Los comportamientos más absurdos y repugnantes de los pasajeros en los aviones
Desde pasearse descalzos por el aparato, hasta masturbarse en su asiento. Durante un vuelo son muchos los viajeros que no muestran ningún decoro
A finales de julio como estamos, es probable que ya haya tenido que coger un avión para acudir a su lugar de vacaciones. Por lo tanto, también es muy posible que haya sufrido en sus propias carnes los comportamientos de otros pasajeros que, sin pudor ni decoro , creen que el interior de este medio de transporte es su propio hogar y no muestran ningún respeto hacia el resto del pasaje. Si así le ha sucedido no es el único, pues son cientos los veraneantes que han tenido que hacer frente a las «manías» repugnantes y absurdas de sus compañeros de vuelo.
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Así lo afirma, al menos, la versión digital del diario « Daily Mail », donde han entrevistado a varias azafatas para que desvelen en primicia cuáles son los comportamientos que más odian en los pasajeros , cuáles son más recurrentes y, en definitiva, cuáles logran acabar con su paciencia. Algunas revuelven verdaderamente las tripas, pues abarcan desde orinar dentro de una bolsa en el asiento para evitar levantarse, hasta caminar descalzo por el pasillo.
Los comportamientos más asquerosos
Entre los más habituales se encuentra el de quitarse los zapatos dentro del aparato para estar más cómodo. Este comportamiento llega a desesperar a los auxiliares de vuelo, que deben soportar el hedor de decenas de pies durante horas y horas en el aire. Sin embargo, y tal y como afirman las azafatas entrevistas por este diario, hay algunos pasajeros que llevan esta horrible manía más allá y se despojan también de los calcetines . Otros, a su vez, pasan la barrera del decoro al poner sus extremidades denudas sobre el reposacabezas del viajero de delante.
Tampoco son escasos los que se quedan dormidos y terminan apoyándose, sin pretenderlo, sobre el pasajero que se halla a su lado o aquellos que no dudan en levantar los reposabrazos y tumbarse a lo largo para disfrutar del trayecto echándose una buena y reconfortante siesta. Y es que, parece que muchos creen que están solos en el avión. Con todo, estos comportamientos ni se acercan a los más extremos: mantener relaciones sexuales en frente al resto del pasaje o masturbarse en el mismo sitio.
Los viajeros que no tienen ningún respeto por la limpieza son de los más habituales en los aviones. Así pues, no es extraño que alguien deje su sitio lleno de restos de comida , latas de refresco vacías y todo tipo de bolsas de alimentos. Nuevamente, estos viajeros desordenados no llegan ni a la suela del zapato a aquellos que, para evitar ir al baño, deciden orinar en una bolsa y dejarla posteriormente en su asiento para que sea recogida por la tripulación.
Finalmente, los auxiliares suelen tener que enfrentarse a todo tipo de preguntas absurdas durante el vuelo, algunas de las cuales logran acabar con sus nervios. Así pues, una azafata tuvo que convencer a una señora -después de varias horas en el aire y de que desde su ventana se viesen las nubes- de que el avión se movía y había abandonado la terminal del aeropuerto .
Otra mujer, a su vez, no dudó en solicitar explicaciones a un miembro de la tripulación sobre cómo era posible que, en el aire, las rampas hinchables que se usan en caso de emergencia llegasen hasta el suelo desde «tan alto».
