El hotel nazi abandonado que enorgullecía a Hitler será reconvertido en «resort»
Prora, un complejo abandonado de más de 10.000 habitaciones, está siendo rehabilitado con el objetivo de que sus apartamentos puedan ser vendidos al público
«Quiero que todos los trabajadores alemanes puedan acceder a unas vacaciones suficientes y que se haga todo lo posible para que todo su tiempo de ocio les proporcione el necesario descanso». Esta es la frase que, durante la Segunda Guerra Mundial , se podía leer en los panfletos vacacionales firmados por el mismísimo Adolf Hitler. No mentía el líder nazi, pues había iniciado varios proyectos para que el pueblo alemán pudiese disfrutar de un lujoso tiempo de asueto y, así, lograr que sus ciudadanos estuvieran «mentalmente fuertes».
Precisamente uno de esos proyectos fue el que se planeó en la isla de Rügen (ubicada al noroeste de Alemania). Y es que, en este bello emplazamiento característico por sus playas de arena blanca, el «Führer» ordenó edificar una serie de edificios que hicieran las veces de gigantesco hotel vacacional para todos los alemanes. El objetivo era construir más de 10.000 habitaciones en las que otros tantos alemanes pudieran divertirse y, así, comprender que no todo en el Reich era trabajar. La construcción del lugar –conocido como Prora - quedó sin embargo detenido en 1939 debido a la falta de liquidez por los esfuerzos de la guerra.
Para saber más : Dentro del balneario abandonado de Hitler que nunca tuvo un solo huésped
Desde entonces, este gigantesco complejo ideado por la Kraft durch Freude (la organización « Fuerza a través de la alegría », ideada para estructurar las vacaciones de los alemanes durante los años 30 y 40) se ha mantenido a medio edificar y sin un dueño que haya querido hacerse cargo de los gastos que supone su mantenimiento. Así era hasta ahora, pues –tal y como afirma la versión digital del diario « The Wall Street Journal »- en la actualidad sus viviendas se están rehabilitando y vendiendo al público como un emplazamiento perfecto en el que pasar unas agradables vacaciones.
Una de los alemanas que se han animado a adquirir un apartamento en Prora, el edén olvidado del Tercer Reich , ha sido Chris Moog, una escritora que –el año pasado- pagó la friolera de 310.000 euros por un apartamento en el complejo. «Estoy feliz por saber que en el edificio se están haciendo apartamentos para las vacaciones. Siempre que pasaba por aquí lo veía en ruinas. El lugar fue ideado en un momento oscuro , pero es estupendo que puedan ser rehabilitados poco a poco», ha señalado la inquilina al susodicho diario.
Alemania se ha tomado muy en serio la idea de conseguir que sean habitables lugares construidos durante el nacionalsocialismo. Un claro ejemplo de ellos son los búnkers de Bremen y Munich , los cuales han pasado de estar abandonados, a ser viviendas. Otro suceso similar es lo acaecido en unos edificios ubicados en las afueras de la ciudad de Schwerte y que pertenecen al campo de concentración de Buchenwald. ¿La razón? Hace algunos meses se creó un proyecto para convertirlos en un albergue para inmigrantes.
Un edificio viejo, una nueva polémica
La venta de apartamentos de Prora ha desatado la polémica entre los que consideran que estos edificios son patrimonio arquitectónico e histórico (y, por lo tanto, no deberían modificarse); y aquellos que creen que esta venta hará que se recupere el lugar. Con todo, los apartamentos están siendo adquiridos de forma paulatina, pues –además del poso histórico negativo con el que cuentan- el precio de la vivienda ha vuelto a crecer en Alemania. « No estamos haciendo viviendas para los ricos . Tenemos personas totalmente normales como clientes», señala Noel Freudenberg , uno de los arquitectos involucrados en el proyecto.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Prora cayó en manos de los soviéticos, quienes acabaron cediendo el complejo a la Alemania Oriental tras la reunificación del país. El ejército abandonó el lugar poco después y la decadencia empezó a atacar a los edificios de la ciudad vacacional. Así fue hasta 2004, año en que el lugar fu vendido a una empresa inmobiliaria que se encargó de rehabilitarlos a costa de 70 millones de euros .
Noticias relacionadas
- Dentro del balneario abandonado de Hitler que nunca tuvo un solo huésped
- Un campo de concentración nazi podría ser utilizado como albergue para inmigrantes en Alemania
- Una superviviente del Holocausto se reencuentra con su salvadora casi 70 años después
- Las vejaciones de las guardias nazis más sanguinarias de los campos de concentración