de la esencia más arquetípicamente lusitana, tiene las opciones del Museo Soares dos Reis, de Oporto, y el coqueto Museo del Azulejo , que sorprende a quien se desplaza hasta sus dominios en la zona lisboeta de Beato, más allá del impresionante Panteón Nacional.
Noticias relacionadas