La visión optimista del independentismo de Junqueras en Sevilla en «Salvados»
El programa de Jordi Évole estrenó temporada sacando al político de ERC del Parlament para enfrentarlo a una familia sevillana para tratar la independencia de Cataluña
Este domingo regresó el programa «Salvados» de Jordi Évole, con un record de audiencia un 20,3% de share y 4,1 millones de espectadores. Para su gran estreno, había anunciado un programa que se las prometía jugoso pues en él se enfrentaba a Oriol Junqueras con una familia de Gines para hablar de la independencia de Cataluña. En un ambiente afable donde tanto el líder de ERC como el presentador y la familia anfitriona disfrutaron de unos garbanzos con «pringá» mientras hablaron de lso diferentes aspectos de la independencia.
El programa empezó con le recibimiento del político de ERC en el aeropuerto de Sevilla. Allí Évole lo enfrentó a varias personas al azar preguntando sobre que opinaban de la independencia. La mayoría alude al sentimiento en cuanto a la posible separación de Cataluña del resto de España. Muchos tienen amigos y familia en Cataluña y sienten que la independencia los aleja. El político, por su parte, compara la cercanía de Cataluña con Andalucía a la que puede haber con Alemania o Finlandia, y niega que suponga un alejamiento de las personas. Hablan con una señora británica que trata el tema de Escocia, a lo que Junqueras remarca que la diferencia es que Cameron deja votar y Rajoy no. Otra chica desea que suceda lo mismo que en Escocia, «que se vote y salga no».
Una vez en casa de los Parejo, la familia con la que almorzó, comenta que tienen las mismas sábanas, Eugenia, la anfitriona, le habla de Machado y Junqueras le comenta que en sus discursos en el Parlament a veces cita al poeta andaluz. Después en el jardín ve que hay berenjenas, pinos y limoneros y Junqueras llega a afirmar «nos parecemos bastante» para después aclarar que no son las diferencias el principal motivo por el que solicitan la independencia.
Comienza el almuerzo, y empieza el debate. El primero en intervenir es Javier, economista, que dice que se habla mucho de la independencia pero nada del tipo de política fiscal, económica o social, en definitiva del modelo de país. Junqueras afirma que quieren seguir el ejemplo de Finlandia y los países nórdicos, pero eso es caro de llevar a cabo. Ante esto el político de ERC afirma que los tipos impositivos en Cataluña son altos pero no se invierte en lo necesario, porque el Gobierno Central no deja.
El debate sigue y el único argumento de Junqueras es que no les dejan votar y que España no trata bien a Cataluña, llegando a negar que desde el Gobierno Central haya habido planes de fomento de la industria enfocados a su Comunidad Autónoma.
Mientras que los no políticos implicados en este debate hablaban claramente de que en su mayoría las televisiones autonómicas son tendenciosas, Junqueras se niega a reconocer que esto suceda con TV3.
Al preguntarle que va a pasar después de la independencia, si la consiguiesen, el independentista se negó a reconocer que las cosas podían no salir como ellos pensaban. Tiene la idea de que con la independencia todo va a ir bien en Cataluña, tanto a nivel económico, como social y político, además se niega a contemplar un escenario negativo de la independencia.
«El diálogo no sirve de nada»
Para Junqueras todos los problemas de Cataluña los ha provocado España, más concretamente el Gobierno de España. En este punto Eugenia, la madre de la familia, se mostró bastante de acuerdo, haciendo hincapié en que la actitud de Rajoy ante el independentismo ha hecho que crezca este sentimiento en la población catalana. En este punto, Junqueras también hizo alusión a que el diálogo no sirve de nada, porque ya lo intentaron Zapatero y Mas y Rajoy y Mas.
Jordi Évole compara la independencia con la ruptura de una pareja. Es en este momento donde Junqueras habla de seguir siendo amigos después de la ruptura, a lo que los demás implicados en el debate reaccionan preguntando que eso cuándo pasa, que no se puede dejar a alguien de forma unilateral y pretender que las cosas sigan bien es como un divorcio en el que dejas a la mujer con siete hijos a su cargo. De nuevo muestra una visión idealizada de la independencia en la que todo irá sobre ruedas.
En definitiva Junqueras mostró una visión optimista y vinculada al sentimentalismo del independentismo, sin dar datos del futuro político y económico de una Cataluña independiente y culpando en todo momento al Gobierno de España de los males de la Comunidad Autónoma, como ya hiciera su partido en un spot electoral que se mostró durante el programa.
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