El paisaje español que aspira a Patrimonio de la Humanidad en 2021

La Ribeira Sacra, entre Lugo y Orense, es una bellísima tierra llena de monasterios, viñedos y ríos

Zona de viñedos en Beselar, junto al Miño, en la Ribeira Sacra Miguel Muñiz

Fernando Pastrano

Mal se tienen que poner las cosas para que la Ribeira Sacra , la única candidata española, no sea incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad en junio de 2021, coincidiendo con la celebración del Año Xacobeo . Se sumaría así a una lista gallega que se inauguró con el casco histórico de Santiago de Compostela , en 1985, y cuya última aportación, por ahora, fue la coruñesa Torre de Hércules en 2009.

Mosteiro de Santa Cristina de Ribas de Sil Miguel Muñiz

La Ribeira Saca, dentro de la categoría de paisaje cultural , tiene una extensión aproximada de 180 km². Una singular región que ha sido «testigo excepcional de la cristianización del Occidente de Europa», un territorio en el que a lo largo de 1.500 años se desarrolló un movimiento ascético de eremitas y anacoretas que ocuparon los valles del Sil y del Miño y que, con el tiempo, fue sustituido por una fecunda implantación monacal. Lo compone un conjunto de 21 ayuntamientos del sur de la provincia de Lugo y el norte de la provincia de Orense, y está atravesado por los ríos Miño, Sil y Cabe.

Paisaje agreste y aún solitario en el que se establecieron al principio del cristianismo monjes y eremitas que huían del mundanal ruido . Cuevas y pequeñas cabañas que con el tiempo se fueron agrandando y se convirtieron, al menos desde el siglo XII, en conventos y monasterios en los que surgieron florecientes centros de cultura y de religiosidad, lo que le valió el nombre de Ribeira Sacra con el que aún se le conoce.

Lo primero que llama la atención es su singular paisaje. El cañón del río Mao , por ejemplo, posee una ruta circular de 16 km a modo de camino elevado de madera que facilita su recorrido por desfiladeros salpicados por cascadas. Pero los cañones más agrestes están en torno al río Sil, profunda garganta con paredes casi verticales de unos 500 m de altura. En los llamados «Balcones de Madrid» , unas pasarelas de madera apuntaladas sobre el vacío, a poco que dejemos libre la imaginación parecerá que volamos libres.

Pero los atractivos de la Ribeira Sacra no acaban aquí. Apenas empiezan. Toda la zona es una de las mayores concentraciones de románico de Europa. Podemos empezar visitando el monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil , construido a partir del siglo XII, aunque tiene sus orígenes en el VI, con lo que podría tratarse de uno de los asentamientos cristianos más antiguos de Galicia. Durante mucho tiempo fue sede del poder religioso y civil, ya que su abad ostentaba plenos poderes.

Pero este es solo un ejemplo de las docenas de edificios románicos que podemos encontrar en la zona como los monasterios de San Paio de Diomondi, Santo Estevo de Atan, San Miguel de Eire, San Fiz de Cangas...

En la imagen un porteador transporta una caja de uvas durante la vendimia en la viña de 'Carballo Cobo' de la bodega 'Adega Algueira', situada en la subzona de Amandi en Doade (Sober) EFE/Brais Lorenzo

Y la Ribeira Sacra es también sinónimo de vino . Una interesante DO creada en 1996, cuyos viñedos crecen en terrazas en perfecta armonía con los monasterios y ermitas. Son los «socalcos», cultivos en bancales que bajan hasta casi la orilla de los ríos. La de la zona es una de las cinco denominaciones de origen gallegas, las otras cuatro son Rías Baixas, Ribeiro, Monterrei y Valdeorras.

En la Ribeira Sacra los vinos más apreciados son los tintos a base de las variedades de uva garnacha tintorera y mouraton, aunque también hay excelentes blancos fabricados con la variedad godello.

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