Diez razones para ver «Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo»
Una película divertídisima, fiel a los cómics, fruto de dos años de trabajo y dirigida por un admirador ferviente de Ibáñez

Una película divertídisima, fiel a los cómics, fruto de dos años de trabajo y dirigida por un admirador ferviente de Ibáñez
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Un tebeo en 3D
Javier Fesser se propuso ser muy fiel al original en su segunda aproximación al universo de Mortadelo y Filemón. Ir a la esencia, al espíritu de los cómics de Ibáñez. Y lo consiguió con creces: los personajes saltan literalmente de las viñetas a la pantalla gracias a la animación en 3D. Una fidelidad formal que, además, tiene continuidad en todos los elementos que hacen reconocibles a los agentes de la T.I.A.: la llamada del Super, la entrada secreta, el escarceo con Bacterio, la huida final...
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Fesser, ferviente admirador de Ibáñez
Que Fesser dirija « Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo » es toda una garantía de calidad. Ferviente admirador de los cómics de Ibáñez, profesa por sus dos criaturas más famosas una admiración que se palpa en cada plano. Su profundo conocimiento del universo de los chapuceros agentes es otra de las claves para que la película resulte tan fiel al original.
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La oportunida de sacarse una espina
Mortadelo y Filemón ya se habían asomado a la gran pantalla en dos ocasiones, pero el resultado había dejado un sabor de boca extraño, un cierto regusto a que no se había hecho justicia al mítico dúo. « La gran aventura de Mortadelo y Filemón », porque Fesser lo pasó por el filtro de su particular estilo, probado antes en « El milagro de P. Tinto »; y « Mortadelo y Filemón: misión salvar la Tierra » porque, directamente, no estuvo a la altura.
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Ni un minuto de respiro
El ritmo de la película, tremendamente entretenida, es trepidante. Apenas hay tregua desde el arranque, con constantes persecuciones, porrazos, caídas y explosiones. Un carrusel adrenalínico al que se suben Mortadelo y Filemón para disfrute de los espectadores.
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Una labor artesanal de dos años
Dos años de trabajo, unos dos centenares de personas implicadas en el proyecto... Rodar una cinta como Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo es un desafío de proporciones mayúsculas, más aún en España, donde no existe la tradición de Estados Unidos. El resultado de esa labor artesanal se puede disfrutar en una exposición en el Museo ABC, en Madrid.
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Tronchamulas, un hallazgo genial
Fesser arriesgó y ganó al concebir una trama original, no extraída de ningún tebeo, y añadir algún que otro personaje de su cosecha. Y ahí, quien se lleva la palma, es el genial Tronchamulas, un tipo bestial que solo tiene una idea clavada en el entrecejo: vengarse de Mortadelo por haberle metido en la cárcel. A Tronchamulas, sin embargo, le aguarda cierta sorpresa en la TIA que cambiará su forma de ver el mundo... Fesser admite, sin rodeos, que no deja de ser un compendio de otros villanos creados por Ibáñez.
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El impagable Rompetechos
Sale poco, pero cada vez que aparece, roba la escena. Rompetechos es uno de esos secundarios brillantes que sirven para apuntalar la película mostrándose lo justo, sin cansar. Su famosa miopía da pie a varias situaciones tronchantes, y sirve de perfecto contrapunto a la brutalidad de Tronchamulas y el estado desquiciado de Jimmy.
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Reversicina: el último invento de Bacterio
Es el hilo conductor de alguno de los mejores momentos de la película. Nunca faltan en los cómics los fallidos y calamitosos inventos del profesor Bacterio, y la película de Fesser no iba a ser la excepción. ¿Qué se ha sacado esta vez de la manga el nefasto inventor? La reversicina, una sustancia que invierte el carácter de la persona en la que se inocula. Por supuesto, las consecuencias serán tan imprevisibles como descacharrantes.
9

Poco cómic español en el cine
«Anacleto, agente secreto» llegará en 2015, habrá secuela de « Zipi y Zape y el club de la canica », y por fin Superlópez volará en los cines. Pero, hasta ahora, el séptimo arte le ha dado la espalda al cómic español, a pesar de que hay material desde hace cinco décadas como para crear un buen puñado de filmes muy interesantes. Una tendencia que parece a punto de cambiar. Hasta entonces, conviene disfrutar de oportunidades como la que brindan, desde este fin de semana, Mortadelo y Filemón.
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La guinda a un gran 2014
Mortadelo y Filemón llegan en el momento justo para poner la guinda a un año que pasará a la historia del cine español. Un 2014 que se disparó gracias a « Ocho apellidos vascos » y después siguió bullendo con otros títulos como « El niño ». La demostración de que el público, si cuenta con los alicientes necesarios, está deseando saborear la producción nacional.