El pulso del planeta
La iglesia de Cenicienta
En Taiwán se levanta una falsa parroquia de cristal con forma de zapato donde no se oficia misa, pero se celebran «bodas» de cuento de hadas
Desde un hotel con forma de herradura hasta una fábrica de licor dentro de una botella gigante, en China abunda la «arquitectura rara» . Así se conoce a los extravagantes edificios que, inspirados por un más que dudoso gusto «kitsch», han crecido a la sombra de su burbuja inmobiliaria tras cuatro décadas de desarrollismo y frenética urbanización.
Aunque China se lleva la palma en horteradas arquitectónicas, el último ejemplo nos viene de Taiwán, la isla que permanece separada del régimen comunista de Pekín desde el final de la guerra civil en 1949. En el condado de Chiayi , al suroeste de la isla, se alza un zapato de cristal de 17 metros de altura que alberga una falsa iglesia. Al igual que en otras parroquias de mentira que han proliferado en Taiwán, en su interior no se oficia misa, pero se celebran «bodas» imitando el rito cristiano para que las parejas budistas (religión mayoritaria en la isla) puedan protagonizar la romántica liturgia del «sí, quiero». Y, lo más importante, para que las novias puedan casarse de blanco y hacerse sus fotos bajo un enorme zapato de cristal que emula al de Cenicienta .
La idea partió el año pasado de las autoridades locales, que pretenden promocionar así el turismo en esta popular zona costera. Para ello, se gastaron 632.000 euros en levantar este edificio con forma de zapato de tacón compuesto por 320 paneles de cristal tintado de azul. «Queremos que sea un recinto romántico y feliz» , explicó a la BBC la responsable turística de la región.
Como en cualquier acto de amor que se precie, tras esta iglesia con forma de zapato de mujer subyace una triste historia del pasado . Además de reclamo para los visitantes, el edificio es un homenaje a una joven local que, en los años 60, sufrió la enfermedad del pie negro, que obstruye las arterias de las piernas y provoca gangrena al cortar el riego sanguínea. Para salvarle la vida, los médicos tuvieron que amputarle ambas piernas poco antes de casarse, lo que llevó a su prometido a cancelar la boda. Desengañada, la muchacha pasó el resto de su vida recluida. Un recordatorio para que las parejas que contraigan matrimonio en el zapato no se olviden de que su unión es para siempre. Ya saben, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad.
Con el fin de atraer a las mujeres, la falsa iglesia cuenta en su interior con un centenar de motivos supuestamente femeninos , como hojas de arce, bizcochos y bancos para que los enamorados pelen la pava. Debido a esta simplificación del género femenino, la iglesia zapateril ha generado un enconado debate en las redes sociales. Mientras sus detractores critican su sexismo, sus partidarios alaban que las novias puedan casarse como si fueran Cenicienta.