Los secretos de «El Ministerio del Tiempo», escena a escena
Javier Olivares, creador, guionista y productor ejecutivo de la serie, comenta para ABC anécdotas de la serie de TVE
Javier Olivares, creador, guionista y productor ejecutivo de la serie, comenta para ABC anécdotas de la serie de TVE
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La fuerza de un equipo
El pasado martes, TVE estrenó su serie más ambiciosa en años, aplaudida de forma unánime por la crítica y respaldada por tres millones de espectadores. «El Ministerio del Tiempo» versa sobre una institución secreta del Gobierno, creada en los tiempos de Isabel la Católica, que envía patrullas a distintas épocas para evitar que cambie la historia de España y preservar así nuestro presente. ABC pudo ver el primer capítulo junto a Javier Olivares, creador de la serie junto a su hermano Pablo, fallecido el pasado mes de noviembre. Javier también es guionista y productor ejecutivo de la serie, un «showrunner» a la americana (o a la inglesa), que comentó escena por escena y desveló anécdotas y secretos del rodaje. Obra suya son también «Infidels», «Kubala», «Moreno i Manchon», «Isabel» y «Víctor Ros». Asimismo, ha sido guionista de series tan populares como «Los hombres de Paco» y «Los Serrano», de la que tuvo el buen gusto de negarse a escribir el onírico final.
La noche del estreno, Olivares estaba nervioso –se jugaba mucho con la audiencia–, pero no tanto como cuando supo la premura con la que tendría que grabarse «El Ministerio del Tiempo». Empezaron el 20 de octubre y estrenaron el pasado 24 de febrero, con los ocho capítulos ya terminados. «Estábamos muy tensos por cumplir los plazos y llegar a la fecha de estreno», confiesa.
La respuesta del público, más allá del numerito que ofrece al día siguiente Kantar Media, con mayor o menor acierto, le ofrecía menos dudas: «Tengo el mejor equipo que hay en España. Marc Vigil (director) convenció al equipo técnico. Al director de sonido, de fotografía, cámaras, editores, FX... todos eran los número uno». Cuando discutieron el presupuesto con USER T38, encargados de los efectos digitales, les tuvieron que decir que no podrían afrontar ese gasto. «Se les notaba la rabia por no poder participar y les dio una gran alegría cuando al final hicimos el esfuerzo. Todos han sentido amor por la serie y eso se nota», dice orgulloso.
Javier Olivares es uno de los contados «showrunner» españoles –nada intrusivo, matiza, en el plató manda el director–, un creador con poder absoluto para decidir dentro de su serie. Presume de haber trabajado para TVE con todos los gobiernos y cree que poner fin a la publicidad hizo mucho daño. Le duele que la cadena pública sea ninguneada de forma sistemática y alaba la valentía de su departamento de Ficción, mayor que la de las privadas. En el Reino Unido, por ejemplo, series como «Black Mirror» no nacen en la BBC precisamente. «Para mí, hacer ficción no es seguir las tendencias imperantes, es crear tendencias nuevas», asegura
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Arranque en Flandes
«Fue idea de TVE. El departamento de Ficción ayudó mucho. Aportaron ideas magníficas. En este caso, querían explicar por qué cayó preso Alonso y por qué Amelia era tan lista». La primera escena de la chica muestra además que es una gran admiradora de Lope, algo que tendrá importancia en el segundo capítulo.
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Alatriste
«Pablo y yo le debíamos un homenaje a Arturo Pérez-Reverte», cuenta Javier. En efecto, en el libro «El sol de Breda», se cita varias veces a los hermanos Olivares, que «iban siempre juntos a todas partes, dormían espalda contra espalda, compartían hasta el último mendrugo de pan, y cuidaban uno del otro en la pelea». «Había poco tiempo para reservar los derechos y llamé a Arturo para pedirle permiso. “Los Olivares podéis hacer con Alatriste lo que os salga de los cojones”, respondió. De esta manera le agradecimos que nos hiciera combatir en Breda. Fue un homenaje recíproco. Estaba todo escrito, no añadimos ni una línea por la serie».
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Factura técnica
En España, normalmente se rueda con tres cámaras e iluminación fija desde el techo, en estudio. Nosotros lo hicimos secuencia a secuencia, con muchos escenarios naturales. Sobre la iluminación, oscura en ocasiones, recordamos la polémica por la sobreexposición de «Alatriste», criticada por el propio Pérez-Reverte. «Ese caso demostró que la gente lo quiere ver bien. El público siempre ha estado preparado para la calidad». Además del acueducto de Segovia y de las Meninas, por cierto, estaba pensada otra imagen de la Puerta de Alcalá en construcción, pero no dio tiempo
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Escena en la librería
Cuenta Olivares que era la primera vez que se rodaba dentro de Espasa Calpe. El francés pregunta por libros sobre la guerra entre Francia y España y se lleva el primer disgusto. «Guerra de la Independencia, ¡mal empezamos», dice. Luego, cuando Alonso se lleva el libro de Alatriste, Javier admite que es una simplificación que el detector de la puerta no pite. «Es algo que se hace en ficción constantemente», alega. Se podría haber explicado, pero habría ralentizado la acción.
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La puerta 58
Pablo escribió el premiado corto «Campeones» (1997) y la serie tenía que incluir alguna referencia a al Atleti. La pasada Liga obligó a añadir un breve diálogo. A Julián (Rodolfo Sancho) le sorprende que el ordenanza viaje hasta 1996, pese a que tenía el último título más cercano. «Ya, pero es que aquel partido lo vi con mi padre, que en paz descanse», explica el funcionario.
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Curro Jiménez
Cuando se registran en la posada, Amelia y Alonso dan sus verdaderos nombres, pero Julián se registra como Curro Jiménez, papel que interpretó durante años Sancho Gracia, padre de Rodolfo Sancho. «El chiste es nuestro», asegura Olivares, dato que confirma el actor . Muchos pensaron que fue una improvisación suya.
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Hospital 12 de octubre
Otro de los chistes de la serie hace alusión al pabellón del hospital que utiliza el Ministerio para atender casos de otras épocas. «¿No te has fijado en que siempre tiene una zona cerrada por obras?», aclara Cayetana Guillén Cuervo. Habría servido cualquier centro, pero eligieron este porque allí trabaja Julia, la mujer de Javier.
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La última escena
Es dramática pero no lacrimógena. En todas sus series, Olivares da una orden: «El drama se filma a ritmo de comedia. No nos paramos, vamos ligeros. Prefiero que lloren o se emocionen después, porque eso significa que les ha llegado más adentro. El llanto o las escenas cómicas fáciles sirven para poco»
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Los diálogos, de postre
Olivares desvela uno de sus secretos a la hora de escribir guiones: «No trabajamos las escenas desde el diálogo. En la escaleta y en la estructura decidimos primero quién manda y qué quieren unos personajes de otros. Cuando lo tenemos todo coreografiado, añadimos los diálogos. Siempre al final».
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Las dos Españas, unidas
El significado último de las aventuras es quizá la mayor fantasía de la serie. «Quería ver a representantes de las dos Españas trabajando juntos, no de guerra civil». Son Alonso y Amelia, el «soldado de veinte siglos» y la mujer adelantada a su época. «Creo que es un concepto muy bonito y patriótico, con Julián de espectador», añade.