La Casona del Duende, un hotel rural de cuento

Por fin ha llegado la primavera (por mucho que el tiempo se empeñe en querer hacernos ver que el invierno aún no se ha ido), y es el momento ideal para coger las maletas e irse a visitar zonas rurales , donde dar largos paseos, hacer un poco de turismo de aventura, o simplemente relajarse en la naturaleza contemplando unas vistas magníficas. Todo ello lo puedes conseguir en la Sierra de Aracena, en Huelva, donde además encontrarás un pequeño hotel que hará las delicias de tu estancia.

Este pequeño hotel se encuentra en la localidad de Alájar, una villa ubicada a 115 kilómetros de Huelva, y que forma parte del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Es una pequeña construcción rústica con un ambiente muy íntimo, que se traduce en un reducido número de habitaciones, tan sólo ocho, que consiguen esa sensación de recogimiento y de aislamiento en la naturaleza.

En la Casa del Duende uno se siente en plena naturaleza, rodeado de verde y de árboles (la villa de Alájar apenas llega a los 800 habitantes), con unas vistas preciosa de los páramos circundantes. Las habitaciones están decoradas con cariño , con un estilo entre lo clásico, lo romántico, y lo rústico que le da un carácter muy particular, y que lo convierte en ideal para escapadas en pareja. Uno puede salir a hacer rutas fácilmente desde el hotel, o simplemente quedarse en sus bucólicos jardines o su maravillosa piscina para relajarse un rato.

El Parque Natural de la Sierra de Aracena se ubica en el extremo occidental de Sierra Morena, y nos muestra un precioso paisaje de arboledas que salpican sus dehesas, que en este momento del año brillan de color verde. El visitante no debe olvidar que una de las principales industrias de la zona es el jamón, por lo que no hay nada como degustar un buen jamón de jabugo o alguna de las muchas y deliciosas chacinas que forman parte de su tradición. Además es un lugar ideal para aventureros y amantes de la naturaleza, ofreciendo una enorme cantidad de actividades para no parar (si uno no quiere).