Monasterios, pueblos abandonados, tesoros del mudéjar: lo que no sabes de Zaragoza
Recorrido por rincones únicos llenos de arte y de más de 2.000 años de historia en la provincia de Zaragoza
Elegir destinos para una escapada por la provincia de Zaragoza no resulta sencillo. Las opciones son tan variadas que es complicado elegir. Es una provincia que presume de ser un museo vivo, cargada de rincones únicos, singulares y llenos de contrastes. Atesora la huella de más de 2.000 años de historia y de arte, desde los vestigios de la presencia celtíbera y romana a las ruinas del viejo Belchite azotado por la Guerra Civil.
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Entre los recorridos posibles con los que disfrutar del patrimonio de la provincia de Zaragoza figuran las del románico de las Cinco Villas , la de los monasterios del Císter o el mudéjar del valle del Jalón, pasando por Tarazona, la medieval Daroca o los castillos y palacios de la cuna del Papa Luna.
Lugares medievales
Sos del Rey Católico, Uncastillo, Sádaba, Ejea de los Caballeros y Tauste componen las históricas Cinco Villas. Sus calles destilan un cuidado sabor medieval, conservado con esmero en rincones y edificios en los que se ha mantenido la esencia de lo mejor de su pasado. La localidad de Sos, donde nació el rey Fernando El Católico, está en la selecta lista de los pueblos más bonitos de España.
Entre los destinos medievales también sobresale Daroca , situada al sur de la provincia y excelentemente comunicada por la autovía A-23, Zaragoza-Teruel. Daroca cuenta con múltiples casas palaciegas, iglesias y un espléndido recinto amurallado que sumergen al visitante en un ambiente cargado de historia.
La huella del Císter
Aragón atesora un buen número de vestigios del Císter, la poderosa orden monástica que marcó la historia de varios territorios zaragozanos. Sus principales enclaves se conservan en toda su monumentalidad. Se trata de los monasterios de Rueda -en la localidad de Sástago, a orillas del Ebro-, de Piedra -bañado por el río del mismo nombre, en Nuévalos- y el de Veruela , a los pies del Moncayo. Cerca de este último está Tarazona, ciudad llena de historia y de arte. Destacan su catedral, la judería, el Palacio Episcopal y un nutrido grupo de casonas e iglesias.
Mudéjar, esencias orientales
El mudéjar llena la provincia de Zaragoza en dosis excepcionales. Las tierras de los valles y sierras del Jalón son un excelente territorio en el que disfrutar de decenas de edificios excepcionales, varios de ellos catalogados como Patrimonio Mundial por la Unesco. La iglesia de Santa María de Tobed, las iglesias-fortaleza de los valles del Ribota y del Jiloca, las torres de Ateca y Calatayud, y la variedad del arte mudéjar de la comarca de Valdejalón dan fe de esa riqueza monumental.
Goya, Fuendetodos y Belchite
Otro atractivo destino histórico-artístico es Belchite . Ruinas sobrecogedoras de un pueblo al que la Guerra Civil azotó con especial crudeza. El pueblo quedó abandonado y, junto a sus ruinas, se levantó un nuevo Belchite. Los restos del Pueblo Viejo son imponentes, espectacular testigo de los desastres de las guerras, los mismos que más de cien años antes inspiraron a Goya para una de sus más famosas series de grabados. Viene al caso Goya hablando de Belchite, porque el genial pintor nació muy cerca, en la localidad de Fuendetodos. Ambas localidades están a menos de 20 kilómetros de distancia. Fuendetodos conserva la casa natal de Goya, su más conocido reclamo turístico.
Las tierras del Papa Luna
La histórica figura del Papa Luna también está directamente ligada al patrimonio monumental de otra atractiva porción de la provincia de Zaragoza, la comarca del Aranda. Conocida por su industria zapatera de las localidades de Brea y de Illueca, esta comarca atesora un rico patrimonio en el que sobresalen castillos y palacios. De estos últimos, el más conocido es el castillo-palacio de Illueca, sede de uno de los establecimientos de la red de Hospederías de Aragón. En este edificio, que corona la silueta urbana de Illueca, nació el que acabaría protagonizando el Cisma de Occidente: Benedicto XIII, el Papa Luna.
La comarca del Aranda y su vecina de Valdejalón -con capital en La Almunia- ofrecen un atractivo recorrido por castillos y palacios. El castillo de Mesones de Isuela, el antiguo convento dominico de Gotor, el palacio de los Condes de Morata de Jalón, el de los Condes de Aranda -en Épila- o el de Doña Urraca, en Calatorao, son buenos ejemplos.
