entrevista
María Galiana: «La experiencia es algo que hoy en día no se tiene muy en cuenta»
Este jueves vuelve «Cuéntame cómo pasó» con nuevas tramas con el año 1983 de trasfondo histórico
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Este jueves vuelve «Cuéntame cómo pasó» con su décimosexta temporada. La trama comienza tras el apoteósico final de la anterior en el que Mercedes y Antonio viajaban a Tánger para rescatar a Toni que estaba amenazado por Policías corruptos y con la pareja aun separada. Corre el año 1983 por lo que los protagonistas de la serie asistirán a hechos históricos como la despenalización del aborto, el fin de la UCD o la nacionalización de Rumasa.
ABC de Sevilla ha podido hablar con María Galiana sobre la serie y otros asuntos de interés relacionados con su carrera y su vida en Sevilla.
– La serie lleva trece años en antena, ¿Cómo es trabajar durante tantos años en una misma serie?
– No me resulta en absoluto aburrido ni monótono, ni supone para mí una rutina. Lo paso muy bien haciéndolo. Me divierte mucho y no te puedo decir que al cabo de los trece años yo esté ni cansada ni ahíta aunque el personaje sea el mismo las tramas son diferentes, dentro de una línea un poco estrecha en el sentido de que la abuela no va a tener grandes aventuras, ni le van a pasar cosas extraordinarias, pero me supone una gran distracción un gran empeño un gran esfuerzo porque tengo que memorizar el guión pero me mantiene muy viva.
– ¿Le suelen llamar como a su personaje cuando la reconocen por la calle?
– La mayoría de la gente no sabe cómo me llamo, me dicen «Herminia, Herminia, Herminia», es lo normal. Espero que cuando se termine la serie pueda hacer un papel diferente. De hecho me han ofrecido una obra de teatro que podía ser muy interesante y la he rechazado porque no quiero hacer más de abuela, más que en «Cuéntame». Las personas mayores pueden hacer muchos papeles, además del de abuela.
– ¿Cómo sería la Sevilla de «Cuéntame»?
– La Sevilla de Cuéntame era una ciudad bastante, como siempre, volcada sobre sí misma, con bastante pocos coches; yo me acuerdo que aprendí a conducir en el año 1967 y yo iba sola por la Palmera. Era una ciudad que en la que no existían esas masas tremendas que ahora podemos ver en Semana Santa, las bullas siempre han existido pero no esas masas impresionantes. Era más recogida más íntima; yo en mi vida podría imaginar que yo iba a ver un paso de Semana Santa y no lo iba a ver por la cantidad de manos con móviles me iba a impedir la visión, por ejemplo y sobre todo la emoción. Era una Sevilla muy «andable» de ir a todas partes con facilidad. Ha variado muchísimo tampoco había las masas turísticas que hay ahora, yo por ejemplo que vivo en el centro apenas puedo andar por las aceras que están llenas de veladores y veo comer a los turistas a las 6 de la tarde en bañador. A lo mejor era más provinciana pero para mí era infinitamente más amable, en el sentido de ser amada.
– ¿Cómo vivió los años que se representan en la serie?
Pues no tienen nada que ver con Herminia. En los años que representaba la serie al principio, 1968, yo hacía muy poco tiempo que me había casado y era profesora de instituto, nada que ver con Herminia, es decir que la manera de vida de esta pareja y de Herminia, respecto a tener hijos y salir para adelante y trabajar sí, pero después yo no emigré del pueblo porque siempre he vivido siempre en una capital, Sevilla, ella no había ido a la universidad y yo sí. Ella era una mujer ama de casa que con las cuatro reglas se bastaba y yo daba clases de historia en el instituto, no tenemos ninguna relación.
– ¿Qué es lo que más le gusta de este personaje?
– ¿Lo que más me gusta? Su humanidad. Su concepto de la conducta a seguir del comportamiento. Está muy preocupada porque en su familia haya paz y de hacer la paz y tiene una serie de capacidades de comprensión, de aguante y una capacidad bastante estoica de hacerle frente a las cosas. Yo diría que tiene pocos defectos, lo que a mí no me parece muy natural, pero bueno siendo como es un personaje rara vez la hemos visto enfadad o siendo brusca y eso es lo que, a mi entender, le falta para hacerla más humana, pero bueno los personajes de Cuéntame son bastante prototipos, a lo mejor en algunos momentos no son tan de carne y hueso como debieran. En realidad Herminia tiene una escala de valores que es muy de admirar y sus hijos y sus nietos son lo más importante para ella tiene una gran capacidad de comprensión y muchísima paciencia paciencia, a mi me parece que es una mujer bastante completita.
– Después de 13 años, ¿son ya Inés, Toni, Carlos y María como sus propios nietos?
– Claro, es natural, son otra familia más en el sentido de que tanto Imanol, como Ana, como Ricardo Gómez, Pilar Punzano y Pablo Rivero son mis nietos, mi hija o mi yerno. No solo ellos si no otros personajes que no son de la familia en la ficción pero llevan desde el principio como Ana Arias o Manolo Caro supongo tanto yo para ellos como ellos para mi tenemos una relación bastante afectiva, hemos acabado queriéndonos después de tanto roce.
– En «Cuéntame», Herminia es uno de los pilares de la familia, ¿Cómo ve el papel de los abuelos en las familias actuales?
– Es un papel muy diferente al que Herminia desempeña. Las familias tienen un plan de vida en el que los abuelos tienen poco que decir, ya no piden consejos, ya no cuentan sus cosas porque a todos les resultan batallitas que no tienen por qué escuchar. Yo ya estoy notando que cuando empiezo a contar algo me miran con un poquito conmiseración, en plan bueno si te vamos a escuchar pero no nos importa nada, no mis nietos en sí, si no la gente en general, no nos importa nada tu pasado.
La experiencia es algo que hoy en día no se tiene muy en cuenta, no hay esa necesidad de pedir consejo para cosas, es como rebajarse, q no tiene nada que ver con lo q hacíamos con nuestros abuelos, yo recuerdo que yo me embobada con los chascarrillos de mi abuelo y lo pasaba muy bien con él, eso prácticamente está desapareciendo.
Si a esto unimos que, por las circunstancias tan tremendas de crisis económicas, mucho abuelos son ahora los «babysitters» de los nietos, va a por ellos al colegio y realizan tareas propias de crianza, para la que ya no tienen edad porque yo sé de amigas que tienen mi edad y se quedan con los nietos porque no tienen más remedio porque sus hijas han encontrado trabajo y no pueden encontrar a alguien para que se quede con los niños y ellas hacen de tatas, y algunas no están para eso porque les duele el cuerpo y lo pasan mal.
También las parejas que se quedan en paro y vuelven a casa de los padres porque no pueden pagar la hipoteca y son los propios padres los que con la pensión los que se hacen cargo de la familia. Yo creo q el papel de los viejos ha cambiado muchísimo a parte de tantos que están en residencias.
– ¿Qué prefiere televisión, cine o teatro?
– Como preferir, preferir, a mí lo que más me gusta es el cine, soy una cinéfila tremenda. En los tres medios me encuentro muy bien. Ahora estoy haciendo teatro con Juan Echanove que llevamos desde abril 2013 que estuvimos en el Lope de Vega en Sevilla y vamos a estar hasta abril de 2015 porque ya estamos los dos «agotaitos», grabando la serie de lunes a miércoles grabando la serie y de jueves a domingo en el teatro, habiendo domingos en los que tenemos que volver en autobús por ejemplo desde Bilbao y eso se aguanta muy bien unos meses pero dos años es muchísimo. A parte de eso disfruto muchísimo en el escenario la verdad y también en el plató de televisión yo creo q no se deben comparar los medios, lo que el cine me produce una emoción diferente, siempre he sido muy cinéfila.
– ¿Por qué cree que tantas productoras están eligiendo Sevilla para grabar series y cine?
– Yo me imagino que estarán dando facilidades que será un buen ingreso para la ciudad que se graben y ruede allí, siempre que no se hagan las tonterías que hizo Tom Cruise, cuando yo vi esa Plaza de San Francisco llena de pañuelitos rojos que se supone que eran los sanfermines y el Tom Cruise dando vueltas con la moto por la Plaza de la Virgen de los Reyes yo dije mira niño para esto no. Si se llevó un buen dinero bienvenido sea. Pero si merece de verdad la pena como para películas como «La Isla mínima», de Alberto Rodríguez, si merece muchísimo la pena. Lo interesante sería que sirviera además de para rodar para producir las películas que se defendieran de verdad en el cine y que ganaran dinero que es lo que falta.
– ¿Ha pensado alguna vez en el momento en que la serie termine?
– No, no lo he pensado. La verdad es que a mi edad según las facultades que se tengan, la memoria que se conserve y según las posibilidades físicas, que son las más importantes como decía Héctor Alterio, con mucha razón « ¿y usted hasta cuando vas a hacer teatro? Hasta que me aguanten las piernas», porque realmente como te duele todo a partir de una cierta edad pues si tienen q estar renqueando no puedes estar en un escenario, pongo por caso.
Yo la verdad en principio no sé qué va a pasar ni qué proyectos me van a plantear, en principio lo lógico es hacer algo de teatro si se tercia, y estar en el teatro fíjate en Asunción Balaguer que debe tener unos 90 años o Héctor Alterio que tiene 83 y Nuria Espert está preparando el Rey Lear en Barcelona y cumple este año 80 años. Si se tiene energía y se tiene memoria yo creo q el futuro de las personas mayores actrices está en el teatro.