Los secretos que esconde Urbino, la mágica ciudad del Renacimiento que vio nacer a Rafael
Durante todo el 2020 serán numerosas las celebraciones para conmemorar el 500 aniversario de la muerte del artista
Once secretos de Roma que quizá aún no conozcas
Una rosa roja sobre la tumba de Rafael Sanzio en el Panteón acompañará durante todo el 2020 las numerosas celebraciones para el 500 aniversario de su muerte en Roma , en plena juventud, con 37 años de edad, el 6 abril 1520. El gran artista de Urbino, venerado en vida como artista único, quiso ser sepultado en el Panteón de Agripa y en su tumba figura un epitafio en latín que le dedicó el cardenal y poeta Pietro Bembo: «Aquí yace Rafael. Cuando vivía, la Naturaleza temió ser vencida por él, y al morir él, temió morir ella». El Panteón , el monumento más visitado de Italia con más de nueve millones de personas en el 2019, y la exposición antológica de las Escuderías del Quirinal desde el próximo 5 de marzo, pueden ser el punto de partida de un viaje que nos lleve a Urbino, el pueblo natal de Rafael , para descubrir los lugares que le han visto crecer y han inspirado a uno de los más grandes protagonistas del arte, el artista de la belleza absoluta, universal, el tercer gigante del Renacimiento con Leonardo da Vinci y Miguel Ángel.
Capital del Renacimiento
Urbino , ciudad de historia milenaria, con 14.200 habitantes, en la provincia de Pésaro, a 260 kilómetros Roma, en el noreste, ha sido elegida por el diario «The New York Times» entre los destinos que hay que visitar en el 2020 . Es un idílico municipio montañoso, un lugar mágico donde sus casas, palacios e iglesias se extienden entre calles estrechas y empinadas. Durante los siglos XV y XVI fue una de las capitales culturales del Renacimiento , cuyo halo se respira todavía en esta ciudad universitaria, con un ambiente joven y relajado. El centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998. Sus calles alojarán a lo largo de todo el año eventos y exposiciones dedicados a su hijo más ilustre.
El primer sitio para perderse en un rico «tour» de arte es el maravilloso Palacio Ducal , que alberga la Galería de las Marcas, una de las colecciones de pintura más importantes del mundo que cuenta con obras de Rafael, Piero della Francesca, Tiziano, Ucello y Barocci. Entre mayo y octubre, acogerá la exposición «Rafael y Baldassarre Castiglione».
El edificio fue definido como «un palacio en forma de ciudad» por Baldassarre Castiglione, humanista, diplomático, militar y escritor, autor del célebre tratado «Il Cortegiano» («El Cortesano», 1528), donde describe el ideal de vida del Renacimiento, una guía práctica del caballero perfecto, que debía ser experto en las armas y en las letras. En esa especie de manual, que durante siglos fue leído en Europa por quienes aspiraban a una vida de poder y distinción, Baldassarre Castiglione teoriza sobre el arte de conversar y, para ello, se inspiró en este Palacio Ducal.
Legendarias reuniones
Allí, en marzo de 1507, en una de sus habitaciones con altas ventanas se reunieron durante cuatro noches seguidas un grupo de poetas, artistas, eruditos y nobles alrededor de una mesa para conversar sobre el amor, la moral, la ley, los modales, la belleza, el sexo, el arte y todo lo que estaba en la mente de los hombres y mujeres del Renacimiento. «Aquí, entonces, se escucharon gentiles discusiones y bromas inocentes», escribió Castiglione sobre el encantador ambiente fomentado por Elisabetta Gonzaga, la duquesa de Urbino, renombrada por su cultura, que presidió esas legendarias reuniones. La pluma de Castillone , con una prosa considerada como una de las más altas expresiones del Renacimiento italiano, convirtió a Urbino en sinónimo de refinamiento y cortesía, donde el arte y el dinero formaban un matrimonio perfecto.
En este ambiente nació Rafael en 1483 y vivió hasta que se fue a Roma , en una casa construida en el siglo XV, comprada por el padre de Rafael, Giovanni Santi (1435-1494), humanista, poeta y pintor. Aquí tuvo el padre su propio taller en el que Rafael recibió sus primeras nociones de pintura. Hoy esta Casa Natal de Rafael , a la que se llega desde la plaza central en una de las principales calles empinadas de Urbino, es una etapa obligada para comprender las raíces del pintor llamado el Divino y se puede observar un fresco juvenil.
A pocos pasos del Palacio Ducal se encuentra el imponente Duomo y el Museo Diocesano Albani . La catedral, de formas románico-góticas, fue reconstruida en los años 1474-1488. Conserva algunas telas de gran valor histórico-artístico. A su derecha, el museo con doce salas en las que se encuentran dos antiguas sacristías del Duomo.
Inevitables etapas son la iglesia de San Juan Bautista , donde se puede admirar un imponente ciclo de frescos realizados entre 1415 y 1416 por los hermanos Salimbeni; y el Oratorio de San José donde se conserva un belén del siglo XVI de Federico Brandani, con figuras de tamaño natural.
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