La llamada para pedir una pizza que evitó el maltrato

Un operador de emergencias del 911 de Estados Unidos recibía una llamada muy particular. Una señora le pedía incomprensiblemente pizza a domicilio. Lejos de descartar la llamada al poder pensar que se trataba de una equivocación, el tono apagado y temeroso de la mujer le hizo seguir preguntando:

- 911, ¿dónde es la emergencia?

- 123 Main Street.

- Ok, ¿qué ha ocurrido?

- Me gustaría pedir una pizza.

- Señora, ha llamado al 911.

- Sí, lo sé. ¿Me podría traer una grande, mitad pepperoni, mitad champiñones y pimientos?

- Ummm…, lo siento. ¿Usted sabe que ha llamado al 911?

- Sí. ¿Sabe cuánto va a demorar?

- Ok, señora. ¿Está todo bien allí? ¿Tiene una emergencia?

- Sí.

- ... ¿y no puede hablar porque hay alguien en la habitación con usted?

- Exactamente. ¿Cuánto tiempo demorará?

- Tengo un oficial a una milla de su ubicación. ¿Hay armas en su casa?

- No.

- ¿Puede permanecer en el teléfono?

- No. Nos vemos luego. Gracias.

Al localizar la llamada, el agente comprobó que en dicho domicilio se habían presentado varias denuncias por malos tratos con anterioridad. Por eso no dudaron en mandar rápidamente una patrulla.

Una vez allí, los agentes encontraron a una pareja. La mujer presentaba contusiones y el hombre se encontraba en un evidente estado de embriaguez y fue detenido acusado de violencia de género.

Tras el desagradable episodio, pasado los meses, el sonido de esa llamada ha sido rescatado y ahora ha servido para lanzar en Estados Unidos una poderosa campaña en los medios contra el maltrato. El vídeo ya lo comparte medio mundo.