elecciones municipales del 24 de mayo
Agustín Jiménez: «Aquí nos conocemos todos; mi campaña empieza el día 25»
El alcalde de Nobblejas lleva 32 años en el cargo. Su mensaje, acertadísimo: «Siempre con vosotros»
Como el viejo chiste de la gallina y el huevo, en Noblejas no saben qué fue antes: si la bufanda roja o el alcalde, que siempre, siempre la lleva puesta. En Noblejas muchos no habían nacido y ya sabían que iban a votar a Agustín Jiménez Crespo (1949), del PSOE, desde 1983 con el bastón de mando de este pueblo, que ronda los 3.600 habitantes. Solo así se explica que cada cuatro años, como el que toma por rutina ir a misa los domingos, Agustín calque los resultados en las urnas: entre 1.129 y 1.299 votos y siete de once concejales. 32 años ganando; ocho mayorías absolutas.
Si se mira detenidamente, con la lógica de Agustín, tampoco es tanto tiempo. «Nunca pensé estar tantos años. De todas formas teníamos un gran proyecto a largo plazo, a 50 años. Algunos lo calificaban de utópico, de soñador, de que éramos unos poetas y resulta que se han ido cumpliendo una por una todas las aspiraciones que teníamos. Pero, claro, es que ya estamos haciendo proyectos a otros 50 años...», confiesa.
«Teníamos un gran proyecto a 50 años. Lo calificaban de utópico y resulta que se han ido cumpliendo todas las aspiraciones»
Entre esas utopías está la construcción de una plaza con arcos de piedra blanca, que ya les gustaría tener a muchas ciudades. La plaza, que está a las afueras del municipio y rodeada en gran parte de campo —por lo que impresiona aún más—, se llama José Bono. «Lleva su nombre porque para Noblejas ha sido una persona excepcional. Recuerdo que el otro día Luis María Ansón le dedicaba un artículo y decía: ‘Hemos perdido a un estadista’».
—¿Y esto cómo se paga?
—Tuvimos la visión hace 15 años de crear una zona industrial en la que el Ayuntamiento intervino como propietario. Mandamos una carta a más de 400 noblejanos en la que les ofrecíamos comprarles su propiedad para hacer un polígono de más de tres millones de metros cuadrados. Nos vendieron el metro a 250 pesetas (1,50 euros al cambio), unos años después lo sacamos a subasta y nos dieron 10,5 euros. Ganamos para el Ayuntamiento 27 millones de euros y hemos ido invirtiendo en cosas que eran sueños como la plaza.
En ese polígono hoy está Senoble, que fabrica «el 90 por ciento de los yogures que vende Mercadona y que tiene 1.000 empleos entre trabajadores directos e indirectos»; está Florette, «la famosa empresa de las lechugas»; o Berlys, «número uno en masas congeladas». Otro de los «sueños» de Agustín es la finca Torrique, que tiene 60.000 cepas de uva. El último, la restauración de un antiguo palacete con bodega y cuevas, un espacio de 4.500 metros cuadrados pegado a la plaza José Bono.
La plaza del pueblo lleva el nombre de José Bono porque para Noblejas «ha sido una persona excepcional»
Mientras enseña las instalaciones con orgullo, preguntamos por la campaña electoral. «La mía empieza el 25 (el día siguiente a las elecciones). Ahora apenas hacemos, ¡si en un pueblo nos conocemos todos!...», exclama casi excusándose. Sin embargo, al llegar a su despacho, sobresale un cartel con su rostro, visiblemente más joven. «Siempre con vosotros», es el lema y tiene pinta de que, por primera vez en la historia, el eslogan de un político sea creíble al cien por cien. Aunque para comprobarlo, quizás haya que esperar otros 50 años.
En una de las mesas de su despacho destaca un currículum vitae. ¿Por qué? «Los enviamos a las empresas que pueden utilizarlos, y no solo a las de Noblejas», dice antes de explicar que los miércoles recibe a los vecinos y muchas veces estos le llevan sus datos biográficos.
—¿Es usted un cacique?
—No. No se puede ser un cacique cuando cada cuatro años te eligen y a la gente no la ponen una pistola en el pecho para que te vote. Creo que soy el producto de una generación que hizo la Transición, de la que yo nunca he oído hablar mal.
Y Agustín reivindica la política, «una de las profesiones más nobles». Y cuenta que lo suyo empezó en el Partido Comunista hasta que a finales de 1978 Jesús Fuentes Lázaro, el primer presidente autonómico, «nos buscó y nos encontró. Hicimos una lista para las municipales y fuimos en las listas del PSOE, pero éramos independientes». Se presentó a alcalde de Noblejas en 1979 y perdió «por 70 votos» frente a la UCD. Luego en 1980 ya se afilió al partido, en 1983 ganó las elecciones y hasta hoy. Como si hubieran pasado dos semanas, o dos meses, o dos años.
Pero no. «Cuando entramos, toda la burocracia cabía en una carpeta». Ahora el Ayuntamiento tiene una aplicación en la que los vecinos informan de cualquier incidencia.
—¿Cuando piensa usted dejarlo?
—Cuando piense que ya no cumpla en ilusión, ganas y facultades.
—¿Hay alguna cosa que le guste más que ser alcalde?
—No (y se ríe). De verdad que ser alcalde es algo «¡buah!»… lo más de lo más.