Cómo hacer el Camino de Santiago en familia
Recopilamos consejos y pistas para llevar a cabo una ruta jacobea con niños cuando cuatro de ellas acaban de recibir la distinción de Patrimonio de la Humanidad
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Cuatro itinerarios del Camino de Santiago (el costero, el interior del País Vasco y La Rioja, el de Liébana y el primitivo) estrenan su flamante distinción como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y, como las vacaciones son ideales para preparar la mochila, calzarse las zapatillas y conseguir la Credencial, le proponemos hacerlo en familia . Sí, ha leído bien, los pequeños de la casa son capaces de caminar y demostrar que llegar a la meta es una cuestión de fuerza de voluntad. Recopilamos, paso a paso, consejos y pistas para completar el Camino con éxito.
A los niños (de todas las edades, también en carrito de bebé) les divierte posiblemente más que a los adultos. Para ellos, seguir las flechas amarillas , buscarlas en los árboles o en los mojones, al borde del sendero, resulta toda una aventura . Deben estar despiertos porque saben que, de lo contrario, pueden perderse . Desarrollarán la concentración y atención , y esto siempre es una buena lección. Si bien, no deben alejarse de los mayores.
Hay diferentes rutas, pero la más conocida es la francesa . Parte de Saint Jean Pied de Port , Francia, supera los 750 kilómetros y suele completarse en 30 días. Pero he aquí el primer consejo: no hay que recorrerlos todos y tampoco hay que hacerlo de una vez. Se pueden elegir otros puntos de partida y utilizar más o menos días. Hay que ser conscientes de las posibilidades de cada uno y diseñar las etapas en función de ello. La página web Camino de Santiago Consumer recoge toda la información necesaria. Por otro lado, hay que aprender que si una lesión u otra cuestión obligan a causar baja, no es una derrota . Lo importante es haberlo intentado y, sobre todo, haber disfrutado de cada paso.
Los niños que adoran la Naturaleza disfrutarán como enanos y contemplarán diferentes paisajes : Navarra y su característico verde; La Rioja y sus viñedos; la inmensidad de la meseta castellana; los primeros montes leoneses y la frescura de Galicia. A ello hay que añadir, la práctica deportiva (también se puede realizar en bicicleta) y la maravillosa oportunidad de contemplar arte románico y gótico.
Se atraviesan ciudades con gran carga artística e histórica como Pamplona, Logroño, Burgos, León y, por supuesto, Santiago de Compostela . En ellas, existen catedrales de diferentes estilos y también otros monumentos dignos de visitar. La etapa suele concluirse a primera hora de la tarde y es esencial pensar atractivos planes para que los niños no se aburran sin nada que hacer en el albergue. Quizá visitar alguna exposición o centro cultural, como La Casa de las Ciencias , en la entrada de la capital riojana.
Sin olvidar que el Camino esconde infinidad de leyendas entre caballeros templarios, monjes, pícaros y otros personajes que se le puede contar a los pequeños al paso. Sin abandonar Logroño, recomendamos visitar la plaza aledaña a la Iglesia de Santiago, que representa un gran juego de la oca , ya que tiene su origen en la ruta jacobea y en los templarios. Dormir en la iglesia de San Juan Bautista en el municipio de Grañón , en el suelo, puede resultar realmente excitante.
Para evitar lesiones, la mochila no debe pesar más del 10 por ciento del peso del niño, o incluso menos. Deben aprender a responsabilizarse de sus pertenencias , si bien, existen empresas de transporte como Antzin Mochileros , que ponen las cosas fáciles.
Es importante no dejar al azar el descanso de cada jornada y elegir donde dormir. Los albergues privados admiten reservas y algunos cuentan con habitaciones dobles o triples. Por ejemplo, Casa de la Abuela y su fantástico bizcocho del desayuno, en Los Arcos , o Check In Rioja , en Logroño y gratuito para los menores de 4 años.
Sin duda, una gran oportunidad para convivir con niños y personas de otros lugares del mundo, fortalece los lazos familiares y puede convertirse en una experiencia inolvidable. ¡Buen Camino!
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